Washington, DC, 3 de octubre de 2024 (OPS) – En el marco del 61.º Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), altas autoridades de salud de las Américas aprobaron una nueva estrategia para fortalecer el control del tabaco en la región. Esta iniciativa busca reforzar la lucha contra el tabaquismo y abordar desafíos emergentes, como el aumento en el consumo de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes.
Cada año, un millón de personas mueren a causa del consumo de tabaco en las Américas. A pesar de la disminución en las tasas de consumo, se estima que aún 133 millones de adultos y 5 millones de adolescentes de 13 a 15 años continúan usando tabaco. La sustancia representa una de las principales amenazas para la salud pública, generando una carga social, económica y ambiental significativa en los países.
La Estrategia y plan de acción para fortalecer el control del tabaco en la Región de las Américas 2025-2030 tiene como objetivo acelerar la implementación de las medidas del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT) en la región, promoviendo entornos más saludables, sostenibles y equitativos, y priorizando la protección de los jóvenes, las mujeres y las poblaciones con menores ingresos.
“Aún queda mucho por hacer para combatir una de las principales causas de muerte prevenibles en el mundo. Esta nueva resolución ayudará a avanzar las medidas comprobadas que son costoefectivas para reducir el consumo de tabaco y proteger la salud, especialmente de las personas en situación de vulnerabilidad”, afirmó el doctor Jarbas Barbosa, Director de la OPS.
La estrategia identifica a la juventud como un objetivo central para la industria tabacalera, que busca atraer a niños y adolescentes para reemplazar a quienes dejan de fumar o fallecen. Además, se está observando una promoción cada vez más agresiva de productos emergentes dirigidos a esta población, como los cigarrillos electrónicos, cuyo consumo entre los jóvenes supera al de la población adulta en la mayoría de los países.
Las cinco medidas del CMCT reconocidas por la OMS como mejores inversiones para prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles (ENT) son la base y el punto de partida de la estrategia y plan de acción. Al disuadir el consumo de tabaco y la adicción a la nicotina, también se contribuirá a la protección del medio ambiente y se fomentará una economía que priorice la salud de la población sobre las ganancias de industrias que dependen de la venta de productos nocivos.
Cinco líneas estratégicas de acción
La estrategia regional establece cinco líneas de acción para abordar esta problemática:
- Implementación de medidas efectivas para regular el consumo, la comercialización y la publicidad de productos de tabaco convencionales y otros emergentes.
- Implementación de medidas relacionadas con los precios e impuestos para reducir la demanda de tabaco.
- Prestación de servicios integrales de calidad que promuevan medidas eficaces para el abandono y el tratamiento adecuado de la dependencia del tabaco.
- Ratificación del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco y del Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco.
- Fortalecimiento de la capacidad de los Estados Miembros en las políticas de salud pública para hacer frente a los intentos de interferencia de la industria tabacalera y de quienes defienden sus intereses.
La nueva estrategia responde a una solicitud de los Estados Miembros de la OPS durante el 60.º Consejo Directivo el año pasado, quienes pidieron apoyo para elaborar una estrategia y plan de acción que permitan continuar los esfuerzos para implementar las medidas de control del tabaco más costoeficaces y enfrentar retos como las tácticas de mercadeo digital y la constante interferencia de la industria tabacalera.