Entrevista sobre COVID-19. Recordemos que esta es una enfermedad nueva de la que llevamos conociendo solamente menos de 10 semanas. En nuestra generación no tenemos ninguna referencia similar a lo que estamos viviendo ahora. Mucho se está aprendiendo. Desde el SARS y el MERS, los previos coronavirus, la respuesta y la ciencia están en mejor posición de ayudar. Sin embargo, ahora sabemos y estamos viendo que el COVID-19 se expande con mucha más rapidez que sus antepasados, es decir, que es más contagioso y por esto está causando el impacto que vemos.
Entrevista sobre COVID-19
Fecha: Viernes 19 de marzo 2020.
Fuente: Oscar Barreneche, Representante de la OPS/OMS en Guatemala
En Guatemala se cumple la primera semana desde que se dio a conocer el primer caso confirmado de COVID-19, los casos no sobrepasan los doce infectados y se reporta una muerte por el virus. De acuerdo al comportamiento del virus en otros países, a la semana siguiente se duplican los casos ¿se puede considerar este un patrón?
No podemos estar completamente seguros. Recordemos que esta es una enfermedad nueva de la que llevamos conociendo solamente menos de 10 semanas. En nuestra generación no tenemos ninguna referencia similar a lo que estamos viviendo ahora. Mucho se está aprendiendo. Desde el SARS y el MERS, los previos coronavirus, la respuesta y la ciencia están en mejor posición de ayudar. Sin embargo, ahora sabemos y estamos viendo que el COVID-19 se expande con mucha más rapidez que sus antepasados, es decir, que es más contagioso y por esto está causando el impacto que vemos.
Es importante recordar que la situación en la que estaba China, en el mes de noviembre o diciembre del año pasado, cuando probablemente se dieron los primeros casos allí, a como está Guatemala esta semana en que confirmó sus primeros casos, es muy distinta.
China en su momento no tuvo la oportunidad de implementar de forma temprana medidas de distanciamiento social, como si lo ha podido hacer Guatemala. Se estima que si China hubiese tenido la oportunidad de implementar estas medidas antes de la aparición de los primeros casos muchos otros se habrían prevenido.
Además, los brotes no se han comportado de la misma forma en todos los países. Es importante que además de las medidas de distanciamiento físico (más que distanciamiento social ya que no se busca que las personas dejen de relacionarse socialmente pero que lo hagan de forma distinta, sin contacto físico o contacto cercano), se implementen con rigor los protocolos de diagnóstico y aislamiento de casos, así como los de manejo clínico, identificación de contactos y seguimiento de contactos en cuarentena. Y en la medida que los casos aumentan, el tamizaje se tendrá que volver más amplio y agresivo.
¿Qué podemos esperar en el territorio guatemalteco?
Si se implementan adecuadamente las medidas de distanciamiento físico y las medidas de contención mencionadas, se podría esperar un enlentecimiento de la aparición de casos lo que permitiría ganar tiempo y evitar que el sector salud sea desbordado de manera repentina. Lo que se busca es retrasar y aplanar la curva de la epidemia y, así, reducir la aparición de muchos casos nuevos al mismo tiempo y la rápida saturación que recibirán los servicios de salud. Es la aparición explosiva de nuevos casos la que satura rápidamente los servicios. En todo caso, es claro que esta es una emergencia de salud diferente de lo que puede ser un desastre como un terremoto u otro desastre natural, como los que conocemos en donde la respuesta es rápida y relativamente corta. La respuesta a la infección por COVID-19 será más parecida a una maratón, un esfuerzo que debe ser continuo para llegar a la meta.
Al ver que son pocos los casos de contagio con el nuevo coronavirus, muchos consideran que no se necesitan de medidas como el aislamiento social. ¿La presencia del virus en el país nos debe preocupar?
Sí nos debe preocupar. Todos los días estamos viendo el impacto que el COVID-19 está causando en los países, incluyendo en los países ricos. El COVID-19 es causado por un virus respiratorio que se propaga rápidamente, sobre todo al contacto directo entre las personas, pero no solamente ya que queda depositado en superficies por varias horas y de ahí puede pasar a otras personas.
Las medidas de distanciamiento físico responden a la lógica de que, si separamos a las personas o evitamos su contacto directo, podremos reducir el riesgo de transmisión de persona a persona. Esto se ha evidenciado en China, Singapur, Corea, Hong Kong y otros lugares que han logrado contener el brote.
Según el comportamiento del virus en otros países, los casos de personas con COVID-19 aumentan cada vez más, ante este panorama. ¿Habría que tomar medidas más drásticas que las tomadas hasta el momento por el gobierno guatemalteco para contener el contagio?
Las medidas de control en sitios potenciales de entrada y las de distanciamiento físico son buenas para retardar y reducir la aparición de casos de COVID-19. Sin embargo, no funcionan solas.
Estas medidas son potencializadas por las medidas de contención que incluyen la identificación temprana de los casos, su aislamiento y manejo clínico y la identificación y seguimiento en cuarentena de todos los contactos de cada caso. Esto acompañado de ampliación del tamizaje para identificación activa y manejo de casos. Adicional a esto, y al centro de todas estas medidas debe estar la comunicación de riesgo que garantiza que la población esté informada adecuadamente para que se proteja, pero también, para que con el conocimiento y la información correcta venza el temor o el pánico que pueden causar efectos contraproducentes.
La experiencia de otros países nos enseña que es la combinación de todo esto, y no una medida o la otra, que van ser efectivas en reducir el impacto del COVID-19.
Es importante que cada persona entienda y asuma su responsabilidad implementando las medidas de higiene y de distanciamiento físico y las recomendaciones de no salir y exponerse al contagio, así como, proteger a los miembros de nuestras familias que sean parte de los grupos más vulnerables a complicaciones graves.
Si cada persona no hace los suyo, será muy difícil reducir el impacto del COVID-19 en Guatemala.
El COVID-19 ha puesto en jaque Sistemas de Salud como el de Italia y España, que ya están rebasados por la cantidad de casos. En Guatemala el sistema de salud no es capaz de atender a la población en tiempos normales, las camas para atender a los pacientes son pocas y el personal de salud insuficiente. Con estas carencias ¿qué podemos hacer ante esta emergencia?
Justamente hay que aplicar las medidas de prevención y de contención para evitar que el impacto del COVID-19 en el sector de la salud sea devastador. Las semanas precedentes a los primeros casos le han permitido al Gobierno empezar a prepararse para reducir el impacto
Aunque haya ciertos retos en el sistema de salud pública en Guatemala, es también muy cierto que, cuando se han presentado retos importantes, el compromiso de los miles de trabajadores de salud pública de este país siempre han respondido y sacado al país adelante.
No hay que ir muy lejos para encontrar la evidencia de lo que digo. En enero del 2018, cuando se presentó el brote de sarampión, los equipos de respuesta rápida del MSPAS evitaron que se propagara y evitaron lo que habría podido ser una tragedia si la población de niños con malnutrición hubiese sido expuesta a un brote de sarampión. Y más recientemente, el año pasado, cuando más de 10,000 trabajadores de salud vacunaron 2,5 millones de niños contra el Polio y el sarampión. Con el compromiso de los trabajadores de salud y el apoyo de cada uno de nosotros, miembros de la comunidad, asumiendo nuestra parte de la respuesta, este reto debería ser también sobrepasado. Pero hay que proteger a esos trabajadores de salud para que no sean las primeras víctimas también en Guatemala.
La OPS/OMS ha hecho un llamado global de apoyo a la respuesta a los países con sectores de salud con más necesidades.
Las medidas que se están implementando para la respuesta del COVID-19 deberían permitir el fortalecimiento y la resiliencia del sector salud de Guatemala para este y futuros retos.
El personal de salud es quien están en contacto constante con los posibles casos de contagio, ¿qué medidas hay que tomar para protegerlos y evitar que se enfermen?
La protección del personal de salud es fundamental ya que son ellos quienes no sólo recibirán los casos sospechosos, sino que además, cuidarán los casos que necesiten hospitalización y los más graves.
Hemos visto en otros países miles de trabajadores de salud víctimas del COVID-19 y son trabajadores de salud quienes estuvieron entre las primeras víctimas fatales a esta enfermedad. Adicionalmente, si las medidas de control de infección no son implementadas adecuadamente, los hospitales podrían tener efectos multiplicadores nefastos.
No podremos nunca decirlo con suficiente fuerza: es fundamental proteger a los trabajadores de salud
Ahora que el coronavirus ya está en el país, ¿cuál será el apoyo que la OPS dará a Guatemala?
Desde la declaratoria de China (el 31 de diciembre) de la aparición de esta nueva enfermedad la OPS/OMS ha acompañado mano a mano a los gobiernos y a los ministerios de salud de todos los países en el diseño y la implementación de las estrategias para responder al COVID-19. La OPS/OMS no hacen esto solas, sino con el apoyo de una red global y regional de expertos y de organizaciones aliadas, apoyando la respuesta a esta emergencia de salud pública en los países o Estados Miembros de la Organización. La aparición de los primeros casos de COVID-19 en Guatemala sólo intensifica este apoyo.
Al principio se dijo que Guatemala tenía 1 mil 500 pruebas para detectar el COVID-19, otorgadas por la OPS, ante el posible aumento de casos ¿serán suficientes? ¿Cuántas más se tendrían que tener?
Guatemala con el apoyo de OPS/OMS tiene la capacidad de confirmar el diagnóstico de COVID-19 en el Laboratorio Nacional desde hace más de cinco semanas, es decir, muy rápido después de la declaración de la aparición del brote en China. Esto es un logro sin precedente en previos brotes como el SARS o el MERS.
Las pruebas hasta ahora han sido donación de la OPS/OMS y están permitiendo la confirmación de cada caso. La aparición de nuevos casos, así como la experiencia de países con brotes más graves indican la necesidad de expandir aún más la posibilidad de diagnóstico del laboratorio.
El MSPAS está tomando medidas en este sentido utilizando modelos de proyección que servirán no solamente para el cálculo de compras que se están adelantando de pruebas diagnósticas, sino también de otros insumos críticos.
¿Se dará abasto el Laboratorio Nacional con la cantidad de pruebas que tendría que hacer?, Viendo que solo en este lugar se pueden procesar y dar los resultados.
El MSPAS ha empezado a tomar medidas para que una red de laboratorios trabaje en coordinación con el Laboratorio Nacional y expandir así la capacidad diagnóstica del país.
Se ha dicho que las personas de la tercera edad son las más vulnerables al contagio del nuevo coronavirus, sin embargo, se han registrado casos de personas jóvenes con el virus en la misma proporción que las de personas adultas. ¿Los jóvenes también son vulnerables?
Todos somos vulnerables a la infección por COVID-19. Las personas mayores, nuestros abuelos y abuelas y quienes además sufran de enfermedades concomitantes, como la diabetes, hipertensión u otras enfermedades cardiovasculares o pulmonares (es el buen momento de dejar de fumar, de tener la hipertensión y la diabetes bajo buen control), son más vulnerables a sufrir complicaciones serias que amenacen su vida. En este grupo también se encuentran las personas que tengan compromiso de sus defensas inmunológicas como las personas que están siguiendo en tratamiento para algunos cánceres. Para el resto de la población la infección del COVID-19 representará una enfermedad de carácter moderado o leve que no necesitará tratamiento con hospitalización. Aunque estamos viendo que una proporción de estos casos moderados en adultos más jóvenes podrán desarrollar una neumonía viral, que aunque no necesita hospitalización, si va a significar un tiempo más prolongado de recuperación. Un punto positivo en lo que hemos observado hasta ahora de la infección del COVID-19, es que no afecta de manera más severa a población infantil, claramente no tanto como a la población de adultos mayores. Esto no quiere decir que no pueda haber excepciones. En medicina nada es 100% seguro y queda aun mucho por entender sobre la presentación clínica de este virus.
El nuevo coronavirus ha concentrado toda la atención del sistema de salud a nivel mundial, sin embargo, en Guatemala hay otros padecimientos que continúan matando personas, como el dengue. ¿Qué medidas se deben tomar en Guatemala ante esta situación?
Es normal que una nueva enfermedad que se expande rápidamente, para la cual no tenemos vacuna ni tratamiento y que cause mortalidad, así sea baja, con la rapidez de expansión y los altos números que serán infectados, sea motivo de inquietud. Todos queremos estar sanos y proteger a nuestros seres queridos.
La rápida expansión y el número importante de personas que pueden ser infectados rápidamente, hace que aunque limitado, el número de víctimas fatales sea significativo y que estos factores causen la disrupción de las sociedades que el COVID-19 está causando sobre todo el desbordamiento de los servicios de salud que se ven abocados a dar respuesta al gran número repentino de casos. Es por esto, que las medidas de prevención y de contención son fundamentales para retardar y reducir el impacto del COVID-19 y le permitan al sector salud responder a este reto y al mismo tiempo pueda garantizar los servicios de salud que se necesitan.
¿Qué nueva información se tiene del COVID-19, sobre el contagio, sobre las secuelas que deja el virus en las personas que se han curado de la infección?
Todos los días estamos aprendiendo cosas nuevas de esta infección. Recientemente la OPS/OMS recomienda medidas alternativas en caso de no poder implementar el protocolo de dos pruebas negativas al final del aislamiento de 14 días, proponiendo el aislamiento por otras 2 a 4 semanas después de que desaparezcan los síntomas antes de ser clasificados como recuperados. Esto para estar seguros que no aparezcan nuevas infecciones a partir de estos casos.
Como ésta, otras medidas se estarán recomendando. La OPS/OMS tiene como mandato utilizar la mejor evidencia científica disponible para hacer recomendaciones a los países. Pero queda mucho por entender. Por ejemplo, tenemos aún que entender mejor quienes están más a riesgo de pasar la infección a otros en el ciclo de contagio para así recomendar medidas más eficaces. Reconocer que no lo sabemos todo forma parte también de la cooperación técnica responsable y ética de nuestra Organización. Por eso el trabajo coordinado de nuestra Organización con la red de organizaciones de salud pública y de la comunidad científica del mundo, con el apoyo de los donantes, es clave para que los países respondan mejor y superemos todos lo antes posible este reto global.