“Si vis pacem, para bellum”
La fiebre aftosa no afecta a los humanos pero es altamente contagiosa para algunas especies de animales de producción (bovinos, búfalos, porcinos, ovinos y caprinos). Por lo que puede afectar el suministro de alimentos y tener un impacto económico y social devastador.
La globalización, las viajes internacionales y los brotes de fiebre aftosa en el mundo han generado preocupación sobre la fiebre aftosa entre los gobiernos, autoridades sanitarias, investigadores y la industria ganadera, aunque el virus no se ha detectado durante décadas en la mayoría de los países sudamericanos.
Todos los países libres de fiebre aftosa, sea con o sin vacunación, enfrentan una amenaza similar: la reaparición de un brote de fiebre aftosa. Si bien la probabilidad en el continente es muy baja, como lo respalda el riesgo histórico, la amenaza no puede ser descartada porque la enfermedad aún no ha sido completamente erradicada de las Américas y es endémica en muchos países de África, Asia y Oriente Medio. Tampoco se puede dejar de considerar la posibilidad de un ataque bioterrorista, escenario que varios países del mundo consideran plausible.
La estrategia sanitaria para el control de un brote de fiebre aftosa ha sido modificada sustantivamente en los últimos años. Hoy, cualquier autoridad sanitaria que deba controlar la aparición de un brote tiene que tomar dos decisiones: la primera es decidir si aplicará o no la medida de sacrificio sanitario de animales enfermos y contactos, y la segunda es si usará o no la vacunación de emergencia. Estas decisiones determinan el plazo para la recuperación del estatus otorgado por la Organización Mundial de Salud Animal – OMSA, una vez controlada la emergencia.
La vacunación de emergencia es una medida universalmente aprobada en el control de brotes de fiebre aftosa porque puede reducir los impactos económicos y es socialmente mejor aceptada como medida sanitaria cuando se compara con el uso exclusivo del sacrificio, por razones de bienestar animal y por la reducción en el desperdicio de proteína animal.
En este sentido, es importante tener entre las opciones de control el uso de la vacunación de emergencia en un eventual brote de fiebre aftosa en un país libre. No tener esa opción reduce significativamente los cursos de acción de un servicio veterinario y puede poner en peligro el futuro de la ganadería. Es una decisión temeraria. Por otro lado, para tener la opción de utilizar la vacunación de emergencia durante un brote, es necesario que los servicios veterinarios oficiales y el sector privado de los países realicen una serie de acciones y coordinaciones mucho antes de que aparezca un brote. Esto asegura el acceso oportuno a la vacuna en caso de una emergencia sanitaria de fiebre aftosa en su territorio.
Con la finalidad de apoyar y facilitar el acceso de los países del continente a la vacuna de fiebre aftosa durante un evento sanitario, se creó la iniciativa del Banco Regional de Antígenos de Fiebre Aftosa (BANVACO). El objetivo del BANVACO es garantizar el acceso y la disponibilidad de vacunas que puedan ser aplicadas en el control de focos de fiebre aftosa, tanto de cepas históricamente regionales en el continente como de las cepas exógenas (extra regionales).
A lo largo de los últimos años, los programas de erradicación de la fiebre aftosa avanzaron considerablemente en la Región. En el año 2021 se llegó a la mejor marca histórica con relación a áreas reconocidas como libres por la OMSA, con 81% de los bovinos reconocidos como libres con vacunación y 15% como libres sin vacunación, totalizando el 96% de todo el rebaño como libre de la enfermedad. Aunque tengamos esa situación favorable desde el punto de vista sanitario, es necesario estar preparados para eventuales reintroducciones ya que la fiebre aftosa puede ser causada por otros serotipos virales distintos de los utilizados en las vacunas comerciales en la región. Es decir que las vacunas son especificas contra los virus regionales y por lo tanto no tienen inmunidad cruzada contra otros virus extra regionales.
Por esa razón y demostrando una visión de futuro, los países de las Américas aprobaron en la 12ª Reunión del Comité Hemisférico de Erradicación de la Fiebre Aftosa – COHEFA, en 2012, una resolución solicitando a los países miembros de la COSALFA revisar las restricciones impuestas al manejo de cepas de virus de fiebre aftosa exógenas a la región. A su vez, solicitaron que el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria de la Organización Panamericana de la Salud (PANAFTOSA/SPV-OPS/OMS) elaborase un proyecto para la creación de un banco regional de antígenos/vacunas que atendiese las necesidades estratégicas de los países de la región.
En diciembre de 2018, después de varias discusiones técnicas y análisis legal entre los países miembros, se envió a todos los países la propuesta final del acuerdo constitutivo para la adhesión al Banco Regional de Antígenos de Fiebre Aftosa - BANVACO. La gerencia del BANVACO fue solicitada por los países de la COSALFA a la OPS para asegurar su condición de entidad supranacional y neutralidad y aprovechar la larga experiencia para la adquisición, manutención y distribución de antígenos y vacunas ya establecidos por esa organización.
¿Cual el objetivo del BANVACO?
El objetivo del Banco es asegurar la disponibilidad efectiva de antígenos y de vacunas para la contención de brotes de fiebre aftosa en poblaciones actualmente libres de la infección en las Américas, en caso de una notificación inmediata de enfermedad, realizada de acuerdo al Código Sanitario para los Animales Terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). Así también como mantener reservas de antígenos de todos los serotipos virales de fiebre aftosa que actualmente son un peligro para los países de Sudamérica para ser usadas en una vacunación de emergencia para el control de un brote.
¿Quién puede pertenecer al BANVACO?
Todos los países de las Américas pueden unirse, no solo los países de COSALFA. Un país libre con vacunación también puede pertenecer al Banco Regional de Antígenos de Fiebre Aftosa (BANVACO). Podrán participar laboratorios aportadores de todo el mundo.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
En 2012, en la XII Reunión del Comité Hemisférico para la Erradicación de la Fiebre Aftosa (COHEFA), los países de las Américas solicitaron a PANAFTOSA realizar un estudio técnico con la participación de expertos de los países de la región para la futura creación de un banco regional de antígenos/vacunas.
La propuesta final para la creación del Banco Regional de Antígenos de Fiebre Aftosa - BANVACO - fue concluida en diciembre de 2018 y enviada a todos los países miembros en 2019. Más información en https://www.paho.org/es/panaftosa/banvaco.
La vacunación de emergencia es una medida universalmente aceptada para el control de brotes de fiebre aftosa porque puede reducir las pérdidas económicas.
Un país libre sin vacunación tiene a disposición seis estrategias de control frente a un brote de fiebre aftosa según las decisiones que tome con relación a las dos medidas sanitarias mencionadas. Por su parte, un país libre con vacunación tiene tres estrategias de control.
Sin embargo, si un país decide no utilizar la vacunación de emergencia en el control de un brote, las estrategiasde control se reducen a dos en el caso de los países libres sin vacunación, y a una en el caso de los países libres con vacunación. De ahí la importancia de tener disponible la opción del uso de la vacunación de emergencia en un eventual brote de fiebre aftosa en un país libre. Por lo tanto, tener la opción de usar la vacunación de emergencia obliga a adoptar una serie de acciones y coordinaciones mucho antes de la aparición de un brote.
Contar con un banco de vacunas contra la fiebre aftosa es de suma importancia, ya que puede respaldar a los países en el control más eficaz de un brote en una región, disminuyendo el impacto y las graves implicaciones económicas y sociales que esta enfermedad provoca.
La fiebre aftosa puede ser causada por siete serotipos virales distintas que no tienen inmunidad cruzada entre ellos y además, en algunos serotipos se han identificado varios subtipos. Es decir, las vacunas a usar en una emergencia deben ser serotipo-específica y en algunos casos subtipo-específicas.
Por lo tanto, frente a un brote de fiebre aftosa se debe identificar cuál es el serotipo y el subtipo actuante para que a continuación, en caso de que se utilice la vacunación de emergencia, se verifique cuál es la vacuna que produce protección en los animales. Luego se debe producir, distribuir y aplicar la vacuna a los animales para apoyar en la contención del brote. En particular, una vez que se ha identificado la cepa vacunal que produce inmunidad, se debe recurrir a un laboratorio que tenga la cepa vacunal para que en un corto plazo de tiempo produzca la vacuna en la cantidad suficiente que el país requiere para controlar el brote. Todo este proceso requiere tiempo.
Los países libres han resuelto este problema con la formación de bancos de reservas de antígenos y vacunas.
Un banco de antígenos y vacunas es una reserva estratégica de concentrado de antígeno viral congelado de serotipos virales específicos que un laboratorio puede formular rápidamente en una vacuna en caso de un brote de enfermedad.
Los términos "banco de vacunas" y "banco de antígenos" a menudo se usan indistintamente. Sin embargo, el antígeno de una vacuna contra la fiebre aftosa es el virus inactivado que se conserva congelado y que se formula como vacuna sólo cuando es necesario su uso.
El hallazgo de que los antígenos virales pueden ser inactivados, concentrados y conservados a baja temperatura por largos períodos con una pequeña o ninguna pérdida de su inmunogenicidad creó las bases para el establecimiento de Bancos de Antígenos, los cuales podrían ser rápidamente reconstituidos y formulados como vacunas potentes contra la fiebre aftosa (4 – 14 días).
Las vacunas preparadas para la fiebre aftosa tienen una vida útil corta, mientras que el concentrado de antígeno congelado se puede almacenar durante muchos años. No es eficiente ni económico formular y almacenar de forma preventiva vacunas que no se pueden usar, especialmente porque es imposible predecir qué cepas virales pueden surgir.
El antígeno del banco permite la flexibilidad de formular vacunas listas para usar, según sea necesario, para cepas específicas de fiebre aftosa de cualquier brote específico.
El primer banco nacional de antígenos contra la fiebre aftosa fue establecido por Dinamarca en 1976.
En 1982 se estableció el Banco Norteamericano de Vacunas (NAVB, por sus siglas en inglés) con la participación de Estados Unidos, México y Canadá.
En 1985 se estableció el Banco de Vacunas Internacional (IVB, por sus siglas en inglés) en Pirbright, Surrey, para servir en casos de emergencias de fiebre aftosa al Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Finlandia, Irlanda, Noruega y Suecia. El IVB fue establecido como una entidad no comercial, intergubernamental, que combina la conservación de antígenos con la capacidad de formular y testear vacunas. Los miembros pagan una subscripción anual para cubrir los costos de manutención y se incluyen compras adicionales de antígenos nuevos y de remplazo de aquellos retirados.
En 1991 se estableció el Banco de Vacunas de la Unión Europea (EUVB, por sus siglas en inglés) para servir a sus estados miembros. Mantiene el equivalente de 500 a un millón de dosis de varias cepas vacunales que son almacenadas en dos institutos nacionales de dos países.
Se reconoce que estos tres bancos tienen reservas de antígenos para todos los serotipos, pero por razones de seguridad nacional se dejó de publicar el detalle de las reservas almacenadas. Además de estos bancos internacionales, según datos publicados en Europa, 13 países mantenían reservas adicionales de antígenos.
En Sudamérica, donde todos los países son libres de fiebre aftosa con o sin vacunación, con excepción de Venezuela, solo existe un banco de antígenos en Argentina, establecido en 1999, que dispone de reservas de los serotipos virales que han sido endémicos en la región, más algunos serotipos extrarregionales. Sin embargo, este banco privado de antígenos se creó solamente para el control de un brote en el territorio argentino.
En resumen, los países libres de fiebre aftosa del continente, con excepción de Argentina, Estados Unidos y Canadá, no disponen de reservas de antígenos de fiebre aftosa que les permitan formular vacunas para ser aplicadas en una vacunación de emergencia causada por cualquier serotipo del virus de la fiebre aftosa.
El BANVACO se entiende como la unión de sus miembros, quienes han decidido unir esfuerzos en torno al objetivo central del proyecto.
El BANVACO no comprende una nueva instalación física ni tampoco una personalidad jurídica, sino que su gerencia estará en la sede de PANAFTOSA/SPV-OPS/OMS y el stock de antígenos y vacunas mantenidos por los países miembros se mantendrá en las instalaciones de proveedores de vacunas de la región mediante contratos específicos.
Este proyecto tiene como objetivo desarrollar un banco de antígenos para todas las cepas (regionales y extrarregionales) consideradas de mayor riesgo de difusión para la región, que permita asegurar la disponibilidad efectiva y específica de inmunobiológicos para la contención de emergencia ante brotes de fiebre aftosa.
La gestión del BANVACO fue encomendada a la Organización Panamericana de la Salud - OPS, a través del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria – PANAFTOSA/SPV-OPS/OMS, por su condición de entidad supranacional y su neutralidad, aprovechando su vasta experiencia en relación con la enfermedad y con la adquisición, el mantenimiento y la distribución de antígenos y vacunas en el ámbito de la salud humana.
Por más de 40 años, el Fondo Rotatorio de acceso a vacunas ha provisto acceso a decenas de vacunas seguras y de calidad a precios asequibles a los Estados Miembros y los territorios de la región.
Al consolidar los requerimientos de demanda, aprovechar las economías de escala, promover negociaciones transparentes con proveedores e implementar estrategias de adquisición innovadoras, el Fondo Rotatorio ha mejorado el poder de compra de los países, disminuyendo así los precios de las vacunas y contribuyendo a la sostenibilidad de las estrategias nacionales.
A través del Fondo, 41 países de las Américas acceden a vacunas seguras para el área humana, de calidad, y a un precio un 75% menor que si realizaran la compra de forma individual.
Todos los países del continente americano pueden incorporarse al BANVACO, y deben financiar en común los costos fijos del banco que corresponden al funcionamiento administrativo. Mientras más países participen en el BANVACO, menor será el costo fijo para cada uno. Es la Comisión Directiva del BANVACO, formada por un delegado de cada país miembro, la que decide el porcentaje del presupuesto anual que le corresponde a cada país miembro. Inicialmente, los costos fijos fueron calculados en USD 25.000 para cada país miembro durante el primer año, pudiendo reducir el valor a medida que otros países realicen su adhesión y bajo la aprobación de los planes de trabajo anuales.
Los costos variables, por su parte, corresponden al stock de antígenos que se mantendrá en el banco y dependerán de la decisión soberana de cada país miembro sobre cuándo y qué cantidad de antígenos y producción de vacuna necesitaría para enfrentar una emergencia.
Es necesario mencionar que la adquisición y el mantenimiento de antígenos en un Banco de carácter internacional permiten economías de escala, sinergias y apalancamiento de resultados, al tiempo que la entidad contribuye a la armonización y coordinación de la preparación para emergencias por fiebre aftosa a nivel global y regional.
Absolutamente no.
Un país libre con vacunación también debería pertenecer al BANVACO, porque el proyecto tiene un objetivo distinto, que es mantener reservas de antígenos de todos los serotipos virales de fiebre aftosa, que actualmente suponen un riesgo para los países del continente, para ser usadas en una vacunación de emergencia para el control de un brote.
Inclusive, los dos primeros países que firmaron su adhesión son países que están vacunando sistemáticamente a sus animales: Paraguay (2021) y Ecuador (2023).
No existe ningún impedimento para que un país establezca su propio banco de vacunas y antígenos. De hecho, países libres de Norteamérica y de Europa tienen sus propias reservas además de su membresía a un banco regional.
Es estratégico sí la pertenencia a un banco regional, sobre todo porque la prevención contra la fiebre aftosa se debe abordar con una visión regional.
No necesariamente
La vacunación de emergencia puede ser utilizada para la protección de los animales sanos con el objetivo de que el virus no salga del área de contención, incluso en áreas de frontera internacional en caso de brotes de fiebre aftosa en países vecinos.
Paraguay es el primer país de Sudamérica que firma el convenio constitutivo del BANVACO, el cual requiere la participación de tres países para iniciar sus acciones como un proyecto regional.
La Doctora Carissa Etienne, directora de OPS, se refirió a la importancia de este acuerdo. “El riesgo actual de la fiebre aftosa para los países libres está dado por la potencial introducción del virus de la enfermedad desde alguna de las ocho regiones afectadas del mundo donde aún circulan los distintos tipos y subtipos virales”, afirmó. “Por eso es tan relevante el trabajo de PANAFTOSA/SPV-OPS/OMS, que desde hace 70 años trabaja para combatir esta enfermedad. Haremos que el BANVACO sea una historia de éxito".
El presidente del SENACSA-Paraguay, Dr. José Carlos Martin, destacó que con la firma de este convenio “Hoy estamos dando un paso realmente importante y estratégico en el proceso de transición de un status libre con vacunación a uno libre sin vacunación, siguiendo las recomendaciones del Plan PHEFA. En ese contexto, quiero destacar el liderazgo que tuvo Paraguay en ser el primero en sumarse a esta iniciativa."
En diciembre de 2018, luego de varias discusiones técnicas y análisis legales entre los países miembros de la COSALFA, se envió a todos los países la propuesta final del acuerdo constitutivo para la adhesión. La gerencia del BANVACO fue solicitada por los países miembros a la OPS a través de PANAFTOSA/SPV-OPS/OMS para asegurar su condición de entidad supranacional y neutralidad y aprovechar larga experiencia para la adquisición y mantenimiento de antígenos y vacunas, ja establecidos por esa organización.
Podrán ser miembros del BANVACO los países de las Américas que cumplan con las condiciones dispuestas en el convenio constitutivo a ser firmado.
Países miembros
Delegado
José Carlos Martín Camperchioli
Gobierno de Paraguay
Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (SENACSA)
Integrantes de la Comisión
Víctor Maldonado
Director General de Sanidad, Identidad y Trazabilidad (DIGESIT)
Delegado
Javier Ernesto Suárez Hurtado
(En proceso de adhesión)
Gobierno de Bolivia
Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG)
Integrantes de la Comisión
Hernán Oliver Daza Gutiérrez, Responsable Nacional de Epidemiologia Veterinaria
Yenni Silvia Mamani Ayroja, Responsable Nacional de Sanidad de Rumiantes y Equinos
Delegado
Geraldo Marcos de Moraes
(En proceso de adhesión)
Gobierno de Brasil
Ministerio de Agricultura, Pecuária e Abastecimento (MAPA)
Integrantes de la Comisión
Jorge Caetano Júnior, Coordenador-geral de Sanidade Animal
Delegado
Carlos Orellana Vaquero
(En proceso de adhesión)
Gobierno de Chile
Servicio Agrícola y Ganadero (SAG)
Integrantes de la Comisión
Hugo A. Araya Véliz - Jefe de Departamento de Sanidad Animal
Delegado
Deyanira Barrero León
(En proceso de adhesión)
Gobierno de Colombia
Instituto Colombiano Agropecuario (ICA)
Integrantes de la Comisión
Alfonso José Araujo Baute, Subgerente de Protección Animal
Delegado
Patricio Almeida Granja
Director Ejecutivo - AGROCALIDAD
(En proceso de adhesión)
Gobierno de Ecuador
Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad)
Integrantes de la Comisión
Lidia Alexandra Burbano Enríquez, Directora de Vigilancia Zoosanitaria
Delegado
Janios Miguel Quevedo Valle
(En proceso de adhesión)
Gobierno de Perú
Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA)
Integrantes de la Comisión
Eva Luz Martínez Bermúdez, Directora General
Delegado
Enrique Diego de Freitas Netto
(En proceso de adhesión)
Gobierno de Uruguay
Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)
Integrantes de la Comisión
Luis Edgardo Vitale Gelpi, Director del Departamento Programas Sanitarios – Unidad de Epidemiología