Cochliomyia hominivorax es una mosca verde azulada de 10-15 mm, exclusiva del continente americano. Su larva (gusano barrenador del ganado) es un parásito obligado (necesita de un huésped para reproducirse) que puede invadir los tejidos de cualquier animal de sangre caliente, incluidos los humanos.
La miasis por C. hominivorax en animales (bicheras o gusaneras) es la más importante, por número y gravedad, provocando históricamente grandes pérdidas económicas en ganado desde el sur de los Estados Unidos hasta el norte de Argentina.
La hembra de C. hominivorax se aparea una sola vez en su vida, pudiendo producir hasta 4.000 huevos, depositados en paquetes de 12 a 400 huevos en la piel del huésped. Las larvas emergen a las pocas horas, penetran cualquier herida preexistente y empiezan a alimentarse. Después de 4 u 8 días, caen al suelo, se entierran un par de centímetros en la tierra y se transforman en pupas. La mosca adulta emerge en poco menos de una semana cuando hay calor intenso y humedad, o en más tiempo cuando el clima es templado. Las moscas se aparean a los 3 o 4 días y en unos pocos días más las hembras inician la oviposición. Las moscas adultas viven unas dos semanas y se alimentan de los jugos de las plantas. Las hembras pueden desplazarse a unos 50 km del punto de nacimiento; además, pueden ser llevadas a distancias considerables por los vehículos en los que se posan.
Las larvas, que tienen forma de tornillo y miden unos 12 mm de largo, destruyen los tejidos donde se albergan y quedan cubiertas por el exudado de la herida, atrayendo otras moscas, tanto de la misma especie como de otras, que depositan más huevos (o larvas). Las infecciones bacterianas secundarias de las heridas invadidas por las larvas de C. hominivorax son frecuentes y agravan el cuadro clínico, tanto por su propia acción como por la atracción de otras moscas.
La invasión de las larvas no se limita a heridas tegumentarias, sino que también puede ocurrir en cavidades abiertas del cuerpo, tales como fosas nasales, boca, órbitas, oído externo y vagina. Las manifestaciones clínicas consisten en un fuerte dolor en la región afectada y en un intenso prurito que obliga al animal (o al humano) a rascarse. Si los animales no son tratados, la continua destrucción tisular produce dolor y desasosiego que interfiere con el pastoreo y causa pérdida de peso. A veces hay postración y muerte; cuando las moscas son muy abundantes, la mortalidad puede
Las miasis humanas se presentan entre pobladores rurales, sobre todo en áreas y épocas en las que hay gran abundancia de moscas C. hominivorax, cuya reproducción está asegurada sobre todo por los animales domésticos. En consecuencia, cuando abundan las miasis en los animales, pueden presentarse casos múltiples en el hombre.
La miasis humana es clínicamente similar a la de los animales. Además de la miasis de heridas y úlceras (úlceras varicosas de las piernas), se presenta una forma furunculosa, caracterizada por un nódulo cutáneo no migratorio. Las miasis de las cavidades naturales se deben también, la mayor parte de las veces, a larvas de C. hominivorax. La invasión de las fosas nasales (rinomiasis) es la más frecuente y ocurre en general como una complicación de la ocena. Las larvas de C. hominivorax destruyen muchas veces los cartílagos y la bóveda palatina, pueden penetrar en los senos nasales e, incluso, llegar a la cavidad craneana. La forma ocular puede destruir el ojo.
Los programas regionales de erradicación, mediante la técnica de liberación de gran número de machos criados en condiciones artificiales y esterilizados con rayos gamma, han dado buenos resultados. Estos programas han permitido la erradicación del gusano barrenador de los Estados Unidos, México y América Central. Sin embargo, no es 100% efectiva y es económicamente muy costosa, pues debe mantenerse de forma continua para evitar la introducción de machos fértiles o la reproducción de machos locales residuales, como lo demuestran las reapariciones epizoóticas que se presentan regularmente.
La OPS, en articulación con otras organizaciones involucradas, capacita y asesora a los países miembros en el desarrollo/actualización de lineamientos para la vigilancia, prevención y tratamiento de las miasis por C. hominivorax en humanos, bajo el enfoque Una Salud.