Managua, 29 de julio de 2021 (OPS).- Autoridades de salud de Nicaragua y Honduras firmaron un Acuerdo Binacional en el marco del Derecho Comunitario Centroamericano, con el objetivo de realizar acciones transfronterizas que permitan la coordinación y colaboración entre ambos Estados para avanzar con la eliminación de la malaria en estos territorios.
Ambos países se comprometieron a realizar acciones efectivas en los dos lados de la frontera, complementando en la atención de casos en puntos fronterizos, asegurando la existencia de antimaláricos y pruebas de diagnóstico rápido (PDR) así como el intercambio de información.
Otro aspecto importante que se contempla es la integración de la red comunitaria en la prevención y comunicación de casos en las comunidades de difícil acceso, o donde no haya presencia cercana del personal de salud.
La firma de este convenio es el logro de muchos esfuerzos de integración, un trabajo en equipo y de alianza en la lucha por la eliminación de la malaria en ambas fronteras y que se realiza a través de la Iniciativa Regional para la eliminación de la malaria (IREM).
La Ministra de Salud de Nicaragua – Dra. Martha Reyes – indicó que se ha venido realizando un abordaje integral que permite incidir en este proceso de eliminación de la malaria entre ambos países y de esta manera asegurar la unificación de esfuerzos para fortalecer la restitución del derecho a la salud de las familias y de las comunidades en ambos territorios.
Por su parte, la Lic. Alba Consuelo Flores de la Secretaría de Estado de Salud de la República de Honduras, indicó que las intervenciones estarán enfocadas en el territorio de la Mosquitia en donde se concentra el 97% de los casos, y esta situación es compartida con Nicaragua, por lo que se requiere contribuir, fortalecer y acelerar el proceso para lograr que ambas naciones puedan solventar este problema de salud que aqueja a las poblaciones más vulnerables.
Nicaragua recientemente firmó un acuerdo similar con Costa Rica. La firma de estos dos convenios facilitará que la vigilancia, detección de posibles casos de malaria y tratamiento se realicen de forma coordinada, lo cual jugará un roll fundamental en el proceso de eliminación tanto a nivel del país como de la región centroamericana.
El Ministerio de Salud ha contado con la asesoría técnica de la OPS en aspectos epidemiológicos, clínicos, fortalecimiento de los recursos humanos y logísticos que le ha permitido fortalecer el desarrollo de la estrategia de eliminación de la malaria.
“La OPS está complacida de ser parte de esta iniciativa regional para la eliminación de la malaria y de ver el compromiso de los países para su implementación. Impulsar la agenda de enfermedades eliminables es una prioridad para el desarrollo sostenible de Centroamérica. En este momento en que la Región atraviesa la pandemia por COVID-19 y que ha afectado las economías de los países, es imperativo poner salud al centro de la agenda de desarrollo para así contribuir a mantener la capacidad productiva de nuestros países” indicó la Representante de OPS/OMS Ing. Ana Treasure.
También refirió que éste es el segundo convenio que firma Nicaragua, lo cual muestra el compromiso conjunto de articular esfuerzos y avanzar en la agenda de desarrollo en donde los países se han comprometido a nivel mundial.
Además, hizo énfasis en la necesidad de un abordaje integral que incluya atender, los determinantes sociales y ambientales que favorecen la presencia de esta enfermedad y que son elementos que hacen que la pobreza sea multidimensional.
“El compromiso asumido por ambos países debe ser reflejado en las políticas públicas, financiamiento, además de poner énfasis en la calidad de las intervenciones y focalizar los esfuerzos para evitar retrasos que favorezcan a la transmisión; así como asegurar un buen monitoreo que permita ajustar intervenciones” concluyó Ing. Treasure.
OPS ha sido un aliado que ha acompañado técnicamente y ha trabajado con la mejor evidencia científica en la recopilación de las buenas prácticas especialmente en lo que se refiere a diagnóstico, tratamiento y vigilancia lo cual ha permitido una reducción significativa de la morbilidad y de la mortalidad.