Con respecto a acciones colectivas, como es la vacunación contra la COVID-19, los Mamos vienen consultando espiritualmente la pertinencia de hacerlo, y consideran que aún no es tiempo, ya que primero deben avanzar en la curación espiritual. Sin embargo, ven pertinente que los vacunadores fortalezcan sus capacidades para que puedan desmitificar algunas creencias que se han extendido no solo en su territorio sino a lo largo y ancho del departamento, por ejemplo, que la vacuna está hecha con la sangre del fallecido mamo De los Santos, o que las vacunas llegan vencidas al territorio o que los hombres pueden perder la virilidad.
Para esta capacitación, las autoridades locales de salud contarán con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud, que estará desarrollando en las próximas semanas una formación a los vacunadores de los municipios del Magdalena. Además se seguirán fortaleciendo estrategias en salud pública y acciones en comunicación para proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma, y así alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social, que le permita a individuos y grupos ser capaces de identificar y realizar sus aspiraciones, satisfacer sus necesidades y de cambiar o adaptarse al medio ambiente, como establece la Carta de Ottawa para la promoción de la salud.
Y mientras llega el tiempo de vacunación los Mamos seguirán haciendo reuniones de saneamiento en favor del territorio y pagamentos de purificación para que la tierra se llene de oxígeno. “Hay sitios donde no se puede pensar mal. Si se piensa mal enferma la tierra, si tienes rabia se enfurece la madre y el padre. Por eso es importante pensar. El pensamiento es equilibrio con la naturaleza y sus mandatos”, asegura el mamo Ramón, al tiempo que se compromete a seguir estudiando la enfermedad para aportar desde su cosmovisión al equilibrio del orden natural del universo, y con esto a la curación de la humanidad entera.