San José, 25 de junio de 2021 (OPS/OMS). La pandemia por COVID-19 es mucho más que un evento de salud, se trata de un fenómeno con consecuencias sociales y económicas que deben abordarse desde la intersectorialidad. Por esta razón, desde el Sistema de Naciones Unidas de Costa Rica se lleva a cabo el proyecto “Apoyo integrado para la recuperación socioeconómica y de salud centrado en las mujeres de comunidades de acogida, migrantes y solicitantes de asilo vulnerables”, enfocado en los cantones de Upala, La Cruz, Corredores, San Carlos, Tarrazú, Dota y León Cortés. El proyecto tiene como objetivos proteger la salud y las vidas, restaurar los medios de subsistencia, acelerar el acceso a mercados laborales y fortalecer la vigilancia de la salud de base comunitaria y la comunicación de riesgos, promoviendo cambios para prevenir la infección, xenofobia, discriminación y violencia de género que ocurren en el marco de la COVID-19.
El proyecto es desarrollado por la Oficina de la Coordinadora Residente (OCR), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), quienes participaron el pasado lunes 21 y martes 22 de junio en una visita a Upala y La Cruz, en compañía de las embajadas de Suiza, Reino Unido y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), quienes forman parte de los donantes que apoyan el desarrollo de la zona transfronteriza.
La misión se desarrolló con el objetivo de reforzar el acompañamiento a los gobiernos locales y a las comunidades en la respuesta socio económica y de salud ante la pandemia de la COVID-19.
Durante la gira se presentó el proyecto a las alcaldías de ambos cantones y se mostró un adelanto de los resultados obtenidos hasta el momento; además, se resaltó la importancia del protocolo de zonas como herramienta para el resguardo de la salud de personas migrantes y solicitantes de refugio que atraviesan las fronteras nacionales. Así mismo, se enfatizó en el rol del sector salud en las mesas de desarrollo territorial; “Sin salud no hay recuperación económica”, puntualizó la Dra. María Dolores Pérez, Representante de la OPS/OMS en Costa Rica.
Uno de los elementos más importantes del proyecto es la participación de 195 mujeres pertenecientes a las localidades de acogida, migrantes y refugiadas, quienes fungirán como lideresas comunitarias para la vigilancia, prevención, promoción de la salud y comunicación de riesgos. Durante la gira se realizó una sesión de trabajo con 20 mujeres lideresas que representaron al grupo. Este espacio fue coordinado por OPS/OMS de forma conjunta con la Fundación Ciudadanía Activa, quien estará a cargo de brindarles directamente la capacitación sobre los temas que abarca el proyecto.
Durante un enriquecedor intercambio de experiencias por parte las lideresas, la Dra. María Dolores Pérez Rosales, enfatizó en la importancia de la participación de cada una de ellas en este proyecto, haciendo hincapié en su rol de promotoras e impulsoras de la salud en sus comunidades, no solo para prevenir los contagios de COVID-19, sino también para apoyar la salud mental y orientar a las posibles victimas de violencia doméstica. El espacio fue aprovechado también para conversar con las lideresas sobre dudas relacionadas con la vacunación.
Durante los meses de julio a octubre se continuarán realizando acciones orientadas al fortalecimiento de los servicios de salud de la zona y al protocolo de zonas en las fronteras Norte y Sur como plan de respuesta integral a la COVID-19 en las localidades del proyecto. Además, se diseñará e implementará un sistema de vigilancia comunitaria y una estrategia de comunicación de riesgos, ambas diseñas y puestas en práctica con las comunidades.
Este proyecto es financiado por el Fondo de Respuesta y Recuperación ante COVID-19, un mecanismo de fondos interinstitucionales de las Naciones Unidas para ayudar a los países de ingresos medios y bajos a superar la crisis de salud y desarrollo causada por la pandemia de COVID-19. España, Suiza y Reino Unido forman parte de los donantes de este fondo.