Pero el regreso a su trabajo no significó el fin de la lactancia para Helena. Antes de retornar a la oficina, Gabriela construyó un banco de leche, asegurando que su bebé continuara recibiendo todos los beneficios de la leche materna. Además, contó con el beneficio de ser parte de una organización que además de tener políticas que favorecen la lactancia materna exclusiva, también brinda instalaciones adecuadas, permitiéndole realizar las extracciones de leche de manera cómoda y privada en el lactario acondicionado para ese fin.
“El lactario ha sido un salvavidas. Me permite continuar con la lactancia materna sin interrupciones, incluso en el trabajo,” comenta Gabriela. La dedicación y el apoyo de todo el entorno laboral han sido cruciales para que Gabriela mantenga la lactancia materna, incluso con las exigencias de su trabajo. Éste demanda mucho compromiso, esfuerzo y, en muchas ocasiones, viajes prolongados. Sin embargo, Gabriela ha mantenido su compromiso con la lactancia materna, extrayendo leche durante sus viajes para asegurar que Helena continúe recibiendo su nutrición. “Cada vez que tengo que viajar, me llevo conmigo un kit para la extracción de leche, para continuar brindando todo el amor hecho líquido a mi hija. Durante estos periodos de viaje, mi hija se queda en casa con su papá y su abuelita. El cuidado que mi madre brinda a Helena es indescriptible. Saber que está en manos amorosas me da paz y me permite concentrarme en mi trabajo”, explica Gabriela.