Actuemos ahora. Actuemos juntos.
Río de Janeiro, 30 de enero de 2023 (PANAFTOSA/SPV-OPS/OMS) - En el Día Mundial de las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD), el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria pone el foco en la importancia de la salud animal para la prevención de enfermedades zoonóticas.
Las zoonosis son enfermedades infecciosas transmisibles desde animales vertebrados al ser humano. La diseminación de estas afecciones se ha extendido a lo largo de las últimas décadas debido a la destrucción del hábitat, la invasión humana y el cambio climático.
El impacto de las zoonosis no solo radica en el daño a la salud pública, sino que ocasiona severas pérdidas económicas en la región. Por este motivo, se hace necesario el abordaje mediante la cooperación a escala intersectorial en el marco de “Una Salud” con la intervención y cooperación de equipos profesionales en los sectores de la salud humana, animal y ambiental.
La OPS/OMS reconoce un grupo de 20 afecciones como ETD, entre ellas las leishmaniasis, la rabia y el envenenamiento por mordedura de serpientes, esta última incluida en 2017.
Prevención, clave para la erradicación de las ETD
La región de las Américas ha sido pionera en el mundo en la eliminación de enfermedades transmisibles, así como en la lucha contra enfermedades tropicales desatendidas, entre ellas la rabia humana transmitida por perros. Las experiencias exitosas en las Américas han generado importantes lecciones aprendidas cuya aplicación contribuirá al logro de las metas establecidas para 2030.
Las ETD afectan principalmente a las regiones más pobres del mundo, donde la seguridad del agua, el saneamiento y el acceso a la atención médica son deficientes. El trabajo desde la prevención es clave para la erradicación de dichas enfermedades. La OPS/OMS, a través de PANAFTOSA coopera estrechamente con los países de la región en campañas de prevención, vigilancia y control de la salud animal para evitar y erradicar las afecciones zoonóticas.
Todos, en todas partes, deben tener la información que necesitan
para prevenir y tratar las enfermedades tropicales desatendidas.
Rabia, historias de éxito
Las acciones coordinadas para la eliminación regional de la rabia humana transmitida por el perro comenzaron en la región de las Américas en 1983, con la creación de la REDIPRA (Reunión de Directores de los Programas de Rabia de las Américas), bajo coordinación de la OPS/OMS, que estableció las directrices y el “Plan de acción para la eliminación de la rabia urbana de las principales ciudades de Latinoamérica”.
La solidaridad histórica entre los países sustenta la meta de la eliminación de la rabia humana transmitida por perros, en la región. Como resultado del esfuerzo conjunto la ocurrencia de la enfermedad en humanos disminuyó en un 99% en la incidencia anual entre los años 1970 y 2020. En el período comprendido entre 2017 y 2022 se registraron 102 casos humanos, 45 de ellos transmitidos por perros y 57 por otros animales, especialmente gatos y murciélagos.
Esta disminución se debe fundamentalmente a la importancia de la vacunación y prevención de la enfermedad en la población de perros. Durante este período, se vacunaron al menos 200 millones de canes a través de los servicios de salud pública de los países de las Américas por medio de campañas de vacunación con la asistencia y cooperación técnica de la OPS/OMS, a través del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria.
Gracias a estrategias eficaces para su control en la población de perros y herramientas para prevenir su ocurrencia en el hombre, es posible afirmar que la rabia es una enfermedad parámetro de la calidad del servicio de salud pública desarrollada por los gobiernos nacionales.
La eliminación de la enfermedad depende de la implementación de estrategias específicas locales, regionales y nacionales, la participación generalizada de la población, y la cooperación técnica entre países, todo bajo el paraguas de la estrategia “Una Salud”, humana-animal-ambiental.
La OPS/OMS, a través de PANAFTOSA, brinda cooperación técnica a los países, en la planificación y ejecución de campañas anuales de vacunación de la población canina, especialmente en áreas de frontera, dentro del “Plan de acción para la eliminación de la rabia urbana de las principales ciudades de Latinoamérica” y de las directrices definidas y aprobadas en conjunto con los países en la REDIPRA. Además presta apoyo en el desarrollo de capacidades diagnósticas y de vigilancia junto con los Centros Colaboradores de la OPS/OMS para la rabia; en la gestión del Sistema Regional de Vigilancia Epidemiológica de la Rabia en las Américas (SIRVERA); en la adquisición de vacunas humanas y caninas por medio del Fondo Rotatorio de la OPS; y promueve el desarrollo técnico de los profesionales de salud pública.
Animales ponzoñosos, la importancia de los antivenenos
Los envenenamientos por mordeduras y picaduras de animales ponzoñosos constituyen un serio problema de salud pública en América Latina. Las secuelas y discapacidades provocadas sobre todo por los envenenamientos por mordeduras de serpientes además de representar un problema de salud, tienen implicaciones sociales y económicas, debido a la pérdida de condiciones laborales para los pacientes afectados.
En el año 2020, fueron reportados un total de 45.710 casos y 157 muertes por mordeduras de serpientes. Sin embargo, los datos disponibles no reflejan la magnitud real del problema debido al subregistro de casos, especialmente en zonas rurales.
El tratamiento se basa en la administración de antivenenos específicos de acuerdo a la especie animal causadora del envenenamiento, constituyendo así un desafío en términos de gestión pública, ya que requiere agilidad y eficacia en la atención primaria.
Los casos graves y las muertes se asocian principalmente a la falta de disponibilidad o retraso en la administración del antiveneno específico y en la dosis adecuada para el tipo de mordedura.
La morbimortalidad puede reducirse significativamente a través de una estrategia coordinada, que implica la disponibilidad y accesibilidad de antivenenos adecuados y en cantidades suficientes, apoyo terapéutico durante el tratamiento y rehabilitación, junto con acciones de educación comunitaria.
En este sentido, la OPS/OMS, a través de PANAFTOSA, viene coordinando la Red de Laboratorios Públicos Productores de Antivenenos de las Américas (RELAPA), apoyándoles en el desarrollo técnico de sus profesionales para la producción de antivenenos y brindando cooperación técnica en el análisis de situación y en la mediación entre países para la distribución de antivenenos en situaciones de emergencias para países con dificultad de producción.
Leishmaniasis: prevención, vigilancia y control de la transmisión
Las leishmaniasis, dentro del grupo de las ETDs, son enfermedades zoonóticas causadas por diferentes especies de protozoos del género Leishmania y que se manifiestan como síndromes clínicos que pueden comprometer la piel, las mucosas y las vísceras. Sin tratamiento, la forma visceral puede causar la muerte de hasta el 90% de los afectados.
Estos protozoos se transmiten a los animales y a los seres humanos a través de insectos de la familia Psychodidae. En las Américas constituyen un problema de salud pública debido a su morbimortalidad y amplia distribución geográfica afectando principalmente a las personas más pobres y con mayor dificultad de acceso a los servicios de salud.
La leishmaniasis cutánea es endémica en 19 países de la Región, con un promedio anual de 52.645 casos humanos, en el periodo de 2001-2021. De estos, 41% de los casos (21.614) fueron registrados en la Subregión Andina, 40,3% (21.225) en Brasil, 16,6% (8.728) en Centro América y el resto en el Cono Sur, México y países del Caribe no Latino. La leishmaniasis visceral tiene un promedio anual de 2.488 casos, distribuidos en 13 países de la Región, el 94% reportados en Brasil.
La OPS/OMS, a través del Programa Regional de Leishmaniasis (CDE/VT), brinda cooperación técnica a los países endémicos con el objetivo de reducir la carga de la enfermedad y sus formas graves para evitar las muertes y reducir el contacto entre el hombre, el vector y el reservorio doméstico.
La OPS coordina las acciones para el fortalecimiento del diagnóstico, manejo clínico y terapéutico, la prevención, la vigilancia y control de la transmisión con un enfoque integrado y sostenible entre las diferentes esferas de la bioecología de las enfermedades infecciosas desatendidas en la interfaz humano-animal-ambiental a través de la iniciativa “Una salud”.
Enlaces de interés
- Página del Día Mundial de las Enfermedades Tropicales Desatendidas 2023
- Página del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria