Buenos Aires, 9 de octubre de 2009 (OPS/OMS).- "Salud Mental en la atención primaria: mejorando los tratamientos y promoviendo la salud mental" es el lema de la campaña 2009 del Día Mundial de la Salud Mental que se celebra cada 10 de octubre desde 1992, impulsado por la Federación Mundial para la Salud Mental en cooperación con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los trastornos de salud mental constituyen un problema serio y costoso a nivel mundial, que afecta a personas de todas las edades y de todas las culturas y niveles socioeconómicos. De los 450 millones de personas que se estima sufren padecimientos mentales en el mundo, menos de la mitad recibe la atención que necesita. La depresión profunda es la cuarta en importancia por años de vida adaptada a una discapacidad y está próxima a ser la segunda causa de discapacidad a escala mundial.
Además, cerca de la mitad de los trastornos mentales se manifiestan antes de los 14 años. Y se calcula que aproximadamente el 20 por ciento de los niños, niñas y adolescentes del mundo padecen trastornos o problemas mentales.
El objetivo del Día Mundial de la Salud Mental 2009 es generar conciencia sobre la necesidad de integrar la salud mental a los servicios de atención primaria de la salud.
"No hay salud sin salud mental. Y no hay salud mental si no se la hace accesible a las personas que requieren de servicios", evaluó Hugo Cohen, asesor subregional en Salud Mental para Sudamérica de la OPS/OMS.
Según Cohen, un sistema que integre la salud mental a la atención primaria posibilita que un 80 por ciento de los que acudan puedan ser atendidos de manera exitosa y con ello, no pierden su inserción en la comunidad". Y destacó que para que esto sea posible, "se debe contar con personal capacitado, médicos generales, enfermeras; y disponer de la farmacología necesaria".
El especialista de la oficina regional de la OMS consideró necesaria "la existencia de equipos de salud mental en hospitales generales, quienes deben dar capacitación y apoyo continuo al personal de la atención primaria para responder a las necesidades más frecuentes de los pacientes en su entorno habitual".
Cohen confió que esta estrategia permitirá reducir la brecha "entre las necesidades de atención y los pocos, y alejados servicios que aún hoy en día hay" en los países de la región.
"Combatir el estigma, actualizar la formación de los profesionales de la salud mental e incluir la salud mental de manera activa en las políticas generales de salud son algunos de los principales desafíos a enfrentar para hacer efectivos los derechos de las personas con padecimiento mental", consideró el experto.