Washington, DC, 28 de septiembre de 2020 (OPS) - Desde mucho antes del inicio de la pandemia de COVID-19, un área clave de la cooperación técnica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha sido desarrollar la capacidad de sus países miembros para prepararse y responder a los brotes de enfermedades y epidemias. Desde que la pandemia llegó a las Américas, la OPS ha continuado ese trabajo, mientras lidera y coordina la respuesta regional a la COVID-19 y ayuda a los países miembros a proteger los logros en otras áreas, incluidas la inmunización, la prevención de enfermedades no transmisibles y el acceso a servicios de salud de calidad.
Estos y otros aspectos clave de la cooperación técnica de la OPS entre mediados de 2019 y 2020 se describen en el Informe anual de 2020 de la Directora, titulado "Salvar vidas y mejorar la salud y el bienestar". La Directora de la OPS, Carissa F. Etienne, presentó hoy el informe a las autoridades de salud de todas las Américas que se están reuniendo virtualmente esta semana en el 58. ° Consejo Directivo de la OPS.
El informe señala que COVID-19 “ha afectado la salud, la economía y la forma de vida en casi todos los países” en la región de las Américas. La pandemia expuso graves desigualdades en los países y entre los países, y en particular destacó las vulnerabilidades de determinados grupos de población. También “puso al descubierto profundas debilidades estructurales dentro de los mecanismos de salud y protección social en la región, subrayando la necesidad de reformas sustanciales y acciones para asegurar que los países continúen trabajando para lograr la ambiciosa meta de salud universal para 2030”.
En este contexto, el informe resume las estrategias, intervenciones y logros de la OPS en sus principales áreas de cooperación técnica durante el período que abarca el informe. Estas áreas incluyen sistemas y servicios de salud; enfermedades transmisibles y determinantes ambientales de la salud; emergencias sanitarias; familia, promoción de la salud y curso de vida; enfermedades no transmisibles y salud mental; y evidencia e inteligencia para la acción en salud. El informe destaca los esfuerzos especiales para garantizar una mejor salud para todos durante y después de la pandemia, especialmente para aquellos en condiciones de vulnerabilidad, lo que refleja el compromiso general de la Organización de "no dejar a nadie atrás". El informe también describe los esfuerzos de la OPS para mejorar su eficiencia interna y asegurar la transparencia y la rendición de cuentas continuas en todas sus operaciones.
“Los impactos sociales, económicos y en la salud de la pandemia tendrán efectos de gran alcance en el progreso para lograr los objetivos de salud nacionales, subregionales, regionales y mundiales; sobre la financiación de la salud y la movilización de recursos; y sobre nuestros esfuerzos y aspiraciones para el desarrollo de la salud con equidad ”, dijo Etienne al presentar el informe.
“Reconocemos plenamente que se requerirán intervenciones masivas y sostenidas, tanto en el futuro inmediato como más adelante, para controlar y contener la COVID-19, para abordar los crecientes niveles de pobreza, para reducir las desigualdades sociales y de salud, y, lo que es muy importante, para situar a la salud en el centro del desarrollo equitativo y sostenible”, concluyó Etienne.
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