Buenos Aires, 27 de agosto de 2012 (OPS/OMS).- En el marco de la jornada internacional internacional Sistemas de calidad en donación y trasplantes, organizada por la Universidad Isalud y la Asociación Argentina de Procuración de Órganos y Tejidos para Trasplantes (AAPROTT), con el auspicio de la OPS/OMS y el Incucai, profesionales nacionales, regionales y de España analizaronn la calidad en la donación de órganos.
La apertura del encuentro estuvo a cargo del rector de Isalud, Carlos Garavelli y del secretario de Políticas, Regulación e Institutos del Ministerio de Salud de la Nación, Gabriel Yedlin. También expuso en la jornada el director del Incucai, Carlos Soratti.
Los temas que se abordarán a lo largo del día en diversas mesas son: Indicadores de Calidad del Proceso Donación — Trasplante: Experiencia Argentina; Aportes desde las sociedades científicas a los sistemas de calidad de trasplantes; Sistemas de calidad en Donación y Trasplantes en Latino América, y la conferencia magistral Calidad en la Donación de Órganos, a cargo de Rafael Matesanz, médico que en 1989 ideó y llevó adelante durante más de 20 años como director, la Organización Nacional de Trasplantes de España.
En la introducción del encuentro, el representante de la OPS/OMS en Argentina, Pier Paolo Balladelli, destacó la importancia del principio rector 10 de la OMS sobre calidad del trasplante de células, tejidos y órganos. El sistema de calidad permite consolidar las políticas y leyes nacionales e internacionales que fomentan el trasplante, al tiempo que impiden el comercio y el tráfico, atendiendo las necesidades de los receptores, protegiendo a los donantes y garantizando la dignidad de todas las partes interesadas. "Es imprescindible aplicar procedimientos de alta calidad, seguros y eficaces tanto a los donantes como a los receptores", sostuvo.
En 1991, la OMS mediante su resolución WHA44.25 aprobó los principios rectores y desde entonces, han influido en la legislación de muchos países, así como en los códigos y las prácticas profesionales. Su finalidad es proporcionar un marco ordenado, ético y aceptable para la adquisición y trasplante de células, tejidos y órganos humanos con fines terapéuticos.
Los principios rectores tienen que ver con el consentimiento, la ausencia de conflictos médicos, la protección de los menores de edad y de las personas con discapacidad, la donación gratuita, la promoción y no publicidad, así como también, la responsabilidad por el origen, la asignación, criterios clínicos normas éticas; la transparencia y el anonimato, entre otros.
En referencia al principio rector 10, que abarca el monitoreo a largo plazo, los resultados, y la calidad y seguridad de los procedimientos, Balladelli expuso que "debe mantenerse y optimizarse constantemente el nivel de seguridad, eficacia y calidad de las células, tejidos y órganos humanos para trasplante, en cuanto productos sanitarios de carácter excepcional. Para ello es preciso instituir sistemas de garantía de la calidad que abarquen la trazabilidad y la vigilancia, y que registren las reacciones y eventos adversos, tanto a nivel nacional como en relación con los productos humanos exportados", indicó.
"Ese marco efectivo de calidad y seguridad debe aplicarse y mantenerse en todas las etapas del proceso, desde la obtención del órgano, la selección del donantes, el transporte, hasta el trasplante incluyendo todo el seguimiento a largo plazo (o la eliminación) y debe abarcar el personal sanitario, la organización, las instalaciones, el equipo, los materiales, la documentación y el registro de datos", detalló.
En los últimos 50 años, el trasplante de células, tejidos y órganos humanos se ha convertido en una alternativa terapéutica útil para la supervivencia y, en muchos casos, es la única posible para mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónicas; por lo tanto, ya se ha convertido en un procedimiento convencional que ha beneficiado a cientos de miles de personas.