Ciudad de México, 23 de febrero de 2022 - OPS/OMS México hizo un llamado al senado para que se respete el marco regulatorio vigente sobre importación y exportación de productos calentados de tabaco; ya que mantener su prohibición significa proteger la salud de las personas, así lo aseguró el Dr. Miguel Malo, Representante interino de la OPS/OMS en México, -sabemos que hay una enorme inversión en publicidad por parte de las tabacaleras, para ampliar sus mercados con estrategias dirigidas a niñas, niños y adolescentes con el apoyo de influencers, obsequio de muestras en puntos de venta, además de la instalación de máquinas expendedoras de los nuevos dispositivos electrónicos en espacios frecuentados por jóvenes, incluidas instalaciones educativas- precisó durante su intervención en el foro virtual “Implicaciones para el control del tabaco en México de la Nueva Ley de los Impuestos Generales de importación y de exportación”.
El foro se realizó en el contexto de la iniciativa aprobada en la Cámara de Diputados que intenta permitir la importación y exportación de los sistemas alternativos de consumo de nicotina contraviene la postura del Ejecutivo federal, que ha sido enfático en privilegiar el derecho a la protección a la salud por encima de cualquier interés corporativo o privado. Por ello, la Comisión Nacional contra las Adicciones se pronunció en contra de que se establezca una distinción entre los dispositivos electrónicos que suministran nicotina o calientan tabaco, pues sus daños pueden equipararse a los del tabaco combustible.
Cabe señalar que en el Decreto Presidencial del 22 de octubre pasado se reitera enfáticamente que los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), los Sistemas Similares sin Nicotina (SSSN)y los Sistemas Alternativos de Consumo de Nicotina (SACN) pueden importarse ni exportarse así como tampoco sus cartuchos o unidades desmontables; por consiguiente la iniciativa recientemente aprobada por la Cámara de Diputados y que actualmente se revisa en el Senado, no está alineada con la política del Ejecutivo federal.
El derecho a la salud se debe privilegiar por encima de intereses corporativos; la “industria tabacalera” incluye a fabricantes, importadores y distribuidores de los productos de tabaco y procesadores de la hoja del tabaco. Todo un grupo de negocios para quienes la meta es obtener ganancias, directa o indirectamente, de los productos de tabaco se trata de una industria que tiene mucho dinero y ningún reparo en usar las formas más pérfidas imaginables para anteponer sus ganancias a la salud de las personas.