Washington, 7 de abril del 2009 (OPS) - Los hospitales y otras instalaciones de salud deben estar construidos de manera que soporten el impacto de desastres naturales y continúen dando servicios esenciales de salud durante y después de emergencias, dijeron hoy expertos salubristas durante la celebración del Día Mundial de la Salud en la sede regional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
"En desastres, no podemos permitir que los hospitales también sean víctimas", dijo la Directora de la OPS, Dra. Mirta Roses. "Sabemos que con el conocimiento actual, los recursos existentes y un fuerte compromiso político es posible reducir el impacto de desastres y emergencias y de crisis sanitarias en hospitales e instalaciones de salud. El precio es menor al que cabría esperar y mucho menor al que se paga cuando los establecimientos de salud fallan cuando más los necesita la gente".
Salvar vidas y atender a los lesionados son las prioridades después de cualquier desastre, dijeron los expertos participantes del panel en la OPS. No obstante, estas funciones críticas dependen en buena medida en hospitales y centros de salud que a menudo sufren graves daños en desastres.
Tras el terremoto acaecido esta semana en el centro de Italia, por ejemplo, completas secciones del principal hospital en L'Aquila tuvieron que ser evacuadas, según reportes de prensa. Tras el paso del huracán Katrina en el 2005, 17 de un total de 20 hospitales de Nueva Orleans fueron declarados inservibles debido a inundaciones. En el terremoto de 1985 en Ciudad de México colapsó un ala completa del Hospital Juárez, muriendo un total de 561 pacientes, doctores y personal de enfermería.
"Irónica y trágicamente, muchos de estos profesionales de la salud se contaban entre los más preparados para responder a un evento con gran numero de víctimas", dijo Roses. "Sin embargo, ninguna cantidad de preparativos pudo compensar (el posible impacto) sobre un hospital que simplemente era inseguro".
Más de la mitad de todos los hospitales en América Latina y el Caribe están ubicados en zonas que son de alto riesgo a fenómenos naturales, indicó Roses.
También hoy en Ginebra, Suiza, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado a los gobiernos de sus Estados Miembros para emprender seis medidas esenciales para que las instalaciones de salud sean seguras durante emergencias:
1. Evaluar la seguridad de los hospitales.
2. Proteger y formar al personal de salud para las emergencias.
3. Planificar la respuesta a las emergencias.
4. Diseñar y construir hospitales resistentes.
5. Adoptar políticas y programas nacionales sobre hospitales seguros.
6. Proteger los equipos, los medicamentos y los suministros.
La OPS ha desarrollado un Índice de Seguridad Hospitalaria que está siendo usado por un número de países de América Latina y el Caribe para determinar el nivel de seguridad de sus hospitales e instalaciones de salud de forma que puedan identificar qué pasos son necesarios para una mejora de la seguridad. Resultados preliminares indican que elementos no estructurales como detalles arquitectónicos y/o equipos contribuyen más a la vulnerabilidad que los factores estructurales.
Milagros Kennett, experta del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, dijo que una de las lecciones más importantes de Katrina fue que los generadores y otros equipos vitales no se deben ubicar en los pisos inferiores de las instalaciones de salud, donde son más susceptibles de sufrir el impacto de inundaciones. Kennett dijo que hasta el final de la presente década, Estados Unidos deberá gastar más de 20 billones de dólares anuales para reemplazar, actualizar o reconstruir hospitales e instalaciones sanitarias.
La capacitación de trabajadores de la salud también constituye un aspecto crítico de los preparativos en hospitales, subrayó la Dra. Ruth Berggren, del Centro de Ciencias para la Salud de la Universidad de Texas. Berggren era una de las doctoras en guardia en el Charity Hospital cuando arrasó el huracán Katrina en el 2005 y tuvo que atender a pacientes durante seis días sin disponer de electricidad, antes de ser finalmente evacuados. Muchos doctores y personal no acudieron al trabajo, haciendo mucho más difícil las labores de los que si se reportaron, dijo Berggren. Ella enfatizó que la capacitación del personal en preparativos, incluyendo entrenamiento en ética profesional, debería ser una parte esencial de las labores generales de preparativos de los hospitales.
La colaboración público-privada en preparativos en casos de desastres también es crítica, señaló Chris Van Gorder, presidente de Scripps Health, grupo que gestiona cinco centros de cuidados intensivos en California. "Los hospitales deben ser parte de los planes locales de preparativos. Debemos colaborar con las agencias locales, estatales y federales y para que eso suceda, necesitamos planificar y experimentar con anticipación".
Además de proveer servicios críticos de salud, los hospitales tienen también una importante función simbólica, algo especialmente importante en los esfuerzos de recuperación de la comunidad luego de desastres, dijeron los participantes.
"Los hospitales son un elemento crítico para la fortaleza de la comunidad", dijo W. Craig Vanderwagen, Secretario Adjunto de Estados Unidos en Preparativos y Respuestas. "La habilidad de estas instalaciones de permanecer en pie se convierte en un símbolo central para el sentir de la comunidad respecto a sus propias posibilidades de recuperación".
El Día Mundial de la Salud se celebra cada 7 de abril para conmemorar la fundación de la OMS en 1948.