Buenos Aires, 9 de mayo de 2014 (OPS/OMS).- Desde 1990, América Latina y el Caribe redujo su población sin acceso a servicios mejorados de agua en más de un 50 por ciento. Además, se convirtió en la región de países en desarrollo con más alta cobertura de agua potable (94%), según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef sobre agua y saneamiento, que también advierte sobre una disparidad en el acceso a agua limpia y saneamiento mejorado entre zonas rurales y urbanas en el mundo.
De acuerdo al estudio, Argentina es uno de los siete países de América Latina y el Caribe que tiene una cobertura superior al 90 por ciento en el acceso a instalaciones mejoradas de saneamiento. A su vez, Ecuador, Honduras y Paraguay se destacan por sus mejoras relativas, con un crecimiento de cobertura de más de 25 puntos porcentuales. Sin embargo, a nivel mundial, 2.500 millones de personas no tienen acceso a instalaciones mejoradas de saneamiento. Todavía hay 46 países en los que menos de la mitad de la población accede a saneamiento mejorado, según el informe titulado Progreso en agua y saneamiento: actualización 2014.
El estudio sostiene que, desde 1990, casi 2 mil millones de personas en todo el mundo han obtenido acceso a saneamiento mejorado, y 2,3 mil millones han obtenido acceso a agua potable de fuentes mejoradas. Estas mejoras también se vieron reflejadas en América Latina, donde se observaron además fuertes caídas en los índices de defecación al aire libre.
Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, señala el informe. Y las zonas urbanas están siendo suministradas con mejor agua y saneamiento que las rurales. De todas formas, las brechas se están reduciendo. En 1990, más del 76 por ciento de las personas de zonas urbanas tenían acceso a servicios de saneamiento mejorados, en comparación con sólo el 28 por ciento de los pertenecientes a regiones rurales. Para el 2012, el 80 por ciento de los habitantes urbanos y un 47 por ciento de aquellos de zonas rurales tenían acceso a un mejor saneamiento.
Además, en 1990, el 95 por ciento de las personas de zonas urbanas podían beber agua potable mejorada, en comparación con el 62 por ciento de las personas de zonas rurales. Para el 2012, el 96 por ciento de las personas que viven en ciudades y el 82 por ciento de los de zonas rurales tenían acceso a agua mejorada.
La falta de saneamiento y agua contaminada están vinculadas a la transmisión de enfermedades como el cólera, la diarrea, la disentería, la hepatitis A y fiebre tifoidea. Además, los servicios inadecuados o ausentes de agua y saneamiento en los centros de salud exponen a los pacientes vulnerables a un riesgo adicional de infección y enfermedad.
Un sistema de saneamiento mejorado es el que higiénicamente impide el contacto de los seres humanos con excretas humanas. En tanto, una fuente de agua potable mejorada es una fuente que por el tipo de construcción protege apropiadamente el agua de la contaminación exterior, en particular de la materia fecal.