Virus linfotrópico T humano (HTLV)

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El virus linfotrópico T humano (HTLV) es un retrovirus de transmisión sexual desatendido que se distribuye por todo el mundo. América Latina y el Caribe se consideran áreas de alta prevalencia. Este virus infecta el sistema inmunitario, causando una infección crónica.

Datos clave

· Hay dos tipos principales de HTLV, tipo 1 y 2. El HTLV-1 es más prevalente y se asocia más comúnmente con la enfermedad.
· Según una estimación de 2012, entre 1 y 2,5 millones de personas viven con HTLV-1, pero solo se dispone de datos para 15 países de la región panamericana.
· La mayoría de las personas que viven con HTLV-1 en el mundo aún no son conscientes de su infección.
· El HTLV-1 afecta desproporcionadamente a zonas con bajo índice de desarrollo humano.
· La cobertura del tamizaje de donación de sangre para HTLV-1 se considera alta en América Latina.
· En las comunidades de las primeras naciones de las Américas, la prevalencia de la infección por HTLV-1/2 es heterogénea. En general, la prevalencia dentro de estas comunidades se considera alta, y en algunas comunidades el HTLV tipo 2 es más común que el HTLV-1.
· Las mujeres son las más afectadas por el HTLV.
· No existe vacuna ni tratamiento curativo para la infección por HTLV. Sin embargo, existen tratamientos para las enfermedades asociadas al HTLV-1.

Hoja informativa

El HTLV ataca el sistema inmunitario y causa una infección de por vida.

Algunas personas tienen infección asintomática. Sin embargo, el HTLV-1 puede causar un cáncer de la sangre con una supervivencia corta, llamado linfoma leucémico de células T adultas (ATLL por su sigla en inglés). Muchas enfermedades inflamatorias también son causadas o asociadas al HTLV-1, incluyendo la mielopatía asociada al HTLV-1, la dermatitis infecciosa, la uveítis y la enfermedad pulmonar. Dado que el HTLV-1 infecta el sistema inmunitario, los pacientes que viven con el HTLV-1 pueden tener una respuesta alterada a la coinfección, en particular a Strongyloids stercoralis y a la tuberculosis. Las personas que viven con HTLV-1 tienen una calidad de vida deteriorada y un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas.

- Linfoma de leucemia de células T en adultos (ATLL)

Los síntomas varían según el tipo de ATLL (aguda, linfomatosa, crónica y latente). Los tipos agudos y linfomatosos representan la mayoría de los casos y son las formas más agresivas de ATLL. Los pacientes con ATLL pueden presentar linfadenopatías, hepatoesplenomegalia, hipercalcemia y lesiones cutáneas. Los pulmones, los huesos y otros órganos también pueden verse afectados en los pacientes con ATLL.

- Mielopatía asociada a HTLV-1

La mielopatía asociada a HTLV-1 (HAM, por su sigla en inglés), anteriormente conocida como paraparesia espástica tropical (TSP, por su sigla en inglés), es una enfermedad inflamatoria crónica del sistema nervioso central. La enfermedad se caracteriza por debilidad espástica progresiva de las extremidades inferiores, dolor lumbar y disfunción de la vejiga y los intestinos.

- Dermatitis infecciosa

La dermatitis infecciosa es una manifestación cutánea de la infección por HTLV-1. Se observa con mayor frecuencia en pacientes pediátricos y las lesiones suelen aparecer en el cuero cabelludo, el oído externo, la zona retroauricular, el párpado, la piel paranasal, el cuello, la axila y la ingle. Las lesiones son eritematosas, escamosas y costrosas y suelen ser recurrentes. La infección bacteriana concomitante (Staphylococcus y Streptococcus) es común. Los niños con dermatitis infecciosa tienen más probabilidades de desarrollar ATLL y HAM en la edad adulta.

El HTLV se transmite a través de una variedad de fluidos corporales de personas infectadas, como la sangre, la leche materna, el semen y las secreciones vaginales. Las relaciones sexuales sin condón son una importante vía de transmisión del HTLV. El contacto con sangre y tejidos infectados, a través de la donación de sangre y órganos y al compartir agujas y objetos punzantes puede resultar en la transmisión del HTLV. En algunos países, los donantes de sangre y órganos se someten a pruebas de detección del HTLV. La transmisión vertical se produce principalmente a través de la lactancia materna.

El HTLV no se transmite a través del contacto ordinario del día a día (besos, abrazos, apretones de manos o compartir objetos personales, alimentos o agua).

Se necesita un análisis de sangre para diagnosticar la infección por HTLV. Las pruebas serológicas, como los inmunoensayos enzimáticos (EIA) y la quimioluminiscencia, detectarán la presencia o ausencia de anticuerpos contra el HTLV. Ninguna prueba por sí sola puede proporcionar un diagnóstico definitivo de HTLV. Se necesita una combinación de pruebas. La segunda prueba puede detectar anticuerpos contra diferentes proteínas HTLV (por ejemplo, Western Blotting e inmunoensayo en línea) o puede detectar ADN proviral integrado en el genoma de la célula huésped (mediante reacción en cadena de la polimerasa, PCR). Este enfoque combinado es importante para confirmar la infección por HTLV e informar sobre el tipo de HTLV.

Mientras que el HTLV tipo 1 es el más común y el tipo que generalmente se asocia con la enfermedad, la infección por HTLV tipo 2 es menos frecuente y rara vez se asocia con la enfermedad.

Pueden ocurrir casos raros de coinfección por HTLV tipo 1 y tipo 2.

La información es clave para prevenir la transmisión del HTLV.

Es importante un enfoque combinado, que incluya intervenciones biomédicas, estructurales y conductuales, para prevenir con éxito la diseminación del HTLV dentro de las comunidades.

Las estrategias de prevención incluyen la reducción de las conductas de riesgo, la promoción del sexo seguro y la implementación de programas de reducción de daños para las personas que se inyectan drogas. La detección de HTLV de los donantes de sangre y órganos es importante para prevenir la transmisión parenteral.

En el centro de la estrategia para prevención del HTLV, está la prevención de la transmisión materno infantil del virus. Para reducir el riesgo de transmisión vertical, hay un paquete de intervenciones que se iniciar por el tamizaje e diagnóstico del HTLV durante o previo al embarazo, y la adopción de la suspensión o en acortamiento de la lactancia materna, considerando que esta es la principal via de transmisión de las madres que viven con HTLV a sus niños.

No existe un tratamiento curativo para la infección por HTLV-1/2. Sin embargo, existe tratamiento para las enfermedades asociadas al HTLV-1. Las personas que viven con HTLV-1/2 deben interactuar regularmente con un equipo de atención médica multidisciplinario.

Se les debe asesorar sobre las vías de transmisión y las estrategias de prevención, recibir información sobre las enfermedades asociadas al HTLV-1 y someterse a una evaluación clínica detallada para identificar los signos y síntomas de las enfermedades asociadas al HTLV-1. El diagnóstico y el tratamiento tempranos generalmente se asocian con mejores resultados.

Respuesta de la OPS

La Organización Panamericana de la Salud reconoce al HTLV-1 como un problema de salud pública en la región. La OPS ha estado colaborando con diferentes partes interesadas, incluidos expertos en HTLV, investigadores, sociedad civil, profesionales de la salud, gestores de salud y formuladores de políticas para ampliar y fortalecer la respuesta al HTLV en la región. En consonancia con la inclusión del HTLV-1 en las Estrategias Mundiales del Sector de la Salud sobre, respectivamente, el VIH, las hepatitis virales y las infecciones de transmisión sexual para el período 2022-2030 (GHSS), la OPS está trabajando con sus Estados Miembros para aumentar la conciencia sobre el HTLV y promover políticas de salud pública contra este virus, aprovechar los programas y la capacidad ya instalados en los países, buscando la integración con los programas de VIH/ITS, enfermedades crónicas no transmisibles, servicios de seguridad de la sangre, así como los servicios de atención prenatal y de eliminación de la transmisión materno infantil del VIH, sífilis, hepatitis B y enfermedad de Chagas (ETMI Plus).