Ana Cristina González es enfermera desde hace 14 años y trabaja en el Centro de Salud del municipio de Ciudad Vieja, departamento de Sacatepéquez, en Guatemala. Hoy, le toca “salir a terreno” para vacunar contra el VPH a aquellas niñas que no asistieron a clases el día en que se aplicó la vacuna en sus escuelas. Los días que Ana sale a terreno recorre el pueblo junto a su termo porta-vacunas y la mochila con información y autorizaciones que las familias firman.
Las calles del municipio de Ciudad Vieja se encuentran en las faldas del Volcán de Agua y se caracterizan por tener pronunciadas subidas. Ana que siempre ha vivido en esta zona está acostumbrada a recorrerlas y es consciente de que si ella no hiciera este trabajo muchas niñas se quedarían sin el beneficio de la vacuna.
Creo que es una gran oportunidad que las niñas tengan esta vacuna porque nosotros en el centro de salud hemos detectado casos de cáncer cervicouterino, entonces gracias a esta vacuna las niñas no tendrán cáncer.
“Si en nuestros registros aparece que una niña no ha sido vacunada porque los papás no están muy convencidos o porque no vino el día de la vacunación al colegio nosotros los visitamos y llevamos la vacuna hasta su casa” explica Ana.
"Antes esta vacuna era promocionada sólo por los pediatras debido a su costo. Creo que es una gran oportunidad que las niñas tengan esta vacuna porque nosotros en el centro de salud hemos detectado casos de cáncer cervicouterino, entonces gracias a esta vacuna las niñas no tendrán cáncer,” asegura Ana.
La campaña de vacunación contra el cáncer cervicouterino comenzó este año, la meta del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala es vacunar 190 mil niñas de 10 años. La vacuna no tiene ningún costo para las familias y se ha logrado vacunar en un mes a casi la totalidad de población proyectada.