Campaña de los 28 días - Salud del recién nacido

Campaña de los 28 días

La campaña 28 días, tiempo para cuidar y amar es una iniciativa de la OPS y su Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP) que busca concientizar sobre la importancia del cuidado de los recién nacidos y brindar información de interés y basada en la evidencia para atención del recién nacido, dos cometidos que persiguen brindar cuidados de calidad, contribuir a la reducción de la tasa de mortalidad neonatal,  y concienciar sobre la necesidad de acción ante situaciones que requieran intervenciones específicas.

La campaña apunta a incrementar el conocimiento, las habilidades y la autoconfianza de las madres, familias y cuidadores de recién nacidos, concientizar a profesionales de la salud sobre la importancia de las buenas prácticas de cuidado de los recién nacidos y fomentar la toma de decisiones asertivas para reducir la mortalidad neonatal.

 

En la primera hora posterior al nacimiento, los bebés tienen la capacidad de iniciar por sí solos la lactancia. Al nacer, luego de secarlos suavemente, los recién nacidos son colocados boca abajo directamente sobre la piel del abdomen y del pecho de la madre, sin interferencias en el contacto. El contacto piel a piel en la primera hora de vida facilita que el bebé mantenga su temperatura, reconozca los sonidos ‒también las voces‒, se tranquilice y alcance la meta que el olfato y la vista le señalan: el pecho materno.

En esta posición, con el tiempo necesario, desarrollan una actividad que los lleva a iniciar la succión al pecho alrededor de una hora después de nacer. Es muy importante permitirles iniciar la lactancia en cuanto den señales de estar preparados para ello, sin forzarlos, y no interrumpir este momento hasta que finalice la ingesta de calostro. La lactancia queda instalada desde la primera hora postnatal.

Es recomendable iniciar la lactancia en el transcurso de la primera hora después de nacer y dar al bebé el tiempo necesario en contacto piel a piel con la madre. Es importante no interrumpir este contacto hasta que finalice la ingesta de calostro.

En los primeros cuidados del bebé, la temperatura es un punto clave. Aunque las manos y los pies fríos son habituales en los recién nacidos sanos, esto no significa que sientan frío.

La cercanía permanente de la mamá facilita el contacto piel a piel, que ayuda a mantener la temperatura del bebé estable. Es recomendable retrasar el primer baño luego del nacimiento, en lo posible 24 horas, y evitar las corrientes de aire en el ambiente en que se encuentra el recién nacido. Para el abrigo se usan prendas adecuadas a la temperatura ambiente sumando una o dos más que lo que usaría el adulto, además de un gorro.

Manos o pies fríos son habituales en recién nacidos y no significa que sientan frío. Cuidados como el contacto piel a piel con la madre o retrasar el primer baño por 24 horas ayudan a mantener la temperatura estable.

 

Las vacunas estimulan el sistema de defensas del cuerpo para proteger a la persona contra infecciones o enfermedades posteriores. Es importante aplicar las vacunas a todos los niños y las niñas, de manera oportuna. El calendario de vacunación incluye diferentes vacunas, que se aplican en el transcurso de la infancia, e incluso en la vida adulta.

Las vacunas no solo evitan enfermedades y las discapacidades que pueden generar, sino que también limitan su propagación. Por este motivo son un instrumento de protección individual y también colectivo que afecta a toda la sociedad.

Las vacunas no solo evitan enfermedades, sino que también combaten su propagación. Es importante aplicar las vacunas a todos los niños y las niñas, de manera oportuna. El calendario de vacunación incluye diferentes vacunas, que se aplican en el transcurso de la infancia, e incluso en la vida adulta.

 

La madre va aumentando la producción de leche durante las primeras horas y días después del parto, con el estímulo de la succión del bebé al pecho.

En los primeros minutos postnatales comienza la secreción de calostro, un líquido de color amarillento, de alto valor nutritivo, que aporta beneficios únicos, exclusivos y adecuados para este momento. La ingesta de calostro es de trascendental importancia para los recién nacidos.

Es muy importante que los recién nacidos reciban exclusivamente la leche de su madre y que solo succionen el pecho materno. Cuando los bebés ingieren otros líquidos o alimentos sienten menos apetito por la lactancia, disminuye su demanda para ser amamantados y, como consecuencia, disminuye la producción de leche en la glándula mamaria. La succión de objetos que no sean el pezón puede confundirlos.

Es recomendable que la lactancia se inicie cuanto antes luego del nacimiento, que el bebé succione únicamente el pecho materno y que ingiera el calostro. Luego, la leche de su madre de manera exclusiva.

El cordón umbilical de los bebés debe mantenerse limpio y seco. No se coloca ninguna sustancia u objeto en esa área. Si en el cambio de pañal se nota que hay humedad, olor o enrojecimiento en la piel del ombligo, se debe realizar una consulta.

La piel de los bebés recién nacidos, el líquido amniótico y el vérnix o unto sebáceo que los cubre contienen sustancias que los protegen contra infecciones. Es recomendable no bañarlos hasta por lo menos un día después del nacimiento y no colocar ningún producto ni perfume sobre la piel.

El área del pañal puede ser higienizada con óleo calcáreo, que no se retira luego de la limpieza.

 

El vínculo con la institución de salud donde nació el bebé continúa luego del egreso a través de los controles ambulatorios, visitas al consultorio que permiten confirmar que el recién nacido permanece saludable y que la lactancia fue establecida de manera adecuada.

Algunas condiciones propias de los primeros días de vida deben ser monitoreadas para asegurar el bienestar del bebé: la coloración amarillenta de la piel, el progreso de peso, la evolución del estado del cordón umbilical. Si algún aspecto requiere tratamiento, el control ambulatorio permite iniciarlo oportunamente, de modo de evitar consecuencias en el bebé. Y, fundamentalmente, es un espacio en el que es posible despejar todas las dudas que puedan surgir los primeros días en el hogar. Es por ello que es prioritario concurrir a la cita convenida con el equipo de salud.

Durante los controles ambulatorios se monitorean las condiciones de los primeros días de vida para confirmar que el recién nacido permanece saludable. Es además un espacio para despejar dudas con el equipo de salud. Concurrir a la cita agendada es prioritario.

 

Luego del nacimiento del bebé es muy importante que la madre se mantenga hidratada.

Una dieta variada y saludable, que genere bienestar y evite molestias digestivas, facilita la disponibilidad para el amamantamiento a libre demanda.

Luego del nacimiento, la correcta hidratación de la madre es muy beneficiosa para la producción de leche. Una dieta saludable genera bienestar y facilita la disponibilidad para amamantar.

 

Además de los cuidados de la salud, el registro del nacimiento es fundamental en los primeros días de los recién nacidos. Registrar el nacimiento es la prueba de la existencia de una persona en la sociedad, lo que le da identidad: nombre, apellido, fecha de nacimiento, sexo y nacionalidad. La identidad es uno de los derechos fundamentales del ser humano, caracteriza y distingue a cada persona como un ser único.

Una vez obtenida la identidad, la persona podrá beneficiarse de otros derechos que le correspondan. Es recomendable realizar la inscripción del nacimiento durante la estadía en la maternidad. Si no es posible acceder al registro civil en la institución dAonde nació el bebé, es muy importante solicitar, antes de retirarse, la información que permita realizar el registro en un corto plazo.

Además de los cuidados de la salud, en lo recién nacidos es fundamental el registro de identidad. Es recomendable realizar la inscripción del nacimiento durante la estadía en la maternidad; si no es posible, solicitar allí la información registrarlo en un corto plazo.

 

El contacto prolongado, piel a piel, de los recién nacidos con su madre durante la primera hora postnatal, favorece el inicio de la lactancia y su sostén posterior. Luego del nacimiento, el recién nacido es capaz de iniciar por sí mismo la lactancia. Para favorecer esta capacidad de los bebés, es recomendable, después de secarlo cuidadosamente, colocarlo directamente sobre la piel del torso de la madre tan pronto como sea posible. Esto facilita que mantenga la temperatura, lo favorece el mantenimiento de su temperatura y la posibilidad de alcanzar el pecho materno, iniciar la succión y establecer la lactancia. Para lograrlo, los bebés necesitan alrededor de 45 minutos a dos horas, en las que es fundamental evitar interrumpir el contacto directo entre la madre y el recién nacido y permitir inicio de la succión cuando el bebé da señales de estar preparado, sin forzarlo antes.

Permitir el contacto estrecho y sin interrupciones en la primera hora postnatal constituye el paso 4 de la Iniciativa Hospital Amigo de la Madre y el Niño.
Iniciar la lactancia de este modo facilita su establecimiento exitoso y su duración posterior.

Los bebés que nacen sin complicaciones deben ser colocados en contacto piel a piel con sus madres inmediatamente después del nacimiento, para prevenir la hipotermia e iniciar la lactancia.

 

En todos los recién nacidos, de término y de pretérmino, esperar la ligadura del cordón umbilical de 1 a 3 minutos luego del nacimiento, o hasta que deje de latir, tiene efectos con alcance a corto y largo plazo en la vida. Demorar la ligadura del cordón umbilical permite la transfusión de sangre desde la placenta al recién nacido, lo que mejora sus reservas de hierro para cubrir los requerimientos de este micronutriente durante los primeros seis meses luego del nacimiento. En los primeros dos años de vida estos requerimientos son elevados, debido a la rápida velocidad de crecimiento que los niños experimentan en ese período. En este período, requieren, además del hierro que les aporta el amamantamiento, el hierro de sus depósito. La anemia por déficit de hierro, en los lactantes y niños en sus primeros años de vida, puede aumentar la probabilidad de retraso en el desarrollo y disminución en el rendimiento escolar. Por esta razón la ligadura demorada del cordón umbilical es uno de los cuidados esenciales de los recién nacidos.

El contacto piel con piel al momento de nacer y la ligadura oportuna del cordón umbilical son intervenciones del equipo de salud con efectos en el largo plazo: favorecen el inicio y sostenimiento de la lactancia y las reservas de hierro del bebé.

 

Existen pruebas que evalúan diferentes condiciones de salud antes del egreso de los recién nacidos del centro de atención. Estas pruebas, o tamizajes, permiten diagnosticar enfermedades neurometabólicas o estructurales, como defectos congénitos del corazón o luxación de cadera. Las enfermedades identificadas tempranamente pueden ser tratadas o corregidas y prevenir discapacidades importantes.

La prevención, el diagnóstico oportuno y el tratamiento específico podrían contribuir sustantivamente a la reducción de la carga de mortalidad y morbilidad por condiciones tempranas que tienen implicancias en el curso de vida de los bebés. Muchos países tienen programas y legislación específica al respecto, que determinan el número y tipo de enfermedades evaluadas. La OPS se encuentra elaborando una guía que brinde evidencia acerca de las pruebas y su efectividad.

¿Por qué son importantes los tamizajes al momento del nacimiento? Porque las enfermedades identificadas tempranamente pueden ser tratadas o corregidas y prevenir discapacidades importantes, así como disminuir la mortalidad en recién nacidos.

 

Algunos bebés no respiran o no lloran espontáneamente al nacer. Ante esta situación, cuando los neonatos son no vigorosos, la recomendación inicial es la estimulación manual. Para la recepción de recién nacidos no vigorosos ante situaciones especiales o cuando la estimulación manual no es suficiente, las Guías de Reanimación Neonatal contienen las recomendaciones de tratamiento específico para cada estado de vitalidad individual de los neonatos no vigorosos.

La recomendación para la reanimación neonatal inicial en bebés que no lloran espontáneamente al nacer es la estimulación manual. Otros tratamientos específicos para recién nacidos no vigorosos están establecidos en guías basadas en la evidencia.

 

Luego del nacimiento, el contacto piel a piel inmediato facilita el mantenimiento de la temperatura del bebé durante su transición a la vida fuera del útero, a la vez que potencia la secreción de calostro en la persona puérpera y genera el ambiente propicio para el inicio de la lactancia.

Al igual que los recién nacidos a término, los recién nacidos prematuros tienen derecho al beneficioso contacto piel a piel con su madre en el momento inmediato al nacimiento. En caso de cuidados intensivos se recomienda durante todo el período de internación, siempre que su estabilidad clínica lo permita.

En los bebés prematuros, el contacto piel a piel durante el período de internación puede implementarse las 24 horas de manera continua. Si esto no fuera factible, puede ser realizado de manera intermitente con la mayor frecuencia posible.

Cuando se practica durante todo el período de internación, el contacto piel a piel se asocia con:

A. Disminución de la mortalidad neonatal hasta el primer año de vida.

B. Mayores tasas de lactancia exclusiva o parcial.

C. Velocidad y magnitud de ganancia de peso comparables a las de los prematuros mantenidos en incubadoras.

D. Optimización del vínculo de apego.

Los recién nacidos prematuros, al igual que los de término, se benefician del contacto piel a piel en el momento inmediato al nacimiento y también luego, durante el período de internación, aún si requieren cuidados intensivos.

 

La vitamina K debe ser aplicada inmediatamente luego de la primera hora del nacimiento, en la que transcurrió el contacto piel a piel y el inicio de la lactancia, para prevenir, en los recién nacidos, su déficit, el cual puede exponerlos al riesgo de sangrados.

La primera dosis de vacuna contra la hepatitis B debe ser aplicada a todos los recién nacidos, durante las primeras 24 horas de vida, lo antes posible tras el parto. El esquema de vacunación se completa con otras dos dosis durante el primer año de vida. Se estima que 296 millones de personas están infectadas por el virus de la hepatitis B, de las cuales aproximadamente 360 millones están crónicamente afectadas y en riesgo de enfermedad grave y muerte.

La vacuna contra el virus de la hepatitis B es segura, eficaz y confiere más de un 95% de protección.

La vitamina K y la vacuna contra la hepatitis B se administran tan pronto sea posible, en las primeras horas de vida. Previenen complicaciones derivadas del déficit de vitamina K, como sangrados, y del virus de la hepatitis B, que aqueja a 296 millones de personas.

 

El momento del egreso de los bebés y sus familias del Centro de Salud es una excelente oportunidad para brindr información acerca del cuidado adecuado del recién nacido en su casa.

Esta información incluye temas vinculados al amamantamiento, posturas adecuadas, cuidados generales, baño del bebé, contacto piel a piel, cuidado de los ojos, protección térmica, vacunación, controles posteriores. También se informa sobre seguridad y cuidados en el hogar, signos de alarma, maniobras iniciales de reanimación cardiopulmonar ante eventos inesperados o dónde acudir en caso de urgencia.

Es fundamental brindar a los padres información acerca de los daños que ocasiona el tabaco en el hogar y otras enfermedades respiratorias, incluyendo la COVID 19.

Las visitas de control serán agendadas para continuar la supervisión en el momento del egreso.

El momento del alta es clave para brindar información sobre el manejo adecuado del recién nacido en su casa. Esta información incluye técnicas de secado después del baño, contacto piel a piel, cuidado de los ojos, protección térmica, lactancia exclusiva, posturas adecuadas, nutrición y vacunación. Las visitas de control quedarán coordinadas para mejorar el cuidado general.

 

El manejo inadecuado del oxígeno puede causar retinopatía del prematuro (ROP) y otros daños en los recién nacidos inmaduros. Para reducir los riesgos que su utilización puede generar en estos bebés, debe ser administrado bajo estricta monitorización de los límites de seguridad.

La Guía de Reanimación Neonatal y la Guía de Prevención de la ROP son recursos de apoyo muy confiables, con información clara y consistente para la implementación de medidas seguras. Estas guías estipulan claramente los límites para la administración y el monitoreo del uso de oxígeno, además de establecer los niveles adecuados para disminuir la ocurrencia de ROP. La atención a estas pautas disminuye la carga de la enfermedad por ROP y mejora la sobrevida de los recién nacidos prematuros.

El manejo inadecuado del oxígeno puede causar daños en los recién nacidos inmaduros, por lo que su uso debe ser monitorizado de acuerdo con las recomendaciones de guías basadas en la evidencia.

 

Los recién nacidos prematuros tienen derecho a ser cuidados por un entorno estable, constituido por sus familias junto al equipo de salud. Estas interacciones emocionalmente propicias y receptivas favorecen los aprendizajes tempranos.

Las familias tienen derecho a estar presentes siempre y a ser partícipes activos en la atención del bebé, incluso en situaciones como las de riesgo al nacer o necesidad de internación. La cercanía con los recién nacidos fomenta en los cuidadores primarios el cuidado cariñoso y sensible, clave para lograr el máximo potencial de desarrollo de niños y niñas.

Las familias de los recién nacidos prematuros tienen derecho a constituir, junto al equipo de salud, el entorno estable de cuidados del bebé. La cercanía de la familia con el bebé fomenta el cuidado cariñoso y sensible que favorece el máximo potencial de desarrollo del recién nacido.

El alojamiento conjunto facilita que la madre reconozca las señales de que el bebé está listo para ser alimentado (vigilia, rotación y movimientos de la boca). En un momento clave del establecimiento del vínculo de apego, permanecer juntos favorece que el bebé llore menos y la madre pueda descansar más. Al permanecer juntos, las madres y sus bebés, con la cuna al lado de la cama durante las 24 horas, es posible promover la lactancia a demanda.

Los padres u otras personas del entorno familiar pueden estar presentes, acompañar y colaborar con la madre en los cuidados del bebé.

Los recién nacidos alimentados con lactancia exclusiva solo deben succionar el pecho materno. A menos que esté indicado, no deben recibir ningún otro alimento o líquido, ni succionar otro elemento, como biberones o tetinas.

La administración de otros alimentos puede disminuir el interés del bebé por la lactancia. El uso del biberón puede interferir en el afianzamiento de la succión del recién nacido. Si el bebé pierde el interés por la lactancia al sentirse satisfecho, o si presenta dificultades en la succión, puede ocurrir menor demanda para la lactancia, lo que genera menos estímulo en la glándula mamaria y disminución de la producción de leche en la madre.

La alimentación con leche materna y el alojamiento conjunto en las primeras 24 horas son intervenciones esenciales para fortalecer la lactancia a libre demanda y el vínculo de apego.

El contacto con el equipo de salud para la atención luego del egreso es fundamental para valorar el crecimiento y desarrollo del bebé, identificar situaciones de riesgo y brindar orientación a las familias.

Si el parto fue en un centro de salud, la madre y el recién nacido deben recibir atención posnatal por lo menos durante las primeras 24 horas, antes de ser dados de alta. Si el parto es domiciliario, el primer contacto posnatal debe ser lo antes posible, dentro de las 24 horas posteriores al nacimiento.

Se recomiendan al menos tres contactos posnatales adicionales para todas las madres y los recién nacidos: el día 3 (48 a 72 horas post parto), entre los días 7 a 14, y 6 semanas después del nacimiento.

El lugar para el contacto de atención postnatal es flexible, en el domicilio o en el centro de salud, y puede complementarse con contactos adicionales por teléfono móvil.

El contacto con el equipo de salud para la atención luego del egreso es fundamental para valorar el crecimiento y desarrollo del bebé, identificar situaciones de riesgo y brindar orientación a las familias. Se recomiendan al menos tres consultas ambulatorias entre el nacimiento y las seis semanas de vida.

La ligadura oportuna del cordón umbilical, en comparación con la ligadura inmediata, es beneficiosa para los recién nacidos prematuros porque facilita que alcancen una mayor reserva de hierro. Esta reserva los protegerá en diferentes aspectos que mejoran el pronóstico de neurodesarrollo:

A) Previene la anemia, la cual tiene impacto en el desarrollo cognitivo, motor y conductual.

B) Reduce el riesgo de hemorragia intraventricular, de enterocolitis necrotizante y de sepsis de comienzo tardío.

C) Disminuye los requerimientos de surfactante, de ventilación mecánica y de transfusiones de sangre.

D) Aumenta los niveles de oxigenación cerebral y de presión arterial.

Demorar la ligadura de cordón umbilical entre 30 y 60 segundos en bebés prematuros favorece la transfusión placentaria tanto en los nacimientos por parto vaginal como en nacimientos por cesárea.

La ligadura oportuna del cordón umbilical en los recién nacidos prematuros genera beneficios inmediatos y a largo plazo. Para obtenerlos, se recomienda demorar la ligadura del cordón umbilical entre 30 y 60 segundos luego del nacimiento.

La alimentación con calostro y leche humana con inicio lo más cercano posible al nacimiento es la recomendación para todos los recién nacidos, incluso los prematuros. La alimentación enteral trófica consiste en la administración de calostro o leche humana en cantidades que no tienen consecuencia nutricional, mantenida por varios días hasta que la alimentación completa sea posible.

Al igual que la leche humana, el calostro contiene células y factores que brindan protección frente a una amplia variedad de infecciones, especialmente las intrahospitalarias. El calostro es particularmente rico en estos factores antiinfecciosos y su ingestión durante la primera hora de vida previene la mortalidad neonatal. Además, contienen los nutrientes de mejor digestión y absorción, estimulan la maduración del tracto gastrointestinal y favorecen el mejor neurodesarrollo. Esta alimentación favorece el establecimiento de la flora bacteriana o microbiota más saludable en la especie humana, que tendrá influencia en diversos aspectos de salud en la vida adulta.

El inicio de la alimentación de los bebés prematuros debe comenzar lo más precozmente posible, con calostro y leche humana. El calostro es particularmente rico en factores antiinfecciosos, entre otros beneficios.

 

La atención perinatal y del recién nacido debe estar a cargo de profesionales calificados, en el entendido de que la gestación, el nacimiento y los días posteriores al parto constituyen momentos de gran vulnerabilidad. Estos momentos representan además una ventana de oportunidades para la salud de las mujeres y de quienes nacen, que se extiende a lo largo del curso de vida.

Las instituciones deben contemplar en su visión y misión el perfil de profesionales que aspiran a ser incorporados en la actividad asistencial, así como su nivel de capacitación, previendo la planificación de espacios de actualización profesional continua.

Tanto el acceso a los servicios como la rentabilidad pueden mejorarse significativamente mediante una gestión racional de la distribución de las tareas y responsabilidades de los profesionales de la salud. El Estado debe monitorear que las instituciones que atienden nacimientos y recién nacidos cuenten con recursos humanos especializados para el tipo y nivel de atención, desarrollando políticas de capacitación.

El período desde la gestación hasta el posparto es un momento de vulnerabilidad y representa una ventana de oportunidades para la salud que se extiende al curso de vida. Por eso, la capacitación de recursos humanos calificados y su formación continua es esencial.

 

Algunos problemas graves de salud presentan una ventana de oportunidad para su tratamiento‒a veces, definitivo‒ si son diagnosticados a tiempo. Los programas de seguimiento permiten identificar y abordar posibles daños para monitorearlos de forma sistemática.

La detección temprana para el abordaje terapéutico mejora la calidad de vida, tanto de los recién nacidos como de sus cuidadores, a corto o largo plazo.

Las instituciones de salud, donde se realiza el control de gestaciones y se atiende a los recién nacidos, deben organizar programas de seguimiento para las especialidades requeridas según su nivel de complejidad y población de usuarios.

Asimismo, los programas de seguimiento requieren políticas que aseguren los recursos necesarios para el diagnóstico y tratamiento de problemas graves de salud o situaciones que necesiten atención adicional.

Las instituciones de salud, que atienden gestantes y nacimientos, deben organizar programas de seguimiento para la detección precoz de problemas graves de salud. Estos programas necesitan políticas que aseguren recursos para la atención requerida.

 

En la gestión de la atención postnatal es necesario prever un mecanismo de derivación oportuno y eficiente.

Cuando los nacimientos ocurren en instituciones, se considera que las madres y los recién nacidos deben recibir atención inmediata, como mínimo, durante las primeras 24 horas posteriores al parto. La gestión del sistema de salud debe considerar que, si el nacimiento ocurrió en el domicilio, el primer contacto postnatal con profesionales calificados debe ser lo más pronto posible, dentro de las primeras 24 horas postnatales.

Los nacimientos en instituciones de salud requieren atención postnatal, como mínimo, durante las primeras 24 horas. Cuando el nacimiento es en domicilio, el contacto con personal calificado debe ocurrir dentro de las primeras 24 horas posteriores.

 

Para lograr una correcta atención obstétrica y neonatal no basta con la capacitación del personal de la salud. Además, el número de profesionales debe ser el adecuado para alcanzar los estándares de calidad y seguridad en todas las prácticas. La distribución debe ser gestionada de manera diferenciada de acuerdo al nivel de complejidad de la institución, se trate de atención a gestantes de alto riesgo o de bajo riesgo.

La gestión es responsabilidad de las instituciones de salud mientras que la provisión efectiva de recursos humanos corresponde al Estado.

Además de la capacitación de un número suficiente de profesionales de la salud, una gestión de recursos humanos acorde a estándares de calidad y seguridad es vital para la atención obstétrica o neonatal.

 

El control de la gestación, la preparación para el parto, y los días posteriores, constituyen momentos sensibles para la recepción de mensajes que prevengan situaciones de riesgo. Es también el período oportuno para administrar las vacunas. Las instituciones deben garantizar la entrega de información y la aplicación de las vacunas en procesos de atención eficientes, con personal calificado.

Para cumplir su rol en la prevención de riesgos y enfermedades, el Estado debe incorporar en sus campañas temas como la importancia de las vacunas y las formas de acceso a ellas, así como información de otros servicios de prevención de las instituciones de salud.

 

La gestación y el posparto predisponen a una mejor recepción de mensajes de prevención de enfermedades, además de coincidir con el período de vacunas. Las instituciones de salud deben asegurar procesos de vacunación eficientes con el apoyo de campañas informativas del Estado.

 

Para lograr una correcta atención obstétrica y neonatal no basta con la capacitación del personal de la salud. Además, el número de profesionales debe ser el adecuado para alcanzar los estándares de calidad y seguridad en todas las prácticas. La distribución debe ser gestionada de manera diferenciada de acuerdo al nivel de complejidad de la institución, se trate de atención a gestantes de alto riesgo o de bajo riesgo.

La gestión es responsabilidad de las instituciones de salud mientras que la provisión efectiva de recursos humanos corresponde al Estado.

Además de la capacitación de un número suficiente de profesionales de la salud, una gestión de recursos humanos acorde a estándares de calidad y seguridad es vital para la atención obstétrica o neonatal.

 

Los programas de tamizaje identifican a los bebés que tienen alguna patología antes de que presenten síntomas y permiten su tratamiento específico. Esto puede contribuir sustantivamente a la reducción de la carga de mortalidad y morbilidad por condiciones tempranas, con implicancias en el curso de vida. Las instituciones que atienden nacimientos y recién nacidos deben gestionar la organización y ejecución efectiva de los programas de tamizaje.

Cada país dispone de legislación específica que estipula el espectro de pruebas incluidas en el tamizaje. Las políticas de salud deben facilitar el acceso a los elementos, los dispositivos y el personal calificado para su realización, así como los tratamientos respectivos a cada patología detectada y su eventual seguimiento evolutivo.

Los programas de tamizaje identifican patologías en recién nacidos antes de que presenten síntomas y permiten su tratamiento específico. Cada país dispone de legislación específica que estipula el espectro de pruebas incluidas en el tamizaje, que debe ser apoyado por las políticas de salud.

Testimonios