Esta guía se dirige a todo el mundo et concebida para ayudarle a iniciar una conversación sobre el edadismo en el hogar, en el trabajo, en el aula o con responsables políticos. El edadismo está presente en nuestra forma de pensar, sentir y actuar en relación con los demás y con nosotros mismos en función de la edad, seamos o no conscientes de ello. Está en todas partes: en nuestras instituciones, en nuestras relaciones, en nosotros mismos. Afortunadamente, puede combatirse, pero es preciso actuar colectivamente para sensibilizar sobre el problema y hallar soluciones.
El diálogo es una forma muy eficaz de comprometerse con las cosas que nos importan. Un diálogo permanente y abierto puede ayudarnos a reconocer los mitos y estereotipos que todos hemos interiorizado a lo largo de la vida, a reconocer los casos de edadismo y a comprender que acabar con la discriminación requiere de la acción colectiva. El primer paso para crecer sanamente a cualquier edad y para que las comunidades puedan aprovechar el potencial de todos sus miembros es cuestionar los supuestos y las actitudes. El diálogo también fomenta el tipo de transformaciones personales y políticas necesarias para crear un mundo en el que tengan cabida todas las edades.
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