Buenos Aires, 31 de julio del 2009 (OPS/OMS).- "Lactancia Materna - Respuesta vital en emergencias. ¿Estamos preparados-as?" es el lema que la Alianza Mundial pro Lactancia Materna (WABA) dispuso para celebrar este año la Semana Mundial, que se desarrolla del 1 al 7 de agosto, en 120 países del mundo. En ese marco, consideró "vital" mantener el amamantamiento "antes y durante" hechos de desastre cuando las probabilidades de los niños de morir pueden ser de 2 a 70 veces superiores a la media.
Ocurre que en situaciones críticas la lactancia materna no resulta afectada por el desabastecimiento de agua, el hacinamiento o la falta de combustibles; y provee al infante toda la energía y los nutrientes necesarios, es higiénica y naturalmente se brinda a la temperatura adecuada, lo que reduce las posibilidades de sufrir diarreas, enfermedades respiratorias y malnutrición.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Unicef recomiendan iniciar el amamantamiento durante la primera hora de vida; practicarlo en forma exclusiva hasta los seis meses, es decir, sin agregar leches de fórmula, ni otros alimentos o bebidas, ni siquiera agua. También aconsejan dar el pecho cuando el niño lo reclame, ya sea de día o de noche; y no utilizar biberones, tetinas o chupetes.
Y es que la leche materna puede reducir en un 13 por ciento la mortalidad en menores de 5 años. Además de ser lo único que el bebé necesita en sus primeros meses de vida, aporta la mitad de las necesidades nutricionales durante la segunda mitad del primer año y hasta un tercio durante el segundo año de vida.
En el marco de los festejos por la Semana Mundial, la Comisión Asesora en Lactancia Materna del Ministerio de Salud de la Nación, que integran entre otros OPS, Unicef y la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), elaboró junto con la cartera sanitaria, un afiche para promover el amamantamiento también en situaciones críticas.
Según datos oficiales, en Argentina menos del 40 por ciento de los bebés reciben lactancia materna exclusiva hasta los seis meses. "Lo que preocupa es la corta duración del amamantamiento", afirmó Mónica Waisman, subdirectora médica de la Maternidad Sardá, de Buenos Aires. Y trazó un panorama de situación: "El porcentaje que egresa de maternidades amamantados es ampliamente mayoritario, pero la prevalencia de lactancia decrece muy rápidamente".
Según la especialista, los factores que intervienen en esta reducción tienen que ver con la información que reciben las mamás, el sostén del sistema de salud y su situación social. "Cada mujer se arregla como puede. La sociedad no se ha hecho cargo de que la crianza de los chicos es un bien social", evaluó Waisman y lamentó la influencia sobre el destete que tienen la "practica agresiva y poco ética de la comercialización de sucedáneos de la leche materna". "Están al alcance de quien los pueda comprar en una góndola de supermercado cuando no son un producto de consumo masivo, son solo para casos minoritarios de bebés que no pueden acceder a ser alimentados", subrayó.
La doctora de la Maternidad Sardá desterró una falsa creencia sobre los alimentos de fórmulas. "Las madres piensan que el pecho más otra cosa es mejor cuando es todo lo contrario. Al introducir un biberón, disminuyen los efectos beneficiosos del amamantamiento. La lactancia se regula según la cantidad de leche que toma el bebé, si se lo saca del pecho, se produce menos leche y se genera un destete anticipado", aseguró.
Además de proteger al bebé de enfermedades infecciosas y crónicas, la leche materna promueve el desarrollo sensorial y cognitivo. La lactancia natural exclusiva reduce la mortalidad infantil por enfermedades de la infancia, como la diarrea o la neumonía, y favorece un pronto restablecimiento en caso de enfermedad. También contribuye a la salud y el bienestar de la madre, ayuda a espaciar los embarazos, disminuye el riesgo de cáncer ovárico y mamario.
La lactancia materna es a la vez un acto natural y un comportamiento que se aprende. Abundantes investigaciones demuestran que las madres u otras cuidadoras necesitan un apoyo activo para instaurar y mantener un amamantamiento adecuado.
En 1992, la OMS y el Unicef pusieron en marcha la iniciativa Hospitales amigos del niño con la idea de favorecer la lactancia natural ayudando a las mujeres a ejercer el tipo de maternidad que lo propicia. En Argentina, hasta 2007, existían 56 centros de salud contribuyendo por que más madres den el pecho a sus hijos. Y es que combinada con medidas de apoyo en todos los eslabones del sistema de salud, puede ayudar a las mamás a mantener este modo de alimentación.
Asimismo, las dos agencias de las Naciones Unidas promueven la creación de Bancos de Leche Humana, casas donde se brinda ese recurso a bebés que no tienen acceso. "Se trata de un proceso por el cual se obtiene leche de madres donantes, se pasteuriza, se somete a pruebas de calidad y se puede suministrar a lactantes cuyas mamás no pueden dar el pecho, prematuros extremos, chicos derivados del interior del país que están lejos de su madre, o con determinadas malformaciones del sistema digestivo", explicó Waisman.
En el país existe un Banco de Leche en el Hospital Interzonal General San Martín, de La Plata, y están iniciando su trabajo en este sentido el Lagomaggiore, de Mendoza; el Perrando, de Chaco; y la Maternidad Sardá, de Buenos Aires.