Buenos Aires, diciembre de 2011 (OPS/OMS).- Buenos Aires (Argentina), su vecina Montevideo (Uruguay) y la brasileña Belo Horizonte compartieron experiencias de buenas prácticas para reducir los siniestros viales, en el marco del Proyecto de Cooperación entre Países (TCC) "Hacia un tránsito seguro: Fortaleciendo los sistemas de vigilancia integrales", impulsado por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).
La iniciativa fue motivada por los más de 1,2 millones de personas que mueren cada año en el mundo como consecuencia de siniestros en las vías de tránsito y por los otros 50 millones que sufren traumatismo, según el Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial: es hora de pasar a la acción, de la OMS.
Asimismo, más del 90 por ciento de las defunciones se producen en los países de ingresos bajos y medianos. La seguridad vial es un tema prioritario en la agenda de la OPS/OMS por tratarse de una de las primeras causas de mortalidad en la región de las Américas, principalmente en el grupo de 5 a 44 años, responsable anualmente de 142.252 muertes y un número estimado de lesionados de más de 5 millones.
Además del sufrimiento que esta realidad representa para los heridos y familiares, también genera una importante demanda en la atención pre-hospitalaria y de trauma y por tanto una sobrecarga para los servicios de salud y un alto costo para toda la sociedad.
Ante este panorama, surge, en el año 2010, el TCC de tránsito entre las ciudades de Belo Horizonte, Buenos Aires y Montevideo, como un compromiso asumido por las autoridades de dichos municipios, los entes relacionados a la seguridad vial y el apoyo técnico y coordinación de la OPS/OMS de cada país y también del programa regional.
El proyecto permitió tanto el intercambio de experiencias exitosas, como la identificación de fortalezas, oportunidades y debilidades encontradas en los procesos enfocados en la prevención de víctimas del tránsito, que pueden servir de ejemplo a otros países en desarrollo y al mismo tiempo apuntar nuevas posibilidades de abordaje en la gestión de la seguridad en el tránsito en cada ciudad.
En ese sentido, busca ser un aporte al fortalecimiento de los sistemas integrales de vigilancia de lesiones, discapacidades y muertes causadas por el tránsito en las ciudades participantes.
El cierre del TCC tuvo lugar a fines de septiembre de 2011, cuando representantes de las ciudades participantes lanzaron la publicación y manifestaron su interés en continuar trabajando en cooperación mutua, intercambiando otras iniciativas complementarias. El grupo argentino estuvo integrado por funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, de la Agencia Nacional de Seguridad Vial y de la OPS/OMS.
La publicación sobre la misma consta de tres partes: la primera presenta el marco conceptual básico para esta modalidad de cooperación; la segunda incluye el resultado del intercambio en los tres principales ejes: sistemas de información, buenas prácticas y empoderamiento de las comunidades, para finalmente en la tercera dejar recomendaciones que puedan ser de utilidad en el futuro.