Buenos Aires, 26 de octubre de 2012 (OPS/OMS).- La coordinación de voluntarios procedentes de organismos internacionales y la movilización de recursos son dos grandes retos ante situaciones de desastres en Sudamérica. Así lo afirmó el gerente del Área de Preparativos y Socorro de Emergencias y Desastres de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jean Luc Poncelet, quien participa en Buenos Aires de reuniones de funcionarios de la región para revisar estrategias y definir los principales objetivos en esta materia para los próximos dos años.
"Uno de los desafíos más importantes está vinculado a la multiplicidad de actores. La cantidad de gente que quiere intervenir en salud es cada día más importante y, para poder coordinarlo, es necesario que cada ministerio desarrolle una dependencia dentro de los programas de emergencias que se encargue de la ayuda internacional, que es muy complicada en salud", sostuvo Poncelet. "Hay gente que viene de la Cruz Roja, de Médicos del Mundo o de otros organismos. Y si no se conoce antes de las emergencias a la gente que puede participar, va a ser muy difícil de coordinar", explicó.
El otro gran reto, aseguró, es la movilización de recursos. Si un hospital se cae durante un terremoto, puede que no sólo se deba a la intensidad del movimiento, sino también a que ha sido construido en malas condiciones. "Hay que construir en función de lo que puede ocurrir. Esto no incrementa el costo del hospital y le permite funcionar después de la emergencia. Hay que ajustar la construcción, pero también hay que tener en cuenta el funcionamiento, porque si el equipo de médicos y enfermeras no están el día de la inundación, el sanatorio tampoco va a funcionar", advirtió.
Durante un encuentro convocado por la OPS, los coordinadores del área de Desastres de los ministerios de Salud de Sudamérica revisaron las perspectivas a futuro de la estrategia Hospital Seguro, tal como se denomina a los establecimientos que pueden hacer frente a eventos críticos. Además, analizaron los proyectos que se llevaron adelante en la región para fortalecer la capacidad de respuesta de la red de salud frente a emergencias y desastres.
De hecho, esta semana también se realiza en Buenos Aires el taller de cierre de los proyectos denominados DIPECHO, implementados en los países de América del Sur entre el año pasado y éste para potenciar la capacidad de respuesta de la red de salud. Se trata de iniciativas que contaron con la financiación de la Comisión Europea. En el caso de Argentina, se trabajó en seis hospitales de Jujuy para aumentar el nivel de seguridad de las unidades y el planeamiento coordinado frente a emergencias y desastres, con un fuerte compromiso de las autoridades locales.
En esta área, también el cambio climático debe ser un aspecto tenido en cuenta. "El impacto es lento, pero este fenómeno nos recuerda que los desastres cambian, que zonas que estaban fuera de riesgo de inundación, ahora pueden estar en riesgo, por ejemplo. Por eso, quienes planifican para eventuales emergencias deben hacerlo en forma diferente, pensando no sólo en lo que conocemos, sino en lo que puede venir", subrayó el gerente del sector de la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Poncelet destacó los avances de la región ante situaciones de desastres, pero consideró que aún existen grandes retos, teniendo en cuenta las vulnerabilidades que afrontan algunos países. "Hay que concientizar a los ministerios de donde están las necesidades más importantes frente a eventuales emergencias porque se pueden reducir, a bajo costo, los riesgos de mal funcionamiento si se sabe dónde está esa necesidad", indicó.
Así lo establece la estrategia de Hospital Seguro, tal como se llama a los establecimientos de salud cuyos servicios permanecen accesibles y funcionando a su máxima capacidad instalada y en su misma infraestructura, inmediatamente después de un fenómeno destructivo de gran intensidad de origen natural.
El taller para analizar los proyectos de la región, que finalizará este sábado, está organizado por la OPS, la Comisión Europea, Unicef, Unesco y la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastres.