Después de la emergencia, será importante llevar a cabo investigaciones interdisciplinarias para determinar las inequidades y desigualdades en los preparativos, la respuesta y las repercusiones de la COVID-19 a fin de planificar inversiones específicas para abordar los efectos negativos en el ámbito económico y social, y prevenirlos en las situaciones de emergencia de salud pública que se presenten en el futuro.
La pandemia de COVID-19 afecta de distintas maneras a los diferentes grupos de hombres y mujeres. Los riesgos y las consecuencias socioeconómicas que genera recaen de forma desproporcionada en los grupos de la población que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y los que sufren discriminación. Por tanto, es fundamental que en su respuesta a la COVID-19 los países consideren la perspectiva de la equidad, el género, la etnicidad y los derechos humanos a fin de evitar un aumento de las desigualdades; así como que tengan en cuenta la realidad cotidiana de cada uno de los diferentes grupos, pues puede afectar el éxito de las medidas.
La discriminación basada en la etnicidad, el género y la identidad de género, la sexualidad, la clase, la ubicación geográfica o la discapacidad puede actuar como un factor restrictivo clave en el acceso a la salud y en los resultados de salud en el contexto de la COVID-19. Asimismo, puede aumentar el riesgo de infección para las personas de estos grupos, limitar su acceso a los servicios, socavar una respuesta más amplia a la COVID-19 y exacerbar las inequidades subyacentes.
El documento tiene por objetivo guiar a los responsables de formular las políticas nacionales de salud y apoyar sus esfuerzos para integrar y mejorar las consideraciones y los enfoques relativos a la equidad, el género, la etnicidad y los derechos humanos en las medidas que se adopten como parte de la respuesta a la COVID-19. Además, también complementa los documentos técnicos de la OPS en materia de COVID-19 y proporciona vínculos a las fuentes de información y directrices conexas.
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