Guatemala, diciembre de 2019 (OPS)- Miguel Ixtox tiene 82 años y vive en la comunidad indígena de Guineales en la región de la boca costa de Guatemala, una pequeña extensión de tierra muy húmeda y con altas temperaturas que se caracteriza por presentar altos índices de pobreza y aislamiento. Miguel ha vivido desde hace alrededor de cinco años con una molestia en los ojos que no le permiten ver correctamente. Lo que comenzó con una irritación, hoy lo tiene con un dolor permanente y al borde de la ceguera. no le permiten ver correctamente. Lo que comenzó con una irritación, hoy lo tiene con un dolor permanente y al borde de la ceguera.
Miguel es uno de los casos de tracoma que se han detectado en Guatemala. El tracoma es una enfermedad desatendida que afecta mayoritariamente a comunidades con altos índices de pobreza, malas condiciones de saneamiento y falta de agua potable. Sin embargo, esta enfermedad está siendo combatida por un equipo interdisciplinario de profesionales y de distintas organizaciones que tienen como meta eliminar el tracoma de Guatemala al año 2020.
El Centro de Atención Integral Materno Infantil (CAIMI) de Guineales, en el departamento de Sololá, fue el lugar para ejecutar este año una jornada de cirugías de tracoma en Guatemala. Luego de un proceso de evaluación de la situación del país, se determinó que Guineales era un foco de la enfermedad y que por lo tanto era el lugar indicado para llevar a cabo las cirugías. “Estamos interviniendo con un equipo de médicos nacionales los cuales están siendo orientados y capacitados por un equipo de médicos internacionales. El país está invirtiendo y creando capacidad instalada en dos médicos oculoplásticos quienes serán responsables de realizar una segunda jornada de cirugías acá en Guineales”, explicó Romeo Montoya, asesor de Enfermedades Transmisibles y Vigilancia en Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en Guatemala.
Guineales es una región con una población indígena casi en su totalidad, donde una de las barreras es el idioma. Sin embargo, una fuerte coordinación entre la comunidad y los centros de atención primarios permitió tener un contacto muy cercano con los pacientes. “Hemos visto el compromiso del Ministerio de Salud, médicos, enfermeros y personal en general quienes se han responsabilizado para que esta jornada sea exitosa. Esto no es el trabajo de una semana, es el trabajo de años de esfuerzo y hoy estamos teniendo los resultados, por eso esperamos en poco tiempo poder decir que Guatemala es un país libre de tracoma como un problema de salud pública”, agregó Montoya.
El trabajo para la eliminación del tracoma es liderado por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social y cuenta con la asesoría de la OPS/OMS Guatemala. Este esfuerzo ha contemplado una serie de acciones que buscan eliminar los focos de transmisión de la enfermedad como capacitaciones en higiene facial y tratamientos con antibióticos en casos detectados prematuramente.
El tracoma en su fase más grave hace que las pestañas tomen una dirección interna hacia el ojo frotando y dañando la córnea, esto en los casos más severos, puede producir pérdida de la visión y una ceguera irreversible. De 60 casos que se encontraron en Guineales, 42 pudieron ser recuperados con cirugía. “Como oftalmóloga, me impresionó mucho ver la severidad de los casos que encontramos, casos que en mis años de profesional no había visto nunca, aún así, logramos realizar las cirugías para prevenir que muchos pacientes perdieran la visión,” contó Virginia Lazo, oftalmóloga que participó en las cirugías.
“A pesar de ser una comunidad con muchas necesidades acá hay personas de una riqueza humana increíble”, indicó la doctora Sandra Toledo. “Somos conscientes que tenemos limitaciones y parte de esas limitaciones es la severidad de los casos que encontramos. Pero me da mucha satisfacción que médicos, cirujanos y oculoplásticos ya cuentan con un conocimiento que va a permitir de aquí en adelante una intervención que sea exitosa para los pacientes”, agregó.
“A pesar de ser una comunidad con muchas necesidades acá hay personas de una riqueza humana increíble”, indicó la doctora Sandra Toledo. “Somos conscientes que tenemos limitaciones y parte de esas limitaciones es la severidad de los casos que encontramos. Pero me da mucha satisfacción que médicos, cirujanos y oculoplásticos ya cuentan con un conocimiento que va a permitir de aquí en adelante una intervención que sea exitosa para los pacientes”, agregó.
Esta iniciativa fue posible gracias a las coordinaciones del Comité de Discapacidad del Ministerio de Salud Pública Asistencia Social que hizo posible que dos especialistas guatemaltecas fueran capacitadas por asesoras de la oficina regional de la OPS ubicada en Washington. Gracias a su compromiso y trabajo ad honorem, las profesionales guatemaltecas Virginia Loza y Diana Garwacki son ahora referentes del proceso de eliminación del tracoma en el país como problema de salud pública.
Se estima que hay cerca de 5 millones de personas viviendo en áreas de Brasil, Colombia, Guatemala y Perú en las que se requieren intervenciones para eliminar el tracoma como un problema de salud pública. Una serie de evaluaciones se están realizando en otros países con comunidades viviendo en condiciones de vulnerabilidad – donde el acceso al agua segura y al saneamiento básico es deficiente o inexistente, o comparten límites con áreas endémicas conocidas, entre otras causas- como parte del proceso para documentar la ausencia o prevalencia del tracoma y declarar en un futuro la eliminación en la Región.
En 2017, México recibió la validación de la OMS por la eliminación de esta enfermedad; y en septiembre pasado, la OPS lanzó una nueva iniciativa que busca poner fin al tracoma y a otra treintena de enfermedades infecciosas y condiciones relacionadas para el 2030 en la Región.;