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Reflexiones de la ludoterapia en la población en movilidad humana: la experiencia de Alejandra

Machuca, Ocotepeque, Honduras, 30 de mayo 2024


Alejandra Velásquez, una joven médica y punto focal del proyecto CERF "Respuesta a las principales necesidades de salud desatendidas" para el departamento de Ocotepeque en el occidente de Honduras, al concluir la primera fase del proyecto, nos comparte sus reflexiones sobre la ludoterapia como herramienta para abordar la salud mental de la población en movilidad y en las comunidades de acogida y como estas experiencias han cambiado su forma de ver y entender a los inmigrantes.

La ludoterapia, o terapia a través del juego, ofrece principalmente a los niños y niñas, la oportunidad de expresar sus vivencias, conflictos y necesidades, sus temores, resentimientos, frustraciones, soledad, odio, desamparo, desadaptación, entre otras emociones en el transcurso de su viaje, por medio la libre expresión, a través del arte, utilización de colores, formas, expresión corporal y creativa. Es un procedimiento no invasivo donde la población en movilidad, incluso, jóvenes y adultos, puede abordar traumas pasados y presentes, lo que a su vez promueve la resiliencia y el bienestar.

Durante la ejecución del proyecto CERF en Ocotepeque, específicamente en la zona de Machuca, se realizaron actividades diseñadas estratégicamente no solo para proporcionar un respiro temporal de las dificultades diarias, sino también para ofrecer a las personas herramientas prácticas para manejar el estrés y fomentar la resiliencia durante su camino en la búsqueda de un mejor futuro.

Niños en movilidad humana, haciendo ludoterapia - Ocotepeque hnd

 

"Dentro de varias actividades y jornadas, una en particular marcó un precedente: el 14 de febrero, celebrado como el Día del Amor y la Amistad. Este año, en colaboración con el Programa de Protección de ADRA (PPA), decidimos celebrar este día ofreciendo un espacio decorativo con numerosos corazones de papel, un marco para que las personas pudieran tomarse fotografías y compartirlas con sus seres queridos a la distancia,  dibujos para colorear y escribir dedicatorias, un mural en blanco donde las personas que pasaban dejaban mensajes de aliento para los que venían atrás, sin embargo, algo que nos tomó por sorpresa durante la actividad fue la considerable cantidad de adultos que se acercaron a preguntar si también habían dibujos, corazones y actividades para ellos. Nos recordaron que ellos también tienen la necesidad de expresar sus sentimientos, pero esto no pasó desapercibido, pues gracias a sus peticiones, se programaron jornadas de ludoterapia para adultos", compartió Alejandra.

Niña en movilidad humana haciendo ludoterapia hnd

También reflexionó que "el tener la oportunidad de estar presente durante la transformación en estas personas, fue una experiencia profundamente conmovedora para mí. Ver a los niños y adultos participar espontánea y voluntariamente en las actividades, reír, disfrutar y relacionarse con otras personas que están atravesando las mismas situaciones, fue un recordatorio inmensurable de su humanidad y resiliencia. Es hasta increíble pensar que, a través de los juegos y las dinámicas en grupo, logramos crear un espacio seguro donde todos pudieron recordar que su identidad va más allá de su situación actual; que este viaje es solo una etapa, un momento en sus vidas, y no define quienes son".

"Fue en este momento que entendí que había estado equivocada; al inicio, pensaba que nuestro trabajo en Machuca era principalmente para ayudarlos a ellos, pero no pasó mucho tiempo para que me diera cuenta de que ellos también nos ayudaban y enseñaban a nosotros. Ser parte de esta experiencia no solo fortaleció mi empatía y comprensión. Desarrollar estas actividades contribuyen ser cada día una mejor profesional, recordándome la importancia de la humanidad en nuestra labor diaria".

"La satisfacción personal y profesional de hacer bien nuestro trabajo y observar que el resultado es el apoyo mutuo, el intercambio de alegría y la conexión con el medio; es un momento que todos deberíamos poder experimentar, dice la joven profesional. Los que de una u otra forma han trabajado en este campo, podrán comprender cuando digo que esta experiencia ha dejado una huella indeleble en mi corazón y que día a día me motiva a continuar trabajando con dedicación y pasión para apoyar a quienes lo necesiten, en cualquiera que sea la situación".

"En la cara de cada niño que coloreó un dibujo, en cada adulto que se atrevió a buscar un escape en una sopa de letras, vimos la chispa de la esperanza y la resiliencia. Cada corazón de papel, cada mensaje de aliento en el mural, son símbolos de humanidad y solidaridad que transforman el sufrimiento en fortaleza y la separación en comunidad. Al final del día nos percatamos que, son estos gestos, por pequeños que parezcan, los que marcan una diferencia significativa, devolviéndonos la dignidad y la esperanza a todos los presentes".

"Podría concluir diciendo que, la ludoterapia se ha colocado como una herramienta invaluable en nuestro trabajo con población en movilidad humana. Lejos de tomar en cuenta la parte terapéutica, nos ofrece una oportunidad de reconectar con la esencia de ser humano", puntualizó Alejandra.

Ludoterapia en Ocotepeque hnd

Finalmente, Alejandra puntualizó que, "en la mayoría de los escenarios, no siempre se cuenta con el tiempo, la voluntad o los insumos para desarrollar estas jornadas, y es en este sentido que comprendemos lo crucial que es que las políticas y programas reconozcan el beneficio de la ludoterapia y de esta manera asignen los recursos necesarios para su desarrollo efectivo. Es primordial reconocer el impacto positivo que la ludoterapia puede tener en la población en movilidad al ofrecerles un espacio donde explorar sus emociones y experiencias de una manera lúdica y creativa, fomentan el autocuidado, la autoexpresión y la conexión con otros".