Buenos Aires, 29 de marzo de 2011 (OPS/OMS).- Con el fin de contar con datos que permitan promover políticas públicas de salud que incluyan a las poblaciones indígenas y afrodescendientes en los países de las Américas, un grupo de especialistas convocados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), participan de una consulta regional sobre la integración de la identificación étnico-racial en las estadísticas de salud.
El objetivo de la reunión, que se desarrolla el 29 y 30 de marzo en Buenos Aires y cuenta con el apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa) y el financiamiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y la Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional (Acdi), es delinear el contenido de un manual de recomendaciones que impulse la recolección de datos sobre pertenencia étnica de los pueblos indígenas, afrodescendientes y otros grupos étnicos, lingüísticos y culturales por medio de los sistemas de información de salud, para que se logre información confiable, comparable, y sistemática.
Representantes de los ministerios de Salud de Colombia, Guatemala, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Brasil y Nicaragua, entre otros países, además de funcionarios de la OPS/OMS y Celade/Cepal participan de la consulta.
La experiencia relevada en América latina muestra que se ha comenzado a responder a las nuevas y crecientes demandas de información relacionadas con los pueblos indígenas y afrodescendientes, en especial. Sin embargo, esto se expresa principalmente en los censos de población, en alguna medida en las encuestas de hogares, y aún existe un rezago en materia de registros, en particular en el área de la salud.
La región de las Américas presenta una realidad demográfica compleja desde el punto de vista de su composición étnica. Los pueblos indígenas (alrededor de 50 millones) y afrodescendientes (entre 150 a 200 millones) representan sumados cerca del 25 por ciento de la población total de la región.
Una mirada desde la salud pública con un criterio de equidad permite identificar cuatro áreas en las que la perspectiva étnica tiene un impacto significativo en la salud: los diferenciales en la situación de salud y en la esperanza de vida al nacer; el acceso diferencial a los servicios de atención, prevención y promoción a la salud; los diferenciales en el momento de la consulta, y los diferenciales en la calidad de los servicios.
Asimismo, las barreras culturales plantean el reto más complejo, ya que hay poca comprensión de los factores sociales y culturales que derivan del conocimiento, las actitudes y las prácticas relacionadas con la salud de los pueblos indígenas, afrodescendientes y otros grupos étnicos, lingüísticos y culturales.