• Mercurio

Mercurio

El mercurio es tóxico para la salud humana, planteando una amenaza particular para el desarrollo del niño in útero y en la niñez. Mercurio existe en diversas formas: elemental (o metálico); inorgánico (por ejemplo, cloruro mercúrico); y orgánico (por ejemplo, metilmercurio y etilmercurio), cada uno con diferentes efectos tóxicos, incluidos en los sistemas nervioso, digestivo y inmunitarios, y en los pulmones, los riñones, la piel y ojos.

Se ha calculado que, en algunas poblaciones de pesca de subsistencia, entre 1,5/1000 y 17/1000 niños presentaran efectos cognoscitivos debido al consumo de pescados con mercurio. El mercurio liberado en el ambiente proviene principalmente de la actividad humana, en particular de las estaciones de quema de carbón, sistemas de calefacción residenciales, los incineradores de desechos y como resultado de minería primaria de mercurio, oro y otros metales. Una vez en el ambiente, el mercurio elemental se transforma naturalmente en el metilmercurio que bioacumula en pez y moluscos y crustáceos.

La exposición humana ocurre principalmente mediante la inhalación de los vapores de mercurio elementales durante los procesos industriales y mediante el consumo de los peces y moluscos y crustáceos contaminados. Las intervenciones para prevenir las liberaciones ambientales y la exposición humana incluyen:

  • la eliminación de la producción y el uso de mercurio en la minería e industria;
  • la promoción del uso de las fuentes de energía limpias que no dependen de la quema de carbón;
  • el cambio a los termómetros y los esfigmomanómetros sin mercurio en la atención de salud;
  • y la ejecución del manejo seguro, de uso y desecho de productos y desechos que contiene mercurio.
Hoja informativa
  • El mercurio es un elemento que está presente de forma natural en el aire, el agua y los suelos.
  • La exposición al mercurio (incluso a pequeñas cantidades) puede causar graves problemas de salud y es peligrosa para el desarrollo intrauterino y en las primeras etapas de vida.
  • El mercurio puede ser tóxico para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel y los pulmones riñones y ojos.
  • Para la OMS, el mercurio es uno de los diez productos o grupos de productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública.
  • La principal vía de exposición humana es el consumo de pescado y marisco contaminados con metilmercurio, compuesto orgánico presente en esos alimentos.
  • El metilmercurio es muy diferente del etilmercurio. Este se utiliza como conservante en algunas vacunas y no supone un riesgo para la salud.

El mercurio existe en varias formas: elemental (o metálico) e inorgánico (al que la gente se puede ver expuesta en ciertos trabajos); u orgánico (como el metilmercurio, que penetra en el cuerpo humano por vía alimentaria). Estas formas de mercurio difieren por su grado de toxicidad y sus efectos sobre los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel y los pulmones riñones y ojos.

El mercurio, presente de forma natural en la corteza terrestre, puede provenir de la actividad volcánica, la erosión de las rocas o la actividad humana. Esta última es la principal causa de las emisiones de mercurio, procedentes sobre todo de la combustión de carbón en centrales eléctricas, calefacciones y cocinas, de procesos industriales, de la incineración de residuos y de la extracción minera de mercurio, oro y otros metales.

Una vez liberado el mercurio al medio, ciertas bacterias pueden transformarlo en metilmercurio. Este se acumula entonces en peces y mariscos (se entiende por bioacumulación una concentración de la sustancia más elevada en el organismo que en su entorno). El metilmercurio pasa también por un proceso de biomagnificación. Los grandes peces depredadores, por ejemplo, tienen más probabilidades de presentar niveles elevados de mercurio por haber devorado a muchos peces pequeños que a su vez lo habrán ingerido al alimentarse de plancton.

Las personas pueden verse expuestas a cualquiera de las formas de mercurio en diversas circunstancias. Entretanto, las principales vías de exposición son el consumo de pescado y marisco contaminado con metilmercurio y la inhalación, por ciertos trabajadores, de vapores de mercurio elemental desprendidos en procesos industriales. El hecho de cocinar los alimentos no elimina el mercurio presente en ellos.

El mercurio y la salud

Todas las personas están expuestas a cierto nivel de mercurio. En la mayoría de los casos se trata de niveles bajos, debidos casi siempre a una exposición crónica (por contacto prolongado, ya sea intermitente o continuo). Pero a veces la gente se ve expuesta a niveles elevados de mercurio, como ocurre en caso de exposición aguda (concentrada en un breve lapso de tiempo, a menudo menos de un día) debida por ejemplo a un accidente industrial.

Entre los factores que determinan eventuales efectos sobre la salud, así como su gravedad, están los siguientes:

  • la forma de mercurio de que se trate;
  • la dosis; 
  • a edad o el estadio de desarrollo de la persona expuesta (la etapa fetal es la más vulnerable);
  • la duración de la exposición;
  • la vía de exposición (inhalación, ingestión o contacto cutáneo).

En términos generales hay dos grupos especialmente vulnerables a los efectos del mercurio. Los fetos son sensibles sobre todo a sus efectos sobre el desarrollo. La exposición intrauterina a metilmercurio por consumo materno de pescado o marisco puede dañar el cerebro y el sistema nervioso en pleno crecimiento del bebé. La principal consecuencia sanitaria del metilmercurio es la alteración del desarrollo neurológico. Por ello, la exposición a esta sustancia durante la etapa fetal puede afectar ulteriormente al pensamiento cognitivo, la memoria, la capacidad de concentración, el lenguaje y las aptitudes motoras y espacio-visuales finas del niño.

El segundo grupo es el de las personas expuestas de forma sistemática (exposición crónica) a niveles elevados de mercurio (como poblaciones que practiquen la pesca de subsistencia o personas expuestas debido a su trabajo). En determinadas poblaciones que practican la pesca de subsistencia (del Brasil, el Canadá, China, Columbia y Groenlandia) se ha observado que entre 1,5 y 17 de cada mil niños presentaban trastornos cognitivos (leve retraso mental) causados por el consumo de pescado contaminado.

Un importante ejemplo de exposición al mercurio con consecuencias para la salud pública se produjo en Minamata (Japón) entre 1932 y 1968: durante aquellos años una fábrica de ácido acético estuvo vertiendo en la bahía de Minamata líquidos residuales que contenían elevadas concentraciones de mercurio. En la bahía había abundantes peces y mariscos que constituían el principal medio de vida de los ribereños y pescadores de otras zonas.

Durante muchos años nadie advirtió que los peces estaban contaminados con mercurio y que ello provocaba una extraña dolencia que afectaba a la población de la localidad y otros distritos. Al menos 50.000 personas resultaron afectadas en mayor o menor medida, y se acreditaron más de 2000 casos de la enfermedad de Minamata, que alcanzó su apogeo en el decenio de 1950, con enfermos de gravedad afectados por lesiones cerebrales, parálisis, habla incoherente y estados delirantes.

El mercurio elemental y el metilmercurio son tóxicos para el sistema nervioso central y el periférico. La inhalación de vapor de mercurio puede ser perjudicial para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo y los pulmones y riñones, con consecuencias a veces fatales. Las sales de mercurio inorgánicas son corrosivas para la piel, los ojos y el tracto intestinal y, al ser ingeridas, pueden resultar tóxicas para los riñones.

Tras la inhalación o ingestión de distintos compuestos de mercurio o tras la exposición cutánea a ellos se pueden observar trastornos neurológicos y del comportamiento, con síntomas como temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea o disfunciones cognitivas y motoras. En trabajadores expuestos durante varios años a niveles atmosféricos de al menos 20 μg/m3 de mercurio elemental se pueden observar signos subclínicos leves de toxicidad para el sistema nervioso central. Se han descrito efectos en los riñones que van de la proteinuria a la insuficiencia renal.

Hay varias formas de prevenir los efectos perjudiciales para la salud, por ejemplo, fomentar las energías limpias, dejar de utilizar mercurio en las minas auríferas, acabar con la minería del mercurio o eliminar progresivamente productos no esenciales que contienen mercurio.

Promover el uso de energía limpia que no dependa de la combustión del carbón.

La combustión de carbón para la generación de electricidad y calor es una fuente importante de mercurio. El carbón contiene mercurio y otros contaminantes peligrosos de la atmósfera que son liberados cuando el carbón se quema en las plantas generadoras de electricidad, los quemadores industriales y las estufas domésticas.

Acabar con la minería del mercurio y el uso de mercurio en la extracción de oro y otros procesos industriales.

El mercurio es un elemento que no se puede destruir. Por lo tanto, cabe la posibilidad de reciclar y destinar a otros usos el mercurio que ya está en circulación, sin necesidad de seguir extrayéndolo de las minas. El uso de mercurio en la minería aurífera artesanal y de pequeña escala es especialmente peligroso y tiene importantes consecuencias para la salud de las poblaciones vulnerables. Hay que promover y aplicar técnicas de extracción del oro sin mercurio (y sin cianuro), y allí donde todavía se utilice mercurio hay que emplear métodos de trabajo más seguros para prevenir la exposición.

Eliminar progresivamente el uso de productos no esenciales que contengan mercurio e implantar métodos seguros de manipulación, uso y eliminación de los restantes productos con mercurio.

El mercurio está presente en muchos productos, entre ellos los siguientes:

  • pilas;
  • instrumental de medida como termómetros y barómetros;
  • interruptores y relés eléctricos en diversos aparatos;
  • lámparas (incluidos ciertos tipos de bombilla);
  • amalgamas dentales (para empastes);
  • productos para aclarar la piel y otros cosméticos;
  • productos farmacéuticos.

Se están adoptando muy diversas medidas para reducir los niveles de mercurio en ciertos productos o retirar progresivamente otros productos que lo contienen. En el sector sanitario los termómetros y tensiómetros que contienen mercurio están siendo reemplazados por dispositivos alternativos.

En los servicios de atención de salud de casi todos los países se utilizan amalgamas dentales. En 2009, una consulta de expertos organizada por la OMS arrojó la conclusión de que una prohibición mundial y a corto plazo de las amalgamas plantearía problemas de salud pública y para el sector de la odontología, pero que en cambio convenía proseguir su eliminación gradual fomentando la prevención y alternativas a las amalgamas, así como actividades de investigación y desarrollo para obtener alternativas costo-eficaces, la formación de los profesionales del ramo y un mayor nivel de conciencia pública.

A algunos productos para aclarar la piel se les añaden cantidades importantes de mercurio inorgánico. Muchos países han prohibido los productos de este tipo que contienen mercurio porque son peligrosos para la salud humana.

El mercurio, en forma de tiomersal (etilmercurio), se utiliza en cantidades muy pequeñas como conservante en algunas vacunas y productos farmacéuticos. El metilmercurio es muy diferente del etilmercurio. Este es metabolizado rápidamente por el organismo y no se acumula. La OMS ha seguido de cerca durante más de 10 años las evidencias científicas sobre el uso del tiomersal como conservante de las vacunas y ha llegado sistemáticamente a la misma conclusión: no hay pruebas de que la cantidad de tiomersal utilizada en las vacunas suponga un riesgo para la salud.

La liberación incesante del mercurio en el ambiente como resultado de las actividades humanas, la presencia del metal en la cadena de producción alimentaria y sus efectos negativos demostrados en los seres humanos despertaron tal interés que en 2013 los gobiernos adoptaron el Convenio de Minamata sobre el mercurio. En el cuadro del Convenio, los Gobiernos Parte se comprometen a aplicar una serie de medidas, entre ellas acabar con las emisiones de mercurio a la atmósfera y reducir paulatinamente los productos que contienen este elemento.

La Organización Mundial de la Salud publica datos sobre las consecuencias sanitarias de las diversas formas de mercurio, pautas para determinar qué poblaciones están en peligro de exposición, herramientas para reducir esa exposición y directrices para sustituir los termómetros y esfigmomanómetros con mercurio en la atención de salud. La OMS encabeza proyectos para fomentar una buena gestión y eliminación de los desechos de la atención sanitaria y ha facilitado el desarrollo y validación de un esfigmomanómetro sin mercurio, de precio asequible.

Minería aurífera artesanal y en pequeña escala

La minería aurífera artesanal y en pequeña escala (MAPE) es una fuente importante de emisiones atmosféricas de mercurio, debido al aumento del precio del oro y de la pobreza en los países de ingresos bajos o medianos. La MAPE es considerada en muchos casos como en el sector informal, en asentamientos no planificados en áreas remotas. Las técnicas de extracción y procesamiento son accesibles y a veces basada en trabajo intensivo, en general compartida por la familia y por eso incluye mujeres, ancianos y niños y niñas. Son reconocidos los elevados riesgos y exposiciones a peligros para la salud y el medioambiente.

El Convenio de Minamata requiere que el Plan de Acción Nacional para la minería aurífera artesanal y en pequeña escala (MAPE) incluya una estrategia de salud pública sobre las exposiciones al mercurio. Para apoyar a las autoridades de salud pública, la OMS ha preparado guías sobre el desarrollo de una estrategia de salud pública basada en la evidencia para la MAPE.

Webinario
Documento de orientación de la OMS sobre el desarrollo de estrategias de salud pública en el contexto del Convenio de Minamata.
21 octubre, 2021

Grabación:

Ponencias:
Perspectivas del proyecto piloto- Mirko Winkler
Guía paso a paso- Astrid Knoblauch
Recursos para el desarrollo de capacidades- Dra. Ana Boischio
Estrategia de intervención en el consumo de pescado en comunidades indígenas- Claudia Maribel Vega, PhD
Gestión Ambientalmente Racional de Mercurio y Productos Conteniendo Mercurio y sus Desechos del Sector de la Minería Artesanal y a Pequeña Escala de Oro y del sector Salud- GAR Mercurio

Para más información, ver documentos de la OMS sobre la MAPE, bajo Boletines Técnicos

Informes de talleres

Sector de salud en el Convenio de Minamata sobre Mercurio, Kingston, Jamaica, 18-19 de octubre de 2016

Este taller tuvo como objetivo promover la comprensión de los roles del sector de la salud en el Convenio de Minamata sobre Mercurio y facilitar la implementación de la Resolución 67.11 de la Asamblea Mundial de la Salud: "Impactos en la salud pública de la exposición al mercurio y los compuestos de mercurio: el papel de la OMS y ministerios de salud pública en la implementación de la Convención de Minamata ". Estas funciones del sector de la salud se abordaron mediante ajustes de talleres similares celebrados en octubre de 2015 en Montevideo, Uruguay, y en junio de 2015 en Bonn, Alemania.

Los participantes incluyeron a veinte representantes de países de habla inglesa en la región del Caribe de los Ministerios de Salud (Jamaica, San Kitts y Nieves, Guyana, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y Surinam), Medio Ambiente (Bahamas), Crecimiento económico y creación de empleo (Jamaica); Agencia Nacional de Medio Ambiente y Planificación (Jamaica); Universidad de las Indias Occidentales (Jamaica y Trinidad y Tobago) y Universidad de Tecnología (Jamaica); Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA); y otros profesionales de organizaciones no gubernamentales (Cuidado de la salud sin daños y Consejo de oro artesanal) con experiencia en temas relacionados con el mercurio.
Los puntos clave abordados durante el taller incluyeron productos para aclarar la piel que contienen mercurio y el consumo de pescado, ambos de uso frecuente en el Caribe. Los participantes proporcionaron una evaluación del taller al final del evento.

Salud en la implementación del Convenio de Minamata sobre el Mercurio, Montevideo, Uruguay, 7-8 octubre de 2015

El taller tuvo como objetivo apoyar la implementación de la Resolución de la Asamblea Mundial de la Salud (WHA67.11) de Mayo de 2014 sobre la función de la Organización Mundial de Salud y de los Ministerios de la Salud en la Convención de Minamata sobre el mercurio. Participaran presencialmente del taller 17 países de habla hispánica de la región, profesionales con experiencia en temas del convenio, incluyendo diferentes países e Uruguay, además de la participación virtual de personal de salud de las provincias en Uruguay.

Fue elaborada y firmada una declaración de Montevideo con el acuerdo de se nombrar punto focal en salud en los países para participar de la implementación del convenio. Al final del taller, participantes tuvieran la oportunidad de compartir sus grados de satisfacción con el evento, presentados en la evaluación debajo disponible.

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