Siempre que ocurre un desastre de cierta magnitud la maquinaria humanitaria se pone en marcha, movilizando la asistencia técnica y las donaciones nacionales e internacionales. Pero la llegada de grandes cantidades de donaciones al país afectado constituye un desafío enorme de organización y gestión para las autoridades y los actores humanitarios, que puede resultar en una ayuda pertinente y de gran valor o en una carga adicional difícil de manejar y administrar.
A los problemas técnicos y logísticos que implica esa tarea se une el que, con frecuencia, muchas donaciones son inapropiadas, precipitadas y poco ajustadas a las necesidades reales de la población o poblaciones afectadas.
La experiencia ha demostrado que la mayoría de esos problemas son evitables con una mejore planificación, una coordinación más afinada y un intercambio de información más oportuno y más eficiente entre los actores involucrados.
Para producir esta guía se han revisado conclusiones y recomendaciones ya elaboradas en diferentes foros internacionales, se han tomado como referencia documentos y guías de las principales agencias humanitarias internacionales para rescatar y presentar—con un esquema práctico y operativo—una síntesis de recomendaciones dirigidas a tres actores esenciales: los donantes, las organizaciones nacionales de atención de desastres y gestión del riesgo y los medios de comunicación.
La guía promueve el intercambio, conocimiento y colaboración mutua entre estos tres agentes, con el fin de adoptar mejores prácticas y desterrar actitudes y mitos que entorpecen o dañan el proceso de donar y el uso eficiente de estas donaciones para aliviar las consecuencias del desastre.
El documento presenta una sección inicial con recomendaciones de tipo general, seguida de tres apartados dedicados a cada uno de esos actores y breves secciones sectoriales, dedicadas a estos temas: salud, medicamentos, agua y saneamiento, niñez y alimentación.