25 de agosto del 2021 - En Chile, mueren más personas por enfermedades cardiovasculares que por cualquier otra causa. Más de una cuarta parte de todas las muertes registradas cada año, cerca de 30 000 en total, se deben a estas enfermedades.
La hipertensión —también conocida como “presión arterial alta”— es un trastorno médico grave y un factor de riesgo clave para las enfermedades cardiovasculares. Las personas con hipertensión tienen una presión persistentemente elevada en los vasos sanguíneos, por lo que el corazón debe trabajar más de lo usual.
La mayoría de las personas con hipertensión no saben que tienen este problema médico porque generalmente no perciben ninguna señal de advertencia ni experimentan síntomas: por este motivo, la hipertensión se conoce como la “asesina silenciosa”. Si bien un profesional de la salud puede detectarla de manera rápida y sencilla, muchísimas personas no son conscientes de que tienen o corren el riesgo de tener la presión arterial alta.
En Chile, aproximadamente uno de cada cuatro hombres y una de cada cinco mujeres vive con hipertensión; son más de cuatro millones de personas. Afortunadamente, las tasas de hipertensión han descendido de forma sostenida en los últimos años.
Un progreso alentador
Este descenso es el resultado de las medidas contra las enfermedades no transmisibles que se han mantenido a lo largo de varios decenios en Chile. La hipertensión estuvo en el centro del primer programa nacional contra enfermedades crónicas en los centros de atención primaria en todo el país y, desde mediados de los años ochenta, el país ha estado trabajando con ahínco para mejorar las tasas de detección y control.
Desde el cambio de siglo, Chile ha llevado a cabo tres encuestas nacionales de salud para recabar datos de la población sobre la hipertensión. Se han recopilado datos acerca de la concientización, la prevalencia, la cobertura del tratamiento y los tipos de medicación, así como sobre los niveles de control de la hipertensión. De acuerdo con un análisis reciente de estos estudios, las tasas de hipertensión han descendido de forma sostenida desde la primera encuesta. Después de la creación de los objetivos nacionales, los niveles de hipertensión controlada se duplicaron con creces.
Más recientemente, la hipertensión se ha incluido en el plan de cobertura universal de salud de Chile conocido como ‘AUGE’ (acceso universal con garantías explícitas). Este plan ofrece a las personas con hipertensión garantías formales para el acceso a atención de calidad y la protección de las dificultades financieras por los costos de la atención de salud.
En el 2013, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con el apoyo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., colaboró con el Ministerio de Salud de Chile para llevar a término un innovador proyecto en dos consultorios donde se atendían a personas con hipertensión. En este proyecto se utilizó un algoritmo para tratar la hipertensión, gracias al cual se incrementó la disponibilidad y asequibilidad de los medicamentos, se emplearon los registros clínicos para dar seguimiento a los pacientes con hipertensión y se promovió la división de tareas, el proceso mediante el cual el personal de salud local presta servicios que de otro modo solo estarían disponibles en los consultorios de especialistas. Esta iniciativa supuso un mejor control de la hipertensión al nivel de la atención primaria de salud.
De acuerdo con el doctor Pedro Ordúñez, asesor sobre enfermedades crónicas en la OPS, esta innovadora iniciativa principalmente logró tres beneficios:
En primer lugar, los consultorios lograron mayores tasas de control de la presión arterial en personas con hipertensión. En segundo, los datos de los pacientes se emplearon para dar retroalimentación a los centros de salud locales acerca del desempeño de los servicios contra la hipertensión. En tercero, el proyecto ha permitido mejorar las políticas sobre cómo se proporciona la medicación contra la hipertensión, incluido un proyecto piloto de administrar medicamentos combinados en dosis fijas que incrementó el cumplimiento terapéutico”.
La iniciativa Global Hearts
Recientemente, Chile fue uno de los primeros países en adoptar la Iniciativa Global Hearts de la OMS. Desde su presentación, el paquete técnico HEARTS ha permitido que se administre tratamiento estandarizado de la hipertensión a tres millones de personas en 18 países de ingresos bajos y medianos. Dieciséis de estos países están en la Región de las Américas, con más de 700 centros de salud. El apoyo técnico de la OPS a los ministerios de salud de toda la Región, mediante la Iniciativa HEARTS en las Américas, está contribuyendo a que países como Chile adopten las mejores prácticas mundiales para controlar la hipertensión.
Gracias a HEARTS, más de la mitad de los servicios de salud de Chile emplea las directrices para controlar las enfermedades cardiovasculares. Una proporción similar de establecimientos de atención primaria de salud ofrece la “estratificación de riesgos”, una herramienta para identificar a las personas más vulnerables de sufrir cardiopatías para que puedan ser objeto de intervenciones adaptadas. Además de reducir las tasas de hipertensión, gracias a estas iniciativas se han logrado progresos en el control de la hipertensión al nivel de población en Chile.
Queda camino por recorrer
Dr Anselm Hennis, Director of Noncommunicable Diseases at PAHO, reflects that the results achieved in Chile so far can serve as a blueprint for othComo ha indicado el doctor Anselm Hennis, Director de Enfermedades No Transmisibles de la OPS, los resultados logrados en Chile hasta el presente pueden marcar la pauta para otros países en la Región:
“La baja en la prevalencia de la hipertensión en Chile es el resultado de un compromiso sostenido con las medidas contra las enfermedades no transmisibles. Al combinar la evidencia científica, las inversiones y la prioridad política, Chile nos ha demostrado que muchas de las medidas para mejorar el control de la hipertensión no solo ya existen, sino que además son eficaces. Chile continúa ejemplificando cómo los países pueden mejorar el control de la hipertensión, lo que ofrecería beneficios a las personas con hipertensión, así como a sus familias, sus comunidades y la sociedad”.
Sin embargo, las medidas contra la hipertensión son fundamentales no solo para evitar más muertes por enfermedades cardiovasculares en Chile, sino también para mejorar la calidad de las vidas de los cuatro millones de personas del país que viven con hipertensión. Por este motivo, el Ministerio de Salud de Chile se ha comprometido a adoptar la Iniciativa HEARTS en todos los centros de atención primaria de salud para el 2030.
Nota
En septiembre del 2017, la OMS inició una colaboración con Resolve to Save Lives, una iniciativa de Vital Strategies, con el fin de apoyar a los gobiernos nacionales en la ejecución de la Iniciativa Global HEARTS. Otros asociados que contribuyeron a esta iniciativa fueron: la Fundación de los CDC, el Global Health Advocacy Incubator, la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, la OPS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. Desde el 2017, cuando el programa comenzó a ponerse en práctica en 18 países de ingresos bajos y medianos, tres millones de personas se han sometido a un tratamiento de hipertensión basado en un protocolo mediante modelos de atención centrados en la persona. Estos programas demuestran la viabilidad y eficacia de los programas estandarizados para el control de la hipertensión.