Mensaje de la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, con motivo del Día Internacional de la Mujer. En este día, la OPS hace un llamamiento a consolidar la actuación, renovar los esfuerzos y forjar nuevas alianzas para que ninguna mujer ni ninguna niña quede atrás en el cometido colectivo de lograr la salud universal.
La salud es un componente clave del desarrollo sostenible y, de manera similar, el logro de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible tendrá una repercusión positiva en la salud de la población mundial. En consecuencia, y en consonancia con esta agenda mundial y otros compromisos vigentes, la OPS se une a la celebración de este año del Día Internacional de la Mujer al hacer hincapié en la urgente necesidad de lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres para la salud, para garantizar que todos y todas tengan la oportunidad de gozar de buena salud a lo largo de todo el curso de vida.
Ban Ki-moon, el Secretario General de las Naciones Unidas, ha manifestado que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se arraiga firmemente en la igualdad de género. En consecuencia, las Naciones Unidas estarán reflexionando sobre la manera de acelerar y aprovechar al máximo la aplicación eficaz de esta Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a fin de lograr el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
Los ODS incluyen metas específicas con respecto a la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y la reducción de la desigualdad. Sin embargo, el logro del ODS 3 de "garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos y todas a todas las edades" también requerirá actuar en relación con las desigualdades e inequidades de género para garantizar que las necesidades de salud de las mujeres y las niñas se satisfagan por igual. Este objetivo relativo a la salud también incluye metas específicas para lograr la salud integral de las mujeres dentro del marco de la salud universal. Entre estas metas, la agenda se compromete con el acceso universal a los servicios de la salud sexual y reproductiva. Esto es especialmente importante en la Región de las Américas, dado que todavía subsiste la brecha entre la oferta y la demanda de métodos anticonceptivos, a pesar de que hemos visto que la cobertura de los programas de planificación familiar ha aumentado en los últimos años.
Desde luego, las mujeres también necesitan acceso a los servicios de salud para satisfacer la amplia gama de las necesidades de salud que tienen. La Agenda 2030 hace que los países se comprometan con la cobertura universal de salud, lo que incluye asegurar que las personas no deban enfrentar dificultades financieras cuando se enferman. Esto es de especial importancia en el caso de las mujeres, dado que están representadas de manera desproporcional entre los y las que viven en la pobreza y que actualmente pagan más de su bolsillo para recibir atención de salud. Al mismo tiempo, será crucial que la salud forme parte de la visión más amplia de todos los ODS y promover el ODS 5, "lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas".
Estoy orgullosa de que la OPS tenga una Política de Igualdad de Género desde hace diez años, pero al mismo tiempo reconozco que seguir abordando las desigualdades de género en la salud es algo sumamente complejo. Sabemos que la realidad diaria de las mujeres no es la misma para todas y que muchas mujeres se enfrentan con múltiples retos para lograr la salud y el bienestar. En particular, las mujeres que viven en la pobreza o que se enfrentan con una carga adicional de discriminación por su raza o etnicidad tienen que luchar contra una serie de obstáculos para acceder a la salud. Tenemos que responder a estas necesidades diferentes y evitar los enfoques que solo contemplan la solución "talla única" para la igualdad de género en la salud.
Los países de la Región de las Américas han reconocido la necesidad de alcanzar las metas de los ODS para asegurar la igualdad de género en la salud. Sabemos que subsisten algunos retos importantes: el progreso hacia la igualdad de género en la salud entre los países, y dentro de ellos, y en cuanto a los diferentes aspectos de la salud, es todavía desigual; el financiamiento de la igualdad de género en la salud sigue siendo inestable; y hace falta urgentemente que se utilicen adecuadamente los datos desglosados en la toma de decisiones y para la formulación de políticas y programas eficaces, así como en el monitoreo de las desigualdades de género en la salud. Necesitamos presupuestos sostenibles y más evidencia para asegurar que las políticas funcionan y que se está logrando un cambio real.
Estamos comprometidos a lograr este cambio. Los países de la Región han reafirmado recientemente su compromiso con la igualdad de género en la salud y han aprobado nuevas líneas de acción, adaptadas a los ODS y a otros mandatos internacionales, para la aplicación continua de la Política de la OPS en Igualdad de Género. Además han instado a lograr el nivel más alto de compromiso institucional y rendición de cuentas a fin de afrontar estos desafíos y reducir las inequidades de género en la salud.
En ocasión de la observación del Día Internacional de la Mujer en el 2016, la OPS hace un llamamiento a consolidar la actuación, renovar los esfuerzos y forjar nuevas alianzas para que ninguna mujer ni ninguna niña quede atrás en nuestro cometido colectivo de lograr la salud universal. Caminaremos de la mano del sector de la salud y de otros sectores, al igual que de nuestros muchos asociados y defensores de la causa, para garantizar el derecho a la salud para todas las mujeres y las niñas, que representan la mitad de nuestro mundo.