Montevideo, 9 de diciembre de 2024- El Ministerio de Salud Pública (MSP), en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ha lanzado un conjunto de herramientas y recomendaciones destinadas a prevenir los ahogamientos, una de las principales causas de muerte accidental en Uruguay y en el mundo.
Participaron de la actividad, la ministra, Karina Rando, el subsecretario del MSP, José Luis Satdjian; la directora general de Salud, Adriana Alfonso; la directora del Programa de Salud de la Niñez, Victoria Lafluf, y la representante de la OPS en Uruguay, Caroline Chang.
Además acompañaron alumnos de la Escuela Especial N° 198 y de la Escuela N° 268, quienes compartieron su proyecto "Guardianes de la Vida" un sistema para mejorar la accesibilidad y seguridad de las personas con ceguera o baja visión en las playas.
El impacto del ahogamiento en Uruguay y el mundo
Entre 2019 y 2023, 189 personas perdieron la vida por ahogamiento en Uruguay, con un promedio de 35 muertes anuales, un tercio de ellas en menores de 19 años. Estas cifras evidencian que el ahogamiento no es solo un accidente, sino un grave problema de salud pública que afecta de manera desproporcionada a los niños pequeños y adolescentes. Según la OPS, el ahogamiento es la principal causa de muerte en niños menores de 5 años y ocupa el tercer lugar a nivel mundial entre las causas de fallecimiento en niños de 5 a 14 años.
La Dra. Caroline Chang, representante de OPS en Uruguay, destacó la gravedad del problema y recordó que, a nivel global, más de 3 millones de personas han muerto por ahogamiento en la última década. En Uruguay, este desafío se aborda desde un enfoque intersectorial, liderado por la Mesa Interinstitucional de Seguridad Acuática, que integra al MSP, y otras instituciones clave.
Medidas preventivas: una guía para salvar vidas
En el marco del Día Nacional de Prevención de Ahogamientos, (8 de diciembre), el MSP presentó la guía "Ahogamiento, factores de riesgo y prevención".
Satdjian se refirió al mencionado documento como una herramienta integral, redactado con lenguaje claro y accesible para los adultos responsables. Asimismo, insistió en la importancia de contar con estas instancias de reflexión. “Todos debemos tener estas herramientas y poner atención en cómo nos manejarnos en estos ámbitos de riesgo”, dijo, y recordó que se trata de situaciones prevenibles.
Este documento, desarrollado con apoyo técnico de la OPS, ofrece recomendaciones claras y accesibles para prevenir accidentes acuáticos en todas las edades:
En niños pequeños: La supervisión activa y constante por parte de adultos es fundamental. Los distracciones, como el uso del teléfono celular, pueden tener consecuencias fatales. Además, es crucial evitar el acceso no supervisado a recipientes con agua en el hogar, como bañeras, baldes o pozos.
En adolescentes: Fomentar una conciencia sobre los riesgos y promover el uso de medidas de seguridad, como nadar en lugares habilitados y evitar conductas temerarias, puede marcar la diferencia.
En adultos: Para actividades laborales o recreativas en cuerpos de agua, el uso de chalecos salvavidas y la observancia de normas de seguridad son esenciales, especialmente al navegar.
La guía enfatiza también la importancia de garantizar entornos seguros y la supervisión constante para personas mayores o con movilidad reducida.
El compromiso de OPS/OMS con la prevención
La OPS, en línea con la resolución 76.18 de la OMS sobre prevención de ahogamientos, ha apoyado a Uruguay en la creación de materiales comunicacionales diseñados para sensibilizar a la población. Según la Dra. Chang, estas iniciativas reflejan un esfuerzo colectivo que trasciende fronteras y busca disminuir las muertes evitables por ahogamiento.
En el marco de los Objetivos Sanitarios Nacionales 2030, el MSP ha establecido como meta reducir las muertes y lesiones por ahogamiento en niños de 1 a 15 años. Para alcanzar este objetivo, se han fortalecido las alianzas intersectoriales y se ha priorizado la concientización pública.
El ahogamiento es prevenible, y cada medida cuenta. Desde el uso de chalecos salvavidas hasta la supervisión constante de los niños, estas acciones simples pueden salvar vidas. El llamado de las autoridades y la OPS es claro: todos tenemos un rol que desempeñar en la promoción de la seguridad acuática.