Las conclusiones evidencian la necesidad de reorientar las políticas de recursos humanos en salud, y de la formación de especialistas en particular, ampliando las fronteras de las especialidades básicas y especialmente de la Medicina Familiar. Con recursos humanos especializados en áreas básicas y de alta calidad, los países podrán garantizar la cobertura universal a los sistemas de salud a través de la estrategia de Atención Primaria de la Salud (APS) y de los sistemas integrados de servicios de salud (RISS).