Presente y futuro de la vigilancia de defectos congénitos en las Américas

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En América Latina y el Caribe aproximadamente 1 de cada 5 defunciones durante los primeros 28 días de vida se debe a defectos congénitos.

Entre 1990 y 2017, la tasa de mortalidad neonatal se redujo de 23 a 10 defunciones neonatales por cada 1.000 nacidos vivos, lo que representa una reducción de 58%. Sin embargo, las desigualdades en la mortalidad neonatal constituyen un aspecto a destacar: en 2008, las tasas de mortalidad neonatal estimadas en los países de la subregión variaban entre 3,8 y 24,6 por 1.000 nacidos vivos.

Los defectos congénitos contribuyen sustancialmente a la carga de morbimortalidad en la Región de las Américas. Existen numerosas iniciativas para concientizar sobre este problema y para implementar acciones de vigilancia en los sectores de salud y de gobierno. Sin embargo, todavía hay un largo camino por recorrer.

Tras tomar en cuenta todos esos aspectos, el Centro Latinoamericano de Perinatología y Salud de la Mujer de la Organización Panamericana de la Salud, en colaboración con el Banco Mundial, consideró oportuno analizar la situación regional en relación con los defectos congénitos, desde la perspectiva epidemiológica y programática, así como analizar los desafíos para orientar a los países en el abordaje de tales defectos, sus determinantes y consecuencias, con el propósito de contribuir a no dejar a nadie atrás.