Mujeres y niños que trabajan en el reciclaje informal de la basura electrónica en Bolivia están expuestos a sustancias peligrosas para su salud

Reciclaje

La Paz, 29 de octubre de 2021 (OPS)- En Bolivia existen familias trabajadoras, sobre todo mujeres, niños y niñas, que trabajan en el reciclaje informal de la basura electrónica con condiciones precarias que resultan en un riesgo para su salud y de la comunidad por exposición a sustancias peligrosas. A esta conclusión llegaron los expertos que participaron del Seminario Introducción a los riesgos a la salud por exposición a Sustancias químicas de la basura electrónica (RAEE) en Bolivia, que tuvo lugar a finales de septiembre, en conmemoración al día mundial de la salud ambiental. El evento tuvo la finalidad central de levantar conciencia sobre la realidad del sector de reciclaje informal de RAEE.

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) o basura electrónica proviene de todas las computadoras, celulares, refrigeradores y diversos aparatos. La basura electrónica contiene diversos aditivos tóxicos o sustancias peligrosas como metales pesados, dioxinas, retardantes de llama bromados. Pueden ingresar al cuerpo por la inhalación, ingestión, absorción de la piel, y en mamás expuestas también pasa por la placenta hacia el bebé.

Crear conciencia del riesgo

A través del Programa Nacional de Gestión en Salud Ambiental del Ministerio de Salud y Deportes, con el apoyo de la OPS/OMS, ONUDI y en coordinación con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, se desarrolló el evento, a propósito, además, que en Bolivia se está implementando el proyecto “RAEE y Salud en Bolivia” que incluye la evaluación de riesgos a la salud de personas expuestas a sustancias químicas liberadas de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) en los municipios de El Alto y Cochabamba.  

¿Quiénes, dónde y cómo están expuestas a las sustancias peligrosas de la basura electrónica en Bolivia?, fueron las preguntas guía del evento. En el seminario, que duró dos días y que contó con la participación de 310 personas el primer día y unos 257 profesionales el segundo, los expertos abordaron la temática desde diferentes ángulos. Los objetivos del evento fueron tener una aproximación a la realidad del sector de reciclaje informal de RAEE en Bolivia desde un enfoque de riesgos a la salud; comprender los distintos grados de vulnerabilidad (de salud, ambiental, social y económica) de la población infantil, mujeres y familias que trabajan en el reciclaje informal de RAEE en los municipios de El Alto y Cochabamba; fortalecer las capacidades institucionales y promover la articulación intersectorial del sector salud y medio ambiente en la evaluación de riesgos a la salud por sustancias químicas a través de la experiencia en RAEE; y, finalmente, reconocer buenas prácticas para el diagnóstico y orientación sobre la atención en salud de personas expuestas
“El reciclaje de basura electrónica en Latinoamérica es una fuente de trabajo para millones de personas en países en desarrollo y al mismo tiempo, los métodos precarios de trabajo que utilizan son una de las principales fuentes de exposición a sustancias peligrosas de los RAEE”, señaló el expositor Fernando Díaz-Barriga al referirse al trabajo precario en la basura electrónica y el riesgo para la salud infantil.

Díaz Barriga explicó que “el patio de la vivienda suele ser el taller de reciclaje precario. El problema debe comprenderse y abordarse desde la familia y desde tres escenarios de exposición: ocupacional, doméstico y a nivel ambiental. Esta última implica la exposición de otras familias de la comunidad afectadas por la contaminación. Los niños (desde el embarazo y durante la lactancia) son un grupo altamente expuesto”.

Los riesgos para la salud

Agnes Soares, asesora Regional de Epidemiología Ambiental de la OPS/OMS, señaló que la OMS está desarrollando una iniciativa sobre la basura electrónica y los riesgos a la salud infantil. En la región de las Américas, junto a los Ministerios de Salud de Bolivia y Panamá, se está implementando una experiencia piloto enfocada en los riesgos a la salud en grupos vulnerables.

En la disertación del ingeniero Daniel Cruz sobre el proyecto piloto que se desarrolla en Bolivia, éste dijo que “se ha identificado la exposición ocupacional, doméstica y ambiental en familias que trabajan reciclando RAEE en las proximidades a los rellenos sanitarios de El Alto y Cochabamba. Mujeres de todas las edades, generalmente migrantes del área rural, conforman hasta más del 70% de la fuerza laboral a la cual se suma otro porcentaje aún no determinado de trabajo infantil”.

Añadió que la quema de cables eléctricos para el rescate de cobre es la práctica más común y de alta exposición. De acuerdo a los especialistas, los tóxicos entran al cuerpo, atacan las células y cuando los mecanismos de defensa son superados por los mecanismos de toxicidad ocurre un montón de daños.

Por su parte, la doctora Banny Zelada advirtió que “la exposición a los metales pesados es una enfermedad silenciosa a la que los niños y las mujeres en edad de reproducción son los grupos más vulnerables. Los efectos pueden ser perjudiciales de por vida, debido a que el cuerpo de los infantes absorbe más y excreta menos que los adultos”. Dijo que, por la amplia variedad de las sustancias tóxicas de la basura electrónica, éstas actúan en todos los órganos y sistemas del organismo.

Soares explicó ¿por qué el enfoque en niños?, de los proyectos piloto: “porque los efectos adversos, en esta fase de desarrollo pueden repercutir para el resto de la vida, como enfermedades no transmisibles o la limitación en su desarrollo”.  

Por tanto, recomendó que la colaboración intersectorial es esencial. “Evaluar riesgos y mejorar la vigilancia en salud pública ambiental son dos aspectos necesarios a incluir en las intervenciones sobre RAEE e incluir al sector salud en las regulaciones de los países”.

Construcción de alternativas

Algunas de las conclusiones a las que llegaron los expertos fue que “las medidas para construir salud deben encaminarse a eliminar los basureros digitales de las viviendas, pero avanzando en la construcción de alternativas seguras para las familias que dependen del reciclaje de residuos”.

Casos como el grupo Eco recolectoras y empresas del sector formal de reciclaje de RAEE en Bolivia, son evidencia que la capacitación sobre los riesgos en salud y de medidas preventivas tienen incidencias positivas en disminuir el problema. Por tanto, se impulsa a seguir con acciones en salud para que los trabajadores del reciclaje conozcan los riesgos a los que están expuestos, y asegurar el acceso de éstos a los servicios de salud.

La construcción de alternativas para la disminución del riesgo en esta temática, con inclusión del sector salud, es imperativa.

Resaltó que en el evento participaron personal sanitario de de centros de salud de atención primaria de las ciudades de El Alto y de distintos centros urbanos, además de instituciones públicas, privadas y universidades que trabajan en la gestión de RAEE de Bolivia.

En los siguientes años los volúmenes de RAEE seguirán aumentando y también el número de familias dedicadas al reciclaje informal, esto significa que el número de niños expuestos, directa o indirectamente, también incrementará.
El Ministerio de Salud y Deportes, a través del Programa Nacional de Gestión en Salud Ambiental está avanzando en el objetivo de incorporar la evaluación de riesgos a la salud por sustancias químicas, como método de trabajo intersectorial e intra sectorial a través de la política SAFCI. Esto implica que el sector salud, sobre todo en el nivel de atención primaria, debe fortalecer la identificación de riesgos en el ambiente local, su análisis e incidencia en la reducción del riesgo.

Fueron expositores del evento: Dr. Alfredo Laime Callisaya, responsable del Programa Nacional de Gestión en Salud Ambiental del Ministerio de Salud y Deportes; el Ing. Gustavo Sivila, profesional en Gestión Ambiental Adecuada del Ministerio de Medio Ambiente y Agua; el Dr. Fernando Díaz-Barriga, de la Universidad Autónoma San Luis de Potosí de México, Centro colaborador de la OPS/OMS; la Dra. Banny Zelada, especialista en toxicología clínica; la Dra. Agnes Soares, asesora Regional de Epidemiología Ambiental CE/CDE OPS/OMS; el Ing. Carlos Hernández, coordinador Regional del proyecto PREAL ONUDI; la Dra. Patricia Apaza, responsable de Salud Infantil Ministerio de Salud y Deportes; y el Ing. Daniel Cruz Fuentes, especialista en evaluación de riesgos en salud.