La malaria es un problema para mi pueblo. Aunque es una enfermedad prevenible y tratable, afecta negativamente el desarrollo social y económico de nuestra comunidad. La malaria se puede eliminar, y Colombia tiene un plan para lograrlo en el que estamos participando todos en general. Nuestro reto: malaria cero en el 2025”.
Virgelina Salas, promotora y microscopista del corregimiento de Tutunendo, en Quibdó.
Desde hace más de 50 mil años, la malaria o paludismo lleva infectando a los humanos. Esta enfermedad es causada por parásitos que se transmiten al ser humano por la picadura de mosquitos hembra infectados del género Anopheles. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2018 hubo 228 millones de casos de malaria en todo el mundo; de los cuales 929 mil se presentaron en la Región de las Américas, especialmente en Venezuela, Brasil y Colombia, países que concentran el 80% del total de casos. El paludismo mata a un niño cada 2 minutos.
El departamento selvático del Chocó, situado en la costa del Pacífico y fronterizo con Panamá es considerado como el epicentro de la malaria por el plasmodium falciparum en la Región de las Américas. Por eso, el interés del Gobierno de Colombia por hacer acciones en esta zona del país, así como en toda la franja del pacífico, la Orinoquía, la Amazonía y la frontera con Venezuela, donde se concentra la mayor carga de la enfermedad.
En lo corrido de 2020, en Quibdó, la capital del Chocó, se han presentado 3.298 casos de malaria, lo que significa una reducción del 14,3 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior. La etnia mas afectada es la afrodescendiente con el 49,6% (2.177) seguido de la población indígena con el 7% (316)
Los avances en materia de reducción de la enfermedad han sido posibles gracias a la implementación de la Iniciativa Regional para la Eliminación de la Malaria (IREM), asociación entre el BID, 10 países, la OPS, el Consejo de Ministros de Salud de América Central (COMISCA), la Iniciativa Clinton de Acceso a la Salud (CHAI) y el Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica, el cual está patrocinado por la Fundación Bill y Melinda Gates, la Fundación Carlos Slim y el Fondo Mundial.
Durante la pandemia por COVID-19, las autoridades locales del municipio de Quibdó, capital de Chocó, siguieron trabajando para lograr la eliminación de la malaria. Para ello, se adaptó el flujo de COVID-19 para la captación de pacientes febriles y hacer diagnóstico diferencial para malaria. Así mismo, se garantizó la seguridad de las personas que diagnostican la enfermedad dotándolos de los elementos de protección personal necesarios para ejercer su labor.
Ademas, con el fin de garantizar la continuidad del flujo de la información epidemiológica (fichas, formato de laminas examinadas etc.), se estableció el reporte de los casos de malaria de manera semanal para los puntos ubicados en las comunidades rurales cercanas y cada 15 días, para las comunidades más dispersas. Además, se garantiza la disponibilidad de medicamento e insumos para tres meses, en puestos de diagnostico ubicados en la zona rural.
Tener áreas libres de malaria no solamente constituye un logro en materia de salud pública, sino que tiene un impacto positivo en los pueblos trayendo bienestar, desarrollo social y económico a través de entornos saludables y libres de enfermedades. La eliminación de la malaria debe ser una tarea de todos. El diagnóstico es sencillo, el tratamiento es seguro, el gobierno nacional está comprometido y la cooperación está brindando apoyo técnico y financiero.
Enlaces Relacionados