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"Hablamos una hora y logré vacunarlos contra la COVID-19": el papel de la enfermera para contrarrestar los mitos sobre la vacunación contra la COVID-19

En la consulta externa del Hospital Tela Integrado del municipio de Tela en el norte de Honduras, hay seis enfermeras que desde el comienzo de su trabajo han estado presentes en la aplicación de vacunas contra la COVID-19. La Lic Ana Morales relata que en el momento en que no tienen mucha afluencia de personas, ellas están pendientes de que los niños completen sus esquemas de vacunación, por lo que buscan a los que están pendientes de sus segundas dosis, y se van a los barrios donde están, para aplicarles la vacuna.

“Durante una jornada en la que anduve en la Aldea Los Patos, que queda camino a San Pedro Sula, encontré una familia de cinco personas y ninguno se había puesto ni una de las dosis de la vacuna contra la COVID-19, allí estuve como una hora hablando con ellos, convenciéndolos y logré vacunarlos a todos", cuenta la Lic Karen Canales, enfermera del hospital. Mencionó que se escuchan muchas historias que desinforman a la población, como el rumor del chip que le inyectan a las personas. En las aldeas se encuentran papás que no quieren que vacunen a los niños, hay gente que todavía dice que la COVID-19 no existe, continua diciendo Karen.

“La falta de educación y de información es general a nivel de país. Desde el inicio que comenzamos con la vacunación del COVID-19 se decían muchas cosas, por toda la información falsa que anda circulando.” Comentó la licenciada Ana. Para evitar la desinformación sobre las vacunas, estas enfermeras hacen todo el esfuerzo para comunicar de la forma correcta, contrarrestar los mitos que existen sobre la vacuna contra la COVID-19 y lograr aumentar el conocimiento y que las personas se vacunen, para su protección y las de sus familias. 

La OPS indica que informar a las poblaciones sobre los riesgos sanitarios que plantea el COVID-19, así como sobre las medidas que pueden adoptar para protegerse, es fundamental para mitigar la propagación y reducir la probabilidad de que las personas se infecten. El suministro de información precisa, oportuna y frecuente en un lenguaje que la gente entienda, a través de canales fiables- en este caso, personal de salud de sus propias comunidades- permite a las poblaciones tomar decisiones y adoptar comportamientos positivos para protegerse a sí mismos y a sus seres queridos de enfermedades como el COVID-19. La información es el recurso más importante para que una población pueda tomar decisiones informadas sobre cómo cuidar su salud, y para evitar los rumores y la desinformación.