Buenos Aires, 3 de junio de 2011 (OPS/OMS).- Comenzó el 5 de junio de 1981 con la detección de cinco casos de jóvenes gays que presentaban cuadros de neumonía en Los Ángeles, Estados Unidos. Treinta años después el VIH/sida es una epidemia mundial que afecta a 33 millones de personas, más de la mitad de los cuales son mujeres.
Sin embargo, según datos de Organización Mundial de la Salud (OMS) que constan en su Estrategia contra el VIH para 2011-2015, el número de nuevas infecciones disminuyó a nivel mundial en un 19 por ciento durante el último decenio. Y el acceso al tratamiento en los países de ingresos bajos y medianos se estima aumentó de 400 mil personas tratadas en 2003 a 6,6 millones a finales de 2010. Este avance representa el incremento anual más grande de la historia en el número de personas que acceden a tratamiento contra el VIH, 1,4 millones más que hace un año.
Por su parte, 2,6 millones de personas se infectaron por primera vez en 2009 en el mundo. Los jóvenes de entre 15 y 24 años representan el 40 por ciento de los nuevos casos de infección en la población adulta y precisan un acceso mejor y más sistemático a los servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento. Cerca del 80 por ciento de los jóvenes con VIH vive en el África subsahariana, y alrededor de dos tercios son mujeres.
También las muertes relacionadas con el sida cayeron globalmente en un 19 por ciento solo durante el periodo 2004-2009. Ese último año fallecieron 1,8 millones de personas por causas relacionadas con el sida.
En América latina hay 2 millones de personas con VIH y es una de las regiones con mayor acceso al tratamiento (51 por ciento de las personas que necesitan terapia la recibe). En Argentina, según estimaciones de Onusida/OMS, viven 130 mil personas con VIH y el acceso al tratamiento es gratuito. Se calcula que la mitad de los afectados desconoce su estado y que más de 47 mil personas reciben la terapia antirretroviral. Como en el resto de los países de Latinoamérica, tiene una epidemia concentrada en algunos grupos poblacionales: gay y otros hombres que tienen sexo con hombres, población trans, trabajadoras sexuales y usuarios de drogas.
Estos cambios vinieron acompañados de una rápida expansión de los servicios relacionados con el VIH y la asignación de fondos específicos a la lucha contra el sida; esos fondos aumentaron de 1600 millones de dólares en 2001 a 15.900 millones en 2009, gracias sobre todo a los aportes del Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida y del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, así como por otras fuentes bilaterales, multilaterales y nacionales.
"Hoy sabemos que la infección por VIH con diagnóstico oportuno y acceso a medicamentos antiretrovirales se puede convertir en una infección crónica y esto ha sido uno de los avances más espectaculares registrados. Pero lamentablemente estos avances biomédicos no están al alcance de todas las personas por diversos motivos: se calcula que solo un tercio de los infectados conoce su serología en el mundo, por otro lado no todos lo que lo necesitan acceden a la terapia antirretroviral. Actualmente hay 6 millones de personas en tratamiento en el mundo, pero todavía se siguen infectando más personas por día que las que ingresan a tratamiento", analizó Marcelo Vila, coordinador subregional en VIH/ITS para el Cono Sur de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS).
Las mujeres conforman actualmente cerca del 52 por ciento de la prevalencia mundial correspondiente a la población adulta. La falta de equidad de género y la persistencia de normas sociales perjudiciales figuran entre los principales factores que contribuyen a impulsar la transmisión del virus.
En 2009, el 53 por ciento de las embarazadas con VIH en el mundo tenían acceso a los medicamentos antirretrovíricos para prevenir la transmisión del virus a sus bebés, lo que supone una mejora importante con respecto a 2008, cuando esa proporción era del 45 por ciento. En Argentina más del 85 por ciento de las embarazadas que necesitan antirretrovirales para prevenir la transmisión del VIH a sus hijos reciben tratamiento.
Asimismo, el número de infecciones por el VIH entre los niños en el mundo disminuyó gracias a la expansión de los programas de prevención de la transmisión de la madre al niño, pasando de 500 mil en 2001 a un estimado de entre 420 mil y 460 mil chicos en 2010.
Según Vila, "lo mas importante es poder hacer el diagnóstico de VIH a la mujer. Sería importante que toda mujer conozca su estatus serológico, idealmente antes del embarazo, y luego la oferta de test durante el embarazo". Y agregó: "una mujer embarazada que sabe que tiene VIH si es adecuadamente atendida, tiene menos del 2 por ciento de probabilidades de que su hijo nazca infectado. Los niños que nacen con el virus y que reciben un tratamiento oportuno antes del año de vida pueden desarrollar una vida normal y transformar la infección en crónica".
El coordinador subregional en VIH/ITS de la oficina de la OMS para las Américas recordó que el VIH "es una infección que se transmite por vía sexual principalmente y que la única prevención segura es el uso correcto del preservativo en toda relación sexual". Además, aseveró que diagnosticado oportunamente y con acceso a la atención médica "se puede transformar en una infección crónica". Por ello, recomendó que "toda persona que tenga dudas sobre su status serológico, que haya tenido relaciones sexuales sin protección" se acerque a los centros de consejería y prueba para realizarse el estudio.
Del 8 al 10 de junio de 2011 se celebrará en Nueva York la Reunión de Alto Nivel sobre el Sida de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que evaluará los avances y definirá el rumbo futuro de la respuesta mundial al sida.
El trabajo de la OPS
La OPS trabaja conjuntamente con los países de la región en varias líneas de acción, entre ellas, la vigilancia epidemiológica para conocer mejor la epidemia, lo que permitirá adecuar la respuesta a las realidades y necesidades locales; apoya a los países para mejorar el acceso a prueba y consejería para diagnóstico de VIH con énfasis en las poblaciones vulnerables en el marco del mejoramiento general del acceso a los servicios de estas poblaciones, y lleva adelante, conjuntamente con UNICEF y otros socios internacionales, la Estrategia para Eliminar la transmisión vertical del VIH y la sífilis congénita.
En Argentina la OPS/OMS coopera con el Ministerio de Salud de la Nación en varias líneas de trabajo enfocadas fundamentalmente a conocer mejor la epidemia, aumentar el acceso a prueba en la comunidad de la diversidad sexual, relevar indicadores de alerta temprana de farmacorresistencia y ha apoyado también, en conjunto con ONUSIDA la presentación de Argentina para obtener la donación del Fondo Global de Lucha contra la Malaria, la Tuberculosis y el Sida para apoyar acciones de prevención en coordinación con la sociedad civil organizada.
Estrategia Mundial de la OMS
Por otro lado, el proyecto de Estrategia Mundial OMS del Sector Sanitario para el VIH 2011-2015 tiene por finalidad orientar la respuesta del sector de la salud frente al VIH. Sus metas, en consonancia con la estrategia del ONUSIDA para el mismo periodo, titulada «Llegar a cero», y con los compromisos internacionales pertinentes, son lograr el acceso universal a las intervenciones de prevención, diagnóstico, tratamiento y atención de la infección por el VIH para todos quienes lo precisen; contribuir a la consecución del Objetivo de Desarrollo del Milenio 6, y las metas conexas, para 2015.
El fin es lograr un mundo sin nuevos casos de infección por el VIH, sin defunciones relacionadas con el sida y sin discriminaciones, en el que las personas infectadas por el virus puedan disfrutar de una vida larga y saludable.
En ese camino, la propuesta busca optimizar los resultados de la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la atención de la infección por el VIH; propiciar la obtención de resultados sanitarios más amplios mediante la respuesta a la infección; crear sistemas de salud sólidos y sostenibles; y disminuir la vulnerabilidad y allanar las barreras estructurales que dificultan el acceso a los servicios a las mujeres y a los grupos de mayor riesgo.
Las cuatro metas para 2015 de la Estrategia de la OMS:
- reducir los nuevos casos de infección por el VIH: reducir en un 50 por ciento el porcentaje de jóvenes de 15 a 24 años infectados (en comparación con la cifra de 2009);
- eliminar las nuevas infecciones por el VIH en los niños: reducir en un 90 por ciento los nuevos casos de infección por el VIH en los niños (en comparación con la cifra de 2009);
- reducir la mortalidad relacionada con el VIH: reducir en un 25 por ciento las muertes relacionadas con el VIH (en comparación con la cifra de 2009);
- reducir la mortalidad relacionada con la tuberculosis: reducir en un 50 por ciento las muertes por tuberculosis (en comparación con la cifra de 1990).