Enfermedades prevenibles por vacunación

Vacunación

Información sobre vacunas para enfermedades prevenibles por vacunación

 Acerca de la vacuna contra fiebre amarilla 

La fiebre amarilla es una zoonosis propia de algunas regiones tropicales de América del Sur y África, que a través del tiempo ha causado numerosas epidemias con elevadas tasas de mortalidad. Su agente etiológico es el virus de la fiebre amarilla, un arbovirus del género Flavivirus (familia Flaviviridae). La transmisión se produce por la picadura de algunas especies de mosquitos: En las zonas selváticas de las Américas, por mosquitos de los géneros Haemagogus y Sabethes. En las zonas urbanas, por el mosquito Aedes aegypti.

La fiebre amarilla se puede prevenir con la vacuna de virus atenuado de fiebre amarilla, cepa 17D, que se considera eficaz y segura, y se la utiliza hace más de 60 años para la inmunización activa de niños y adultos contra la infección por el virus de la fiebre amarilla. Confiere inmunidad duradera, quizá para toda la vida.

Las estrategias de vacunación contra la fiebre amarilla utilizadas en la Región de las Américas incluyen: 1) la introducción de la vacuna contra la fiebre amarilla en los programas nacionales de inmunización para los niños de 1 año de edad en todos los países con enfermedad endémica; 2) campañas de vacunación durante períodos interepidémicos; 3) campañas de vacunación en respuesta a brotes o epizootias y 4) administración de la vacuna a viajeros que se desplazan a zonas con riesgo de transmisión del virus de la fiebre amarilla, salvo para quienes la vacunación está contraindicada.

Se recomenda aplicar la vacuna contra la fiebre amarilla a partir de los 12 meses de edad. En caso de brotes, se puede aplicar a partir de los 6 meses.

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Acerca de la vacuna contra la hepatitis

Acerca de la vacuna contra la hepatitis

La hepatitis es una enfermedad aguda del hígado, de remisión normalmente espontánea, provocada por el virus de la hepatitis. El virus de la hepatitis A (VHA) se transmite de una persona a otra fundamentalmente por vía fecal-oral. La incidencia de la hepatitis A está estrechamente relacionada con el desarrollo socioeconómico. Las modalidades más frecuentes de esta transmisión son el contacto personal estrecho con personas infectadas y la ingestión de alimentos y agua contaminada.

El virus está distribuido por todo el mundo y es la causa de alrededor de 1,5 millones de casos clínicos de hepatitis al año. El único reservorio del virus es el ser humano

Hay ya millones de personas vacunadas contra el VHA. Las vacunas actuales se toleran bien y no hay una relación estadística entre su utilización y la aparición de efectos adversos graves. Como contraindicaciones a la vacunación contra la hepatitis A cabe mencionar una alergia conocida a cualquiera de los componentes de la vacuna. Se puede administrar con todas las otras vacunas incluidas en el Programa Ampliado de Inmunización y con las que normalmente se prescriben para los viajes. Ninguna de las vacunas están autorizadas para su administración a niños de 1 año.

La planificación de los programas de inmunización en gran escala contra la hepatitis A debe incluir un análisis cuidadoso de la relación costos-beneficios y de la sostenibilidad de las diversas estrategias de prevención que se pueden aplicar, así como una evaluación de las posibles consecuencias epidemiológicas a largo plazo con diferentes niveles de cobertura.

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Acerca de la vacuna contra influenza

La finalidad principal de la vacunación contra la influenza estacional es evitar los casos graves de gripe y sus complicaciones. En la actualidad, 39 países y territorios de las Américas ofrecen vacunación contra la influenza a grupos de alto riesgo definidos en cada país.

El Grupo Técnico Asesor sobre Enfermedades Prevenibles por Vacunación de la OPS (GTA) recomienda que los siguientes grupos de individuos sean vacunados para reducir la incidencia de la enfermedad grave y la muerte prematura: embarazadas, niños de 6 meses a 5 años, personas mayores, pacientes con enfermedades médicas crónicas y profesionales sanitarios. Debido a la vulnerabilidad de las embarazadas a las complicaciones por la infección de influenza, el GTA insta a los países a que aumenten la cobertura de vacunación de las embarazadas. La vacunación contra la influenza en el embarazo se considera segura y se recomienda su administración durante la temporada de gripe a todas las mujeres en cualquier momento de la gestación. Esta recomendación se fundamenta no sólo en el posible curso grave de la gripe durante el embarazo, sino también para proteger a los lactantes contra la gripe durante sus primeros meses de vida, cuando son más vulnerables.

La vacuna contra la influenza está disponible en dos preparaciones, la vacuna contra la Influenza Inactivada Trivalente o Cuadrivalente (TIV o QIV) y la vacuna contra la Influenza Viva, Atenuada (LAIV). TIV y LAIV son antigénicamente equivalentes y contienen tres cepas de influenza anualmente recomendadas: gripe de tipo A (H3N2), gripe de tipo A (H1N1) y gripe de tipo B. QIV contiene además de estas tres cepas una adicional de tipo B. Cada año, los virus de la influenza a incluir en la vacuna se evalúan sobre la base de la vigilancia mundial para los virus de la influenza.

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Acerca de la vacuna contra la poliomielitis

La poliomielitis (polio) es una enfermedad viral, sumamente contagiosa, que afecta principalmente a los niños pequeños. El virus se transmite a través de los alimentos y agua contaminados, y se multiplica en el intestino, de donde puede invadir el sistema nervioso.

Muchas personas infectadas no tienen síntomas, pero excretan el virus en sus heces y por lo tanto, pueden transmitir la infección a los demás. Los síntomas iniciales de la poliomielitis incluyen fiebre, fatiga, dolor de cabeza, vómitos, rigidez en el cuello, y dolor en los miembros.

En una proporción pequeña de casos, la enfermedad causa parálisis, que muchas veces es permanente. La poliomielitis sólo puede prevenirse mediante vacunación.

Acerca de rubéola

La rubéola es una enfermedad viral contagiosa que ocurre más seguido en niños. El virus es transmitido a través de las vías respiratorias, y los síntomas aparecen usualmente a las 2-3 semanas después de la exposición. En niños, la enfermedad es usualmente leve, con fiebres bajas, náuseas y erupciones transitorias. Los adultos pueden desarrollar artritis y dolores en las conyunturas. La infección durante el embarazo temprano puede causar la muerte del feto o el síndrome de rubéola congénita (SRC), el cual se caracteriza por defectos múltiples, particularmente al cerebro, corazón, ojos y oídos. No hay tratamiento específico para la rubéola. La enfermedad puede ser prevenida por vacunación.

Hoja informativa 2015: Eliminación de la rubéola y el síndrome de la rubéola congénita en las Américas