- Frente a la reanudación de viajes internacionales no esenciales en el contexto de la pandemia de COVID-19, la Organización Panamericana de la Salud no recomienda tratar a los viajeros como casos o contactos de la enfermedad ni aplicar intervenciones que puedan generar una falsa sensación de seguridad, como los tamizajes o las pruebas PCR.
- La OPS/OMS hace un llamado a la responsabilidad individual para que las personas que están bajo medidas de aislamiento, cuarentena o restricción del desplazamiento en sus comunidades, o se encuentren enfermos, no realicen viajes internacionales.
Bogotá, noviembre 5 de 2020. Un posible viajero internacional con un resultado negativo en la prueba mediante rRT-PCR en muestras obtenidas de 2 a 5 días antes de su partida, que es el plazo que algunos países solicitan actualmente, puede tener la infección por SARS-CoV-2, pero presentar cargas virales por debajo del límite de detección de la prueba. Del mismo modo, puede contraer la infección antes de la fecha de partida o durante el viaje internacional. Un problema adicional es que es posible obtener un resultado positivo cuando la persona ya presentó COVID-19 y ya no tiene potencial de contagiar a otros, lo cual convierte la exigencia de la prueba en un obstáculo injusto para viajar a estas personas.
Es por las situaciones antes descritas que el resultado seronegativo puede generar una falsa sensación de seguridad tanto para los viajeros internacionales como para las autoridades nacionales en el lugar de destino y, en última instancia, ser la causa de que se cumplan de una manera menos diligente las medidas de higiene de las manos y las precauciones al toser o estornudar, el distanciamiento físico y el uso de equipos de protección personal (EPP) como las mascarillas.
“Si bien no es posible eliminar el riesgo de propagación del SARS-CoV-2 en los viajes internacionales y tampoco hay soluciones milagrosas, la OPS en sus orientaciones a los países recomienda un enfoque de mitigación de riesgos con diez elementos a tener en cuenta, que incluye el intercambio de información entre las autoridades sanitarias y migratorias, establecer mecanismos para dar seguimiento al estado de salud de los viajeros internacionales durante los 14 días siguientes a su llegada o hasta que salgan del país y tener protocolos para manejar posibles eventos relacionado con la COVID-19, entre otros”, explicó la representante de la OPS/OMS en Colombia, Gina Tambini.
Por otra parte, y a pesar de que es limitado el número de casos documentados de transmisión del SARS-CoV-2 en vuelos, se recomienda que la tripulación y los pasajeros usen mascarillas médicas durante todo el vuelo, así como en los puntos de entrada. Esta recomendación se basa en las siguientes consideraciones, el control universal de las posibles fuentes de infección; el seguimiento más fácil del cumplimiento y el uso adecuado de las mascarillas médicas; el costo bajo de las mascarillas médicas y su disponibilidad en el mercado.
Además de estas consideraciones y criterios científicos, que incluyen desafíos primarios biológicos, técnicos y epidemiológicos, la Organización Panamericana de la Salud también tuvo en cuenta aspectos logísticos y humanitarios para brindar orientaciones a los países para aceptar y mitigar los riesgos de propagación internacional del SARS-CoV-2.
Por ejemplo, en las actuales circunstancias de la pandemia de COVID-19, imponer al país de origen la carga de realizar pruebas de laboratorio podría considerarse una interferencia con la soberanía del país en cuanto a su respuesta a la pandemia y priorización del uso de sus recursos de laboratorio. También podría desviar recursos humanos y suministros de laboratorios que deben ser destinados a grupos y entornos de alto riesgo, lo que tendría un mayor impacto en salud pública.
“La OPS/OMS reitera la importancia del buen lavado de las manos, los buenos hábitos al toser y estornudar cubriendo nariz y boca con el interior del codo, el mantenimiento de una distancia física de al menos dos metros de los demás y el buen uso de mascarilla. Las personas enfermas y las personas en situación de riesgo, incluidos los adultos mayores de edad y las personas con enfermedades crónicas graves o afecciones de salud subyacentes, deben aplazar los viajes internacionales con origen o destino en las zonas donde hay transmisión comunitaria”, concluyó la representante Tambini.