9 de agosto, 2021.
En marzo de 2021, Guatemala inició la vacunación contra la COVID-19 priorizando al personal de salud, entre ellos, las comadronas, mujeres mayas que forman parte del grupo de terapeutas tradicionales reconocido por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).
Su alcance no es menor. De los 22 grupos mayas en Guatemala, la población Q'eqchi' constituye el segundo mayor grupo etnolingüístico, con alrededor de 1,3 millones de personas según el Censo Nacional de Población de 2018. Además, representan el tercer idioma más hablado del país, después del castellano y el K'iche'. Habitan una extensa región que incluye altiplanos y tierras bajas cálidas, que se encuentran en cuatro departamentos y parte de Belice.
Para varias comunidades mayas, incluida la cultura Q’eqchi’, el servicio que brindan las comadronas a otras mujeres está asociados con un don, que es un llamado que se les hace a través de sueños o visiones.
Entre los Q'eqchi' de tierras altas, se encuentra la comunidad San Pablo Xucaneb, en Cobán, Alta Verapaz. Esa comunidad cuenta con cinco comadronas que combinan aprendizajes, habilidades y métodos occidentales con sus conocimientos, prácticas y rituales propios de su cultura, para ayudar a las mujeres embarazadas y sus recién nacidos, también para aconsejar a las adolescentes y para guiar a la comunidad en temas de salud.
Hasta finales de julio de 2021, cuatro de esas comadronas de entre 45 a 55 años, aceptaron la inmunización contra la COVID-19 y completaron el esquema de dos dosis. Leslie Xol Tut, quien forma parte de una red de profesionales capacitados por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala para dar seguimiento a los casos de COVID-19, también ha dado acompañamiento al grupo de comadronas maya Q'eqchi'.