La OPS organiza en Tegucigalpa, Honduras, un encuentro sobre equidad en salud y bienestar de la población afrodescendiente de Centroamérica, a fin de contribuir al proyecto de Declaración de Naciones Unidas para la Declaración sobre los Derechos de las Personas Afrodescendientes.
Tegucigalpa / Washington, D.C., 8 de abril de 2024 – Promover la equidad en salud y el bienestar de las personas afrodescendientes, con especial énfasis en las mujeres y niñas. Éste fue el tema central del evento organizado por la OPS en Tegucigalpa, Honduras, los días 8 y 9 de abril. Se trata de una consulta y un espacio de intercambio de experiencias en salud afrodescendiente de países de la región de Centro América, México, Cuba y República Dominicana, que contribuya a la mejora de su situación de salud.
Los insumos obtenidos durante en este encuentro servirán, sobre todo, para contribuir a la Declaración de la ONU sobre la promoción, protección y el pleno respeto de los derechos humanos de las personas afrodescendientes (con vistas a la tercera sesión del Foro Permanente de Personas Afrodescendientes, que se celebrará en Ginebra entre el 16 y el 19 de abril), y para la mejora de los indicadores de salud de la Estrategia y Plan de acción sobre etnicidad y salud 2019-2025 de la OPS.
El evento, que contó con el apoyo del Gobierno de Canadá, congregó a medio centenar de participantes. Durante dos días, los asistentes participarán en presentaciones y grupos de trabajo para elaborar el mencionado documento de insumos sobre la equidad en la salud y el bienestar de las personas afrodescendientes.
“Una historia de valor y también de exclusión”
“El resultado final que todas anhelamos es que nuestras propuestas sirvan para mejorar la salud y el bienestar de nuestras mujeres y niñas afrodescendientes en esta nuestra región”, aseguró en la apertura del evento Ana Emilia Solís-Ortega, representante de la OPS/OMS en Honduras. “La salud de las mujeres afrodescendientes en América Latina va acompañada de una historia marcada por el valor y la resiliencia, pero también por la injusticia y la exclusión”.
Solís Ortega destacó los “grandes esfuerzos que se realizan en Honduras para que el derecho a la salud de la población hondureña sea una realidad, generando cambios el sistema de salud para que los servicios estén más disponibles, accesibles y aceptables para todas las personas, en todas partes”.
Wilfredo Sabio, presidente de la Comisión de Salud del Congreso Nacional de Honduras, reivindicó “servicios sanitarios con calidad y con calidez”, así como “vías de acceso dignas a nuestras comunidades”. Cuando esto no sucede, añadió, “se violenta un derecho y se discrimina a un sector de nuestras sociedades”.
“No es casualidad los años de exclusión y de racismo y discriminación. Las voces de las mujeres negras son las que lideran las luchas por el territorio de nuestras comunidades”, dijo, por su parte, Luther Castillo Harry, secretario de Estado en el Despacho de Ciencia y Tecnología.
Lucía Paolinelli, oficial superior de Desarrollo Internacional de la Embajada de Canadá en Honduras, señaló que “Canadá promueve una política que pone en el eje central a la mujer. Para poder erradicar la pobreza y construir un mundo más justo hay que privilegiar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas”, dijo, y añadió: “En la región Canadá trabaja con socios para mejorar el acceso a los servicios de salud, sobre todo en cuanto a salud y derechos reproductivos”.
Óscar Paredes, director de Redes Integradas de Servicios de Salud de la Secretaría de Salud de Honduras, aseguró que el objetivo último es “la lucha de reducción de la pobreza, y ésta sólo puede reducirse si se construye con equidad”. Paredes inauguró el evento en nombre de la ministra de Salud de Honduras, Carla Paredes. “Debemos abordar con equidad la asimetría en el acceso a la salud, a la educación, a la participación social, desde las características de los estilos de vida, conocimientos ancestrales y costumbres de la población afrodescendiente. Hay que reconocer”, añadió Óscar Paredes, “que esto no se ha hecho con contundencia en el pasado”.
La coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Honduras, Alice Shackelford, concluyó recordando que “la agenda 2030 habla claramente no sólo del derecho a la salud y de la salud universal, sino que hay un mensaje muy claro de no dejar a nadie atrás. Nunca vamos a tener desarrollo sostenible en ningún país si se sigue dejando atrás a parte de la población”.
Mayores desigualdades
A pesar de la disponibilidad limitada de datos, se constata la existencia de desigualdades en detrimento de la población afrodescendiente en varios indicadores de salud en la región. Las múltiples dimensiones de la discriminación que sufren las personas afrodescendientes, en especial mujeres y niñas, implica instar a incorporar el enfoque de interculturalidad, de género y de derechos humanos al momento de diseñar sus políticas públicas, teniendo en cuenta las necesidades específicas de las personas afrodescendientes para lo cual se hace imperiosa la participación de estas comunidades. Una de cada cinco personas de América Latina y el Caribe es afrodescendiente.
Para abordar la situación descrita, los Estados miembros de la OPS aprobaron por unanimidad en 2017 la Política sobre Etnicidad y Salud, de la que surgió posteriormente la Estrategia y Plan de Acción sobre Etnicidad y Salud 2019-2025.
Esta última provee un marco para operacionalizar las cinco líneas priorizadas de la Política sobre Etnicidad y Salud, a saber: generación de evidencia, la apuesta por el abordaje intercultural e intersectorial junto con acciones sobre los determinantes sociales, la promoción de la participación social, el reconocimiento de los saberes ancestrales y de la medicina tradicional y complementaria, y, por último, el fortalecimiento de las capacidades a todos los niveles.