• Imagen de mano con lesiones generadas por la sífilis

Sífilis

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La sífilis es una infección bacteriana causada por Treponema pallidum que da lugar a una morbilidad y mortalidad sustanciales. Se trata de una infección de transmisión sexual (ITS) que se transmite entre humanos por el contacto con úlceras infecciosas presentes en los genitales, el ano, el recto, los labios o la boca. También se puede transmitir de la madre al bebé durante el embarazo (sífilis congénita). 

El uso correcto y uniforme de preservativos reduce significativamente el riesgo de infección. La transmisión maternoinfantil de la sífilis (sífilis congénita) es prevenible a través de detección y el tratamiento oportuno de la sífilis en la embarazada. 

La sífilis congénita se puede prevenir fácilmente a través de la detección y tratamiento oportunos de las embarazadas. 

El diagnóstico de la sífilis se basa generalmente en la anamnesis, la exploración física y las pruebas de laboratorio. La sífilis no complicada puede curarse fácilmente con antibióticos. Sin embargo, si no se trata, la enfermedad persiste durante años y causa problemas graves de salud. 

Datos clave
  • Los síntomas de sífilis varían en las diferentes etapas. Generalmente empiezan 21 días después de la infección, pero pueden aparecer en un plazo de entre 9 y 90 días. En muchos casos la sífilis no causa síntomas.
  • Si una mujer embarazada tiene sífilis esta puede transmitirse al bebé. La transmisión maternoinfantil de la sífilis puede prevenirse mediante la detección y el tratamiento tempranos con el antibiótico apropiado (penicilina benzatínica).
  • Aproximadamente un 40% de los bebés nacidos de embarazadas con sífilis no tratadas pueden nacer sin vida o morir a causa de la infección.
  • En la mayoría de los casos, la sífilis puede curarse fácilmente con antibióticos (penicilina). El feto también puede curarse fácilmente con el tratamiento, y el riesgo de resultados adversos en el feto es mínimo si la madre recibe un tratamiento adecuado durante la fase inicial del embarazo (de ser posible, antes del segundo trimestre).
  • La sífilis no tratada aumenta el riesgo de transmitir o contraer el VIH en dos a tres veces en algunos grupos poblacionales.
  • La sífilis afecta de manera desproporcionadamente alta a algunos grupos de población. Este es el caso para los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH), las mujeres trans y las trabajadoras sexuales.
  • En los últimos años las infecciones de sífilis se han incrementado en las Américas. Este incremento se ha producido también en las mujeres embarazadas lo que ha resultado en un incremento en los casos de sífilis congénita.

Hoja informativa

La sífilis es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por una bacteria. Si no se la trata, la enfermedad persiste durante años y puede causar problemas de salud graves. La sífilis se divide en cuatro etapas: La sífilis temprana consta de la sífilis primaria, la sífilis secundaria y la sífilis temprana latente, mientras que la sífilis tardía consta de la sífilis latente tardía y la sífilis terciaria.

La sífilis se puede contraer a través del contacto sexual directo con una úlcera infecciosa (chancro) existente en los genitales, el ano, el recto, los labios o la boca, mediante relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin protección con una persona que tenga sífilis. Se puede contraer de nuevo aunque ya se la haya tenido en el pasado y se haya recibido tratamiento. La transmisión sexual se produce generalmente durante las infecciones primaria, secundaria o latente temprana. La sífilis también se puede contagiar a través de transfusiones de sangre. Alrededor de un 50% de las embarazadas con sífilis no tratada transmiten la infección al hijo antes del nacimiento.

El uso correcto y uniforme de preservativos reduce significativamente el riesgo de infección. Si las úlceras se encuentran en una zona no cubierta por el preservativo puede producirse la transmisión. La sífilis congénita es prevenible mediante la detección temprana y el tratamiento inmediato para la sífilis en las embarazadas.

Los síntomas varían en las diferentes etapas. Generalmente empiezan 21 días después de la infección, pero pueden aparecer en un plazo de entre 9 y 90 días. La sífilis primaria se manifiesta generalmente por una única úlcera (chancro) en el lugar de la inoculación. El chancro primario puede pasar desapercibido.

Si no se la trata, la enfermedad progresa a la etapa secundaria que puede causar erupciones cutáneas, fiebre y ganglios linfáticos hinchados. La erupción cutánea de la sífilis secundaria puede ser muy diversa y puede imitar otros trastornos infecciosos o no infecciosos, pero afecta de manera característica a las palmas de las manos y las plantas de los pies. La erupción cutánea es con frecuencia simétrica y no causa escozor, pero puede tener varias manifestaciones y puede ser lo bastante pequeña como para pasar desapercibida. En las áreas del cuerpo calientes y húmedas, como el ano y los labios vulvares, aparecen lesiones blancas o grises sobreelevadas como consecuencia de la diseminación de los treponemas procedentes de la lesión primaria. Los signos y síntomas de la sífilis secundaria se resuelven espontáneamente, incluso sin tratamiento, pero si no se trata al paciente este pasa a la etapa latente.

En la etapa latente, que puede durar años, las bacterias continúan estando presentes en el organismo, pero no hay ningún signo ni síntoma. La mayoría de los pacientes continúan en la etapa latente si no reciben tratamiento, pero alrededor de un 25% presentan una sífilis terciaria. Las manifestaciones principales de la sífilis terciaria son la enfermedad neurológica (neurosífilis), las enfermedades cardiovasculares (cardiosífilis) y los granulomas (lesiones gomosas o goma sifilítica). La sífilis terciaria puede afectar a cualquier órgano del cuerpo hasta 30 años o más después de la infección y puede resultar mortal.

La neurosífilis puede aparecer en cualquier etapa de la infección sifilítica, incluso en los primeros meses. Las manifestaciones neurológicas iniciales consisten en alteraciones agudas del estado mental, meningitis (inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal), accidente cerebrovascular, disfunción de pares craneales, y anomalías auditivas u oftálmicas y oculares.

Si una mujer embarazada tiene sífilis puede producirse una transmisión maternoinfantil. La transmisión maternoinfantil de la sífilis (sífilis congénita) suele ser devastadora para el feto en los casos en los que la infección materna no se detecta y trata de manera suficientemente temprana en el embarazo.

Si la sífilis no se trata durante el embarazo puede conducir a una prematuridad, peso bajo al nacer, mortinatalidad, muerte poco después del nacimiento u otras secuelas en el recién nacido, incluidas las manifestaciones inflamatorias que afectan a los ojos, oídos y articulaciones, así como malformaciones esqueléticas debidas al daño durante el desarrollo en las etapas tempranas de la sífilis.

Es importante tener presente que muchos recién nacidos con infección sifilítica pueden no mostrar síntomas ni signos clínicos evidentes. La transmisión maternoinfantil de la sífilis puede prevenirse mediante la detección y el tratamiento tempranos con el antibiótico apropiado (penicilina).

El diagnóstico de la sífilis se basa generalmente en la anamnesis, la exploración física y las pruebas de laboratorio. Las pruebas diagnósticas rápidas (PDR) en el lugar de atención para el tamizaje de las infecciones de sífilis pueden proporcionar los resultados en 10 a 15 minutos y pueden realizarse en cualquier entorno ya que no requieren una conservación refrigerada ni equipos de laboratorio. La OMS recomienda el uso, en embarazadas, de una PDR doble para detectar infecciones para el VIH y la sífilis. Sin embargo, un resultado positivo de una PDR de sífilis no permite diferenciar entre la infección activa y las infecciones tratadas anteriormente, aunque es un recurso importante para el inicio del tratamiento, sobre todo en las embarazadas y en los grupos poblacionales a los que es difícil llegar. Sin embargo, ahora se encuentran disponibles PDR que pueden detectar tanto la infección activa de sífilis como la pasada.

Para obtener más información, consulte las Directrices de la OMS sobre el tamizaje y el tratamiento de la sífilis en embarazadas (Sólo en inglés).

En la mayoría de los casos, la sífilis puede curarse fácilmente con antibióticos (penicilina). El feto también puede curarse fácilmente con el tratamiento, y el riesgo de resultados adversos en el feto es mínimo si la madre recibe un tratamiento adecuado durante la fase inicial del embarazo (de ser posible, antes del segundo trimestre). Puede consultarse información más detallada sobre el tratamiento en la Directrices de la OMS para el tratamiento de sífilis (Sólo en inglés).

Respuesta de la OPS
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Esta es una de las 30 afecciones que la Iniciativa de Eliminación se ha propuesto eliminar en la Región de las Américas para el año 2030.