Buenos Aires, 7 de agosto de 2013 (OPS/OMS).- La salud global es el resultado de un esfuerzo concertado de los países, que a partir de preocupaciones comunes desarrollan alianzas para el acceso a los bienes públicos de parte de todos los individuos. En un mundo que se conecta cada vez más, la diplomacia en salud aparece como una herramienta clave para garantizar ese acceso a bienes públicos de salud que redundan en el bienestar de los argentinos, a través del impulso de la gobernanza y las regulaciones en el nivel global. Así lo indicó el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Argentina, Pier Paolo Balladelli, durante su presentación en el cuarto acto del Ciclo Científico Cultural 2013, desarrollado en la Academia Nacional de Medicina.
Del evento también participó la directora emérita de la OPS e integrante de la Academia, Mirta Roses, quien disertó sobre sus 30 años de vivencia en salud internacional. También hubo exposiciones sobre la evolución de la investigación en salud y acerca del desarrollo de los sistemas y servicios de salud, con particular referencia a la Argentina.
Durante su intervención, el doctor Balladelli se refirió a la importancia de la diplomacia en salud en un mundo interconectado. "Las condiciones de la salud global han sido afectadas por una creciente globalización: viajes, comercio, flujos de capitales, mercado global y tecnologías de la información han trascendido los confines nacionales de manera incremental", explicó el representante de la OPS, institución que funciona como oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En este contexto -señaló Balladelli- la diplomacia en salud permite acceder a bienes públicos de salud que "generan beneficios compartidos por todos y de los cuales nadie puede ser excluido". "Estos bienes transcienden los confines entre los países. Tales bienes públicos globales solo pueden ser alcanzados mediante los esfuerzos cooperativos de todos los estados y todas las poblaciones", subrayó. Además, aclaró que el término público "no quiere necesariamente decir que un gobierno es el responsable de proveer ese bien", sino que es empleado "por la difusión a toda la población de sus beneficios".
Detalló además que los bienes públicos son "no-exclusivos y no-competitivos" ya que "no sería viable excluir aquellos que no pagan del goce del bien público". "Un ejemplo podría ser una señal de tránsito: el hecho que uno mire a la señal no puede prevenir que los demás también lo miren", explicó. También enumeró algunos de los bienes públicos globales, como la investigación compartida en salud, la erradicación de la viruela, el Reglamento Sanitario Internacional, los sistemas de vigilancia global para influenza y el acceso a medicamentos.
En el caso de Argentina, Balladelli consideró que en los últimos años hubo un nivel de información y coordinación sin precedentes entre sector Salud y Relaciones Exteriores. Un hecho determinante fue el trabajo conjunto llevado adelante durante la pandemia de la gripe A, en 2009. El país, a su vez, ganó protagonismo en el escenario internacional y comenzó a convertirse en un referente cualitativo para otros países en temas de salud, resaltó. Muchas son las experiencias de cooperación sur-sur en las que estuvo participando Argentina en estos últimos años y aludió al reciente convenio triangular de cooperación en salud que firmó en junio pasado la directora de la OPS, Carissa Etienne, con el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, y el canciller argentino, Héctor Timerman, conjuntamente con los referentes de los países del Caribe.
"En un contexto que se complejiza cada vez más, la salida es la construcción colectiva y constructiva que están impulsando Ministerio de salud y Cancillería. La OPS/OMS estará apoyando la labor del país para una tarea que, aportando a la salud global, impacta sobre la salud de los argentinos", manifestó el representante.
Acceda a la presentación del Dr. Balladelli