El país lleva adelante una estrategia para eliminar la transmisión materno infantil de la hepatitis B. Para lograrlo, ofrece la prueba de detección y tratamiento a las gestantes que lo necesiten, y vacuna a los recién nacidos en las primeras 24 horas de vida.
Yenny Antonio León es una madre de 25 años, de Huanta, Ayacucho, en Perú, quien fue diagnosticada con hepatitis B antes de tener a su bebé. "Cuando lo supe me sentí mal porque pensaba que era una enfermedad mortal", cuenta. Su mayor preocupación era la posibilidad de transmitir la enfermedad a su hijo, pero ella siguió al pie de la letra las recomendaciones del doctor.
La hepatitis B es una enfermedad causada por un virus que produce la inflamación del hígado y que se transmite por contacto con la sangre u otros líquidos corporales de una persona infectada. La hepatitis B también puede transmitirse por vía sexual, así como de madre a hijo en el momento del parto. Entre el 5 y el 10% de las personas infectadas pueden desarrollar la forma crónica de la enfermedad, y a lo largo de varios años algunas complicaciones como cirrosis o cáncer del hígado. En la región de las Américas, se estima que 2,8 millones de personas viven con hepatitis B.
Liam Sebastián, el hijo de Yenny que ahora tiene 15 meses, recibió las dosis completas de vacuna contra la hepatitis B después de nacer y además recibió inmunoglobulina, que se recomienda en los casos en los que la madre es positiva. Gracias a esto, Liam ha resultado hasta ahora negativo en las evaluaciones de la enfermedad.
En el país andino, la hepatitis B es una enfermedad de notificación obligatoria y la intervención preventiva más importante es la vacunación universal, la cual puede prevenir la infección en el 95% de los casos. En 2014, más de 100.000 personas se hicieron pruebas de la hepatitis B, de las cuales 468 fueron diagnosticadas con la infección crónica.
Las regiones más afectadas están localizadas en la vertiente oriental de la cordillera de los Andes (Ayacucho) y la Cuenca Amazónica (Loreto). Las poblaciones indígenas de la Amazonia también son vulnerables a la hepatitis B, entre otras razones, por las barreras geográficas y culturales que dificultan su acceso a las intervenciones sanitarias.
Intervenciones clave en Perú
Para seguir avanzando hacia la eliminación de la enfermedad, el Ministerio de Salud ha intensificado las campañas de vacunación y pruebas de diagnóstico en la población.
Carlos Benites Villafane, coordinador de la Estrategia Nacional de Prevención y Control de las ITS, VIH/sida y Hepatitis B del Ministerio de Salud de Perú, considera que el control a las embarazadas y el monitoreo de los recién nacidos, luego de ser vacunados, son la clave para evitar la transmisión. "Durante 2014 se reportaron 26 recién nacidos expuestos a hepatitis B que recibieron la vacuna y la inmunoglobulina específica, de los cuales no se ha reportado ningún caso reactivo" indicó.
Según Benites, el Plan Nacional apunta a eliminar en los próximos cinco años la transmisión materno infantil de la hepatitis B, a través de estrategias de intervención focalizadas en las áreas donde se registran más casos. El país ha trabajado también para fortalecer su sistema de información y buscar las mejores estrategias para abordar el problema.
Benites hace énfasis en que la estrategia más importante, es la vacunación universal contra la hepatitis B, en particular, la vacunación al recién nacido durante las primeras 24 horas de vida. En el paquete de atención prenatal se recomienda la prueba para hepatitis B a todas las gestantes. Si durante la atención prenatal, se detecta una embarazada portadora de hepatitis B, se evalúa la necesidad de tratamiento antiviral a la embarazada. Los profesionales de la salud también realizan un seguimiento clínico de los recién nacidos de madres con hepatitis.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) trabaja con los países de las Américas para conocer más sobre la situación de la hepatitis y llevar adelante acciones para prevenirla y tratarla.
"La experiencia peruana es una buena práctica que podemos compartir con otros países de la región y del mundo", sostuvo Massimo Ghidinelli, jefe de la Unidad de VIH/sida, Infecciones de Transmisión Sexual y Hepatitis de la OPS/OMS. Eliminar la transmisión perinatal de la hepatitis B para 2030 "es posible si evaluamos a las embarazadas y vacunamos a todos los recién nacidos en las primeras 24 horas", añadió.
Yenny perdió los temores que la invadieron cuando fue diagnosticada y aconseja a otras mujeres embarazadas y pacientes con hepatitis, a no tener miedo, llevar una dieta saludable y asistir a los controles médicos. Hoy, ella y su hijo disfrutan de una buena salud.