Después de más de 22 meses de la pandemia de la COVID-19 en la Región de las Américas, se han notificado casos y muertes por COVID-19 en los 56 países y territorios de la Región de las Américas, los sistemas de salud aún enfrentan desafíos y las actividades de inmunización de rutina se están poniendo al día en la mayoría de los países. La pandemia ha afectado el cumplimiento de los indicadores de vigilancia de Enfermedades Prevenibles por Vacunas (EPV). Las restricciones impuestas a la circulación y la preocupación por la pandemia, han limitado las actividades de atención primaria de la salud, incluidos los servicios preventivos como la vacunación, con la consiguiente disminución de la cobertura de vacunación y un aumento de la población susceptible. A esto se suman, los fenómenos migratorios en la Región, el relajamiento de las medidas de salud pública y sociales, además del impacto de la COVID-19 en la capacidad de los sistemas de salud. Por lo tanto, no se puede descartar la ocurrencia de nuevos brotes de EPV de diversa magnitud en la Región de las Américas y el riesgo regional aún se evalúa como: Muy Alto.
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