Las ciclovías (carriles bici) de Bogotá se han ampliado para prevenir la propagación de la COVID-19 mediante una nueva reducción de las aglomeraciones y del contacto entre personas en la red de transporte público de la ciudad.
A principios de 2020, el alcalde de Bogotá añadió 84 km (52 millas) de nuevos carriles temporales para bicicletas a la red existente de 550 km denominada Ciclovía, en el contexto de la promoción del uso de medios de transporte activos, alternativos y sostenibles. Los nuevos carriles, que funcionan las 24 horas los 7 días de la semana, convierten a la red Ciclovía de Bogotá en una de las más amplias de su clase en todo el mundo. Según los datos de una encuesta virtual llevada a cabo en la ciudad durante julio y agosto, crece el interés de los ciudadanos por el desplazamiento en bicicleta, como demuestra el hecho de que recientemente se ha duplicado el número de personas que utilizarían la bicicleta como medio de transporte para desplazarse por la ciudad (del 8% al 16%).
Bogotá ha sido una de las primeras ciudades del mundo en añadir ciclovías «emergentes» a las rutas existentes para mejorar las opciones del transporte urbano. La necesidad de responder con rapidez a las dificultades de movilidad asociadas a la COVID-19 ha hecho que las administraciones de todo el mundo aprovechen de forma similar la flexibilidad que ofrecen iniciativas tales como Ciclovía, y su potencial para mejorar el papel de las calles de las ciudades como espacios públicos. En julio de 2020, al menos 92 ciudades de 20 países en 3 continentes habían ampliado las aceras y ciclovías, que ganaron en anchura, longitud y mejores conexiones; habían implementado nuevos programas como Ciclovía; o habían ampliado sus programas como parte de las estrategias de apoyo al distanciamiento físico y a la seguridad vial. Se imparten talleres dirigidos a los usuarios de Ciclovía sobre cómo prevenir la propagación de la COVID-19, en los que se les recuerda que mantengan las medidas de desinfección de manos y bicicletas, así como la distancia de seguridad con los demás ciclistas.
Desarrollo de la resiliencia futura mediante el diseño de una política de transporte sostenible
En Bogotá, las ciclovías ya reforzaban las opciones de transporte sostenible y aumentaban la actividad física pero, a largo plazo, este proyecto ayudará a fundamentar y diseñar la política de transporte y las respuestas prácticas a la actual pandemia de COVID-19 y a otras pandemias en el futuro. Además, documentará el papel que pueden desempeñar esas iniciativas como recursos importantes para la promoción de la salud y el bienestar de la población mediante el fomento de los desplazamientos activos y la actividad física, así como alternativas para los desplazamientos diarios a la ciudad, incluidos sus posibles beneficios adicionales debido a la disminución de los niveles de contaminación. También es un ejemplo excelente de colaboración multisectorial en favor del transporte y la salud, ya que las principales instituciones que encabezaron la iniciativa fueron la Secretaría Distrital de Movilidad, el Instituto Distrital de Recreación y Deporte y el alcalde de Bogotá.