Cabezas, Camiri, Kereimba y Charagua Iyambae, 1 noviembre de 2022 (OPS).- Con el propósito de prevenir el incremento de casos positivos y fortalecer las acciones contra la COVID-19 en la provincia Cordillera, el proyecto Chaco Salud llegó hasta las comunidades de Salitralmi, Tatarenda Nuevo, Abapó Viejo, Parlamento, Los Pozos, Yateirenda, Palmarito, entre otros, para capacitar sobre la importancia de la vigilancia comunitaria y entregar material informativo para que los comunarios puedan compartir con sus autoridades y familiares.
Estos encuentros fueron organizados y desarrollados por el proyecto Chaco Salud, que es liderado por la Organización Panamericana de Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), junto al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Plan Internacional (PI), financiado por la Unión Europea.
Hasta la fecha se han ejecutado varias actividades para combatir la COVID-19, llegando a más de 60 mil habitantes entre pobladores y personal de salud de los municipios de Cabezas, Camiri y los territorios autónomos de Kereimba y Charagua Iyambae, con capacitaciones, instalación de salas situaciones, entrega de equipamiento médico, formación de equipos de respuesta rápida y organización de ferias de salud.
La vigilancia comunitaria es la acción que realizan los comunarios para conocer el estado de salud de los pobladores de la comunidad. Este es un método que inicia desde la observación de los acontecimientos en el propio hogar, identificando problemas de salud que van afectando a una o varias personas como es el caso de la COVID-19, con el objetivo de informar rápidamente a las autoridades comunales y al personal de salud para que realicen una evaluación de las acciones preventivas para enfrentar el problema.
Olinfa Soto, capitán comunal de Salitralmi, resaltó la necesidad e importancia de este tipo de capacitación e información e indicó que como autoridades les hace mucha falta manejar temas como la vigilancia comunitaria para que haya un mejor entendimiento dentro de su comunidad. “Debemos estar atentos y vigilantes para saber que está sucediendo en nuestra zona y si alguien necesita ayuda avisar al personal de salud para que los síntomas no pasen a un estado de gravedad”, enfatizó.
Así mismo, María Elena Gómez, comunaria de Tatarenda Nuevo, señaló que la vigilancia comunitaria es una tarea de todos los miembros de la comunidad. “Debemos informarnos entre nosotros y comunicar a todos en nuestra casa, hijos, nietos, padres, hermanos, a nuestras comadres. Todos podemos hacer vigilancia ayudando a detectar nuevos casos de COVID-19 o alguna otra enfermedad”, aseveró.