Tegucigalpa, 24 de septiembre de 2020. La celebración se realizó a nivel nacional en conjunto con la Secretaría de Salud, las regiones sanitarias y establecimientos de salud en los diferentes municipios. Las principales actividades incluyeron foros televisivos con expertos, reuniones técnicas para discutir proyectos de intervención, charlas educativas y campañas en redes sociales.
La OPS/OMS y el UNFPA se unen en la conmemoración de la Semana de Prevención del Embarazo en Adolescentes como un evento de salud pública recurrente, con el fin de crear consciencia acerca de la urgencia de esta problemática y movilizar acciones entre las partes interesadas, desde el nivel regional hasta las comunidades locales.
El día central del evento, se realizó la socialización del proyecto “Prevención de Embarazo Adolescente en Honduras y República Dominicana a autoridades de regiones y municipios seleccionados” con los directores regionales de Olancho e Intibucá y los directores de hospitales y establecimientos de salud del primer nivel de atención, médicos y enfermeras de Yamaranguila y Dulce Nombre de Culmí. El proyecto se gestionó con fondos de la Cooperación Andaluza.
La Dra. Elvia Ardón, Directora General de Normalización de la Secretaría de Salud dijo que “el embarazo en adolescentes es un problema de salud pública, de desarrollo, de derechos humanos, de inequidades y multicausal. Tenemos deuda con los adolescentes que por su situación se ven obligadas a ser madres a tan temprana edad”, dijo la Dra. Ardón mencionando los desafíos a que se enfrentan los adolescentes ante la violencia en los hogares por la pandemia, entre otros.
La Dra. Evelyne Degraff en nombre de la OPS/OMS en Honduras en sus palabras recordó que en el 2019, OPS apoyó a SESAL para evaluar la Estrategia Nacional de Prevención de Embarazo en Adolescentes (ENAPREAH), con la participación de adolescentes lencas y garífunas por medio de los diálogos de saberes, encontrando que había falta de confidencialidad en los servicios y falta de comunicación con los padres, entre otros temas por mejorar. “A raíz de estos hallazgos se hizo un plan para adecuar la ENAPREAH tomando en cuenta la opinión de los adolescentes”, dijo Degraff.
Este proyecto, mencionó la funcionaria nos dará la oportunidad de incluir en las actividades del proyecto la perspectiva de sostenibilidad para generar evidencia y fortalecer capacidades. Se espera abordar las desigualdades, incluir la percepción de los adolescentes y se visibilizarán las necesidades, a favor de grupos de adolescentes vulnerables que se han quedado atrás. Además, los servicios darán acceso a métodos de planificación familiar, se sistematizará la experiencia y se podrán replicar los resultados en otras regiones del país.
El Dr. Alcides Martínez, Director General de Redes de Salud de la Secretaría de Salud dijo “este tema es prioritario para la Secretaría y para el gobierno. Reconocemos que se ha reducido en los últimos meses el porcentaje de parto institucional, y las medidas de excepción han provocado que tengamos mayor cantidad de adolescentes embarazadas, lo que las pone en situación de riesgo, por lo que este proyecto es muy necesario. Reduce las posibilidades de mantener buena salud de ellas y sus hijos, disminuyendo sus oportunidades de estudio y trabajo. Necesitamos estos proyectos que empoderan a las niñas y adolescentes para ser sujeto de su propio destino y salgan adelante. Agradezco a OPS por esta oportunidad de abordar integralmente este problema de salud pública y exhorto a la red de servicios que seamos ejemplo para el resto del país. Esperamos resultados a corto plazo, participemos activamente en las actividades del proyecto”, concluyó Martínez.
Maribel Navarro, punto focal para embarazo en adolescentes, presentó el proyecto al personal de salud y de las alcaldías de Yamaranguila y de Dulce Nombre de Culmí. El proyecto fue planificado por la Dirección de Redes Integradas y fue adaptado a la situación actual de la pandemia. Con la herramienta INNOV8 se evaluó la ENAPREAH y nos dimos cuenta que “estamos dejando atrás a adolescentes de áreas rurales, indígenas y afrodescendientes, no escolarizados, en menores quintiles de riqueza, privados de libertad, principalmente”.
Los dos municipios fueron escogidos basados en estos y otros criterios; se realizarán capacitaciones para la medición de inequidades sanitarias que son desigualdades evitables en materia de salud entre grupos de población de un mismo país o entre países.
También se capacitará en la metodología de diálogos de saberes con un enfoque de interculturalidad, para enseñar a los adolescentes a tener una comunicación horizontal. De aquí saldrán pautas y recomendaciones; los sistemas de salud y proveedores de salud se capacitarán para prestar servicios de salud sexual y reproductiva de calidad para adolescentes; se capacitarán los hospitales de referencia San Francisco, Hermano Pedro y Enrique Aguilar Cerrato, los CIS de Yamaranguila y Dulce Nombre de Culmí.
Posteriormente, se socializará información disponible de alta calidad, de la OPS y la OMS, con los establecimientos de salud, también se llevarán a cabo cursos virtuales y se darán capacitaciones para el monitoreo del embarazo en adolescente.
Mayor información:
Las tasas de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe (ALC) siguen siendo inaceptablemente altas, especialmente si se les compara con las tasas globales de fecundidad en descenso en la región, y también considerando el desarrollo macroeconómico alcanzado en los últimos años. El embarazo temprano afecta el desarrollo psicosocial de las niñas, contribuye a resultados precarios en materia de salud para las niñas y sus hijos, repercute de manera negativa en sus oportunidades educativas y de empleo, y contribuye a la perpetuación de los ciclos intergeneracionales de salud precaria y de pobreza.
Esta problemática se ha agudizado de manera particular a consecuencia de la pandemia de COVID-19. De acuerdo con informes recientes, la COVID-19 puede tener repercusiones significativas en la trayectoria de vida de las adolescentes. Antes de la pandemia de COVID-19, las adolescentes ya registraban el nivel más elevado de necesidades insatisfechas de planificación familiar y servicios de salud sexual y reproductiva, además de enfrentar barreras en el acceso a servicios de atención de la salud, incluyendo servicios de salud sexual y reproductiva, lo mismo que en el acceso a educación integral de la sexualidad. El UNFPA y la OPS hicieron un análisis de la situación del embarazo en adolescentes en la región y expresaron su preocupación por el lento avance en la disminución de las tasas de fecundidad en adolescentes. La OPS, el UNFPA y UNICEF lanzaron un informe conjunto acerca de la necesidad de acelerar las acciones para reducir el embarazo en adolescentes en América Latina y el Caribe en consenso con actores clave.
Actualmente, los países de la región mantienen cerrados las escuelas para evitar la propagación de la COVID-19, una situación que se traduce en la pérdida de oportunidades educativas, incluido el desarrollo de habilidades para la vida. Esto último aumenta la probabilidad de experimentar violencia y abuso en el hogar, embarazos no planeados, uniones tempranas, abandono escolar y dificultades económicas. Adicionalmente, la pandemia ha tenido un impacto importante en la continuidad de los servicios, particularmente a consecuencia de la disminución en el acceso a servicios de Salud Sexual y Reproductiva esenciales.