• Historia de éxito: Primeras victorias contra la Leishmaniasis

Primeras victorias contra la leishmaniasis

Un gran triunfo de la lucha contra la leishmaniasis se logró en 2013 con la puesta en marcha del Sistema de Información Regional de Leishmaniasis, conocido como SisLeish. Por primera vez en las Américas, se creó un sistema que permite buscar y consolidar datos homogéneos, comparables y de calidad sobre la leishmaniasis y que brinda a todos los profesionales y gestores de la salud la información y el análisis epidemiológico necesarios para conocer la situación en las Américas, compartir información y llevar a cabo actividades de control conjuntas entre países.

El SisLeish permite realizar análisis individuales y comparativos de la leishmaniasis en diferentes niveles geográficos y monitorear periódicamente los casos. A partir de esos estudios ha sido posible proponer una metodología y generar una estratificación ajustada de las zonas de riesgo. Actualmente, un total de 17 países, con excepción a Guyana Francesa que reporta directamente a Francia, se han adherido al sistema y han facilitado así el abordaje, análisis y diseminación de la leishmaniasis en el país y región.

La leishmaniasis visceral en las ciudades y sus alrededores, un fenómeno cada vez más común, debido a la adaptación de los insectos a ese ambiente y a la gran presencia de perros infectados en el interior y alrededor de las viviendas.


 

Para la leishmaniasis cutánea, mucosa y mucocutánea, se destaca la experiencia de México. Entre 2009 y 2012, el estado de Oaxaca notificó un aumento de hasta 26 veces el número de nuevos casos de leishmaniasis. Para hacer frente a esa situación, México orquestó una campaña de movilización social sobre la importancia de diagnosticar y tratar a tiempo los nuevos casos; capacitar al personal médico de las unidades de salud, y aumentar el conocimiento de la población sobre la enfermedad y su estigma social. La intervención llegó a la comunidad de Matías Romero, el municipio más afectado del estado, en forma de una Jornada Intensiva de Leishmaniasis, en la cual las autoridades de educación y salud y los medios de comunicación difundieron mensajes sobre la leishmaniasis a la población en general.

Como resultado de la campaña, del 27 al 31 de mayo de 2013, cerca de 100 casos probables de leishmaniasis efectuaron consultas en los centros de atención primaria; se obtuvieron 60 muestras de sangre y tejido, y se capacitó a 160 profesionales de la salud. Entre los pacientes, se confirmaron 30 casos de leishmaniasis cutánea a los que se les administró tratamiento. “Algunas lesiones de la leishmaniasis cutánea y mucosa se extienden a la nariz o la boca, el cartílago se desintegra hasta que se forma una cavidad. Estas personas sufren mucho por la desfiguración y el estigma que esto genera y por eso se tapan la cara con pañuelos. Con un diagnóstico y tratamiento temprano, esto no tiene porqué suceder”, explicó Ana Nilce Elkhoury, Asesora Regional de Leishmaniasis de la OPS/OMS.

Colombia es otro ejemplo de lucha contra la leishmaniasis visceral en las ciudades y sus alrededores, un fenómeno cada vez más común, debido a la adaptación de los insectos a ese ambiente y a la gran presencia de perros infectados en el interior y alrededor de las viviendas.

En mayo de 2012, se detectaron siete casos de leishmaniasis visceral en el municipio de Neiva, situado en el departamento del Huila, que tenía la peculiaridad de albergar alrededor de 25.000 perros callejeros. Tras la detección del brote, las autoridades nacionales, con apoyo de la OPS/OMS, lideraron la investigación del foco, la delimitación de la zona de riesgo y la determinación de qué acciones emprender. Los resultados de la investigación confirmaron que las personas infectadas llevaban un promedio de 17 meses con la enfermedad, la cual puede ser mortal si no se trata a tiempo; sus síntomas eran fiebre, aumento del tamaño del hígado y el bazo, postración y diarrea. El 100% de los enfermos fueron hospitalizados y tratados correctamente. A pesar de las complicaciones y los fuertes efectos secundarios del tratamiento, los pacientes evolucionaron favorablemente, fueron supervisados médicamente y se curaron en los meses siguientes.

Se observó que en este brote 72% de los casos correspondían a mujeres que vivían en casas con condiciones precarias, como hacinamiento, falta de servicios de agua y eliminación de la basura. Para ayudar a resolver esos problemas, se colocaron trampas para capturar al vector. En la misma zona se tomaron más de 1.000 muestras de sangre canina, de las cuales 4% resultaron positivas a leishmaniasis visceral. Esas estrategias se complementaron con tareas de control vectorial con uso de insecticidas, poda de arbustos, retiro de materia orgánica y actividades de educación a la comunidad sobre la enfermedad y la forma de prevenirla.

Gracias a la aplicación de este paquete integral de medidas y a la participación activa de la población de Neiva, se logró controlar el brote y no se observaron nuevos casos en el año siguiente.