La ley de Promoción de la Alimentación Saludable apunta a la raíz del problema de la malnutrición en Argentina en base a los mejores estándares internacionales

Papas fritas con alta cantidad de sal

Lo aseguró el consultor en enfermedades no transmisibles de la OPS/OMS en Argentina, Sebastián Laspiur, en una reunión que retomó el debate legislativo en torno del proyecto de Ley de Promoción de la Alimentación Saludable que ya cuenta con sanción del Senado y ahora debe ser votado en la Cámara de Diputados.

Buenos Aires, 24 de febrero de 2021.- “La ley tiene enormes fortalezas porque abarca los aspectos sustantivos necesarios, el etiquetado de advertencias, la regulación de publicidad y la protección de los entornos escolares de los productos no saludables”. Todas ellas recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud”.

En estos términos se expresó el Dr. Sebastián Laspiur, Consultor Nacional de Enfermedades No Transmisibles de la OPS/OMS en la Argentina, al cerrar la serie de intervenciones de referentes de diversos sectores durante una nueva reunión informativa con integrantes de las Comisiones de Legislación General, de Acción Social y Salud Pública, de Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia, y de Industria de la Cámara de Diputados de la Nación realizada en videoconferencia el 23 de febrero.

Laspiur hizo hincapié en las fortalezas del proyecto de ley de Promoción de la Alimentación Saludable que ya obtuvo media sanción de la cámara de Senadores de la Nación y que se espera que próximamente sea aprobada sin modificaciones en la Cámara de Diputados. También remarcó la importancia de que este tipo de regulaciones sean tratadas en el ámbito legislativo por su enorme impacto en la salud pública, en el sistema alimentario y en el derecho a la información de las personas.

Se refirió a la gravedad del problema de salud que implica el sobrepeso y la obesidad y explicó que el mismo está directamente asociado al “consumo de productos ultraprocesados con alta cantidad de azúcares, sodio y grasas. En Argentina la mala alimentación se traduce en 140 mil muertes al año”.

En nuestro país se consumen azúcares, sodio y grasas saturadas, superando los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud y, en este sentido, dijo que el problema “no fue empeorando porque la gente agregó más sal o azúcar al cocinar, sino porque esos nutrientes críticos están ocultos en los productos procesados y ultraprocesados que se popularizaron y, cada vez más, ingresaron en nuestras dietas”. Respecto de los niveles recomendados, remarcó que en Argentina “triplicamos en muchos casos el consumo de azúcar, duplicamos el consumo de sal y consumimos la mitad de lo recomendado respecto de las frutas y verduras”. 

Después del diagnóstico, Laspiur se refirió a otra de las fortalezas que tiene el proyecto de ley y que se relaciona con el sistema de etiquetado frontal de advertencias sanitarias basado en el modelo de perfil de nutrientes de la OPS como parte de las alternativas para revertir la curva ascendente del sobrepeso y la obesidad. Al respecto dijo que “gran parte de la solución del problema es que la población pueda identificar cuáles son los productos que tienen exceso de nutrientes críticos para poder tomar una decisión en libertad. Simplemente se facilita el derecho a la información para que la gente pueda elegir libremente lo que compra y consume. Lo que hace es visibilizar el azúcar, sal y grasa saturada que están ocultos en los alimentos industriales”. 

En otro tramo de su participación, Laspiur recuperó algunos planteos expuestos por otros participantes, relacionados con el modelo de perfil de nutrientes de la OPS, y enfatizó en su importancia como instrumento objetivo de ponderación basado en evidencia científica sin conflictos de intereses a nivel mundial. Aclaró que determina los niveles excesivos de nutrientes críticos perjudiciales para la salud pero que “no aplica a la leche, al arroz, a las legumbres, ni al aceite, la sal o el azúcar de mesa, o sea a los alimentos que son ingredientes culinarios o mínimamente procesados”. 

Para concluir su intervención también especificó que esta norma no afecta la soberanía de los países del Mercosur para avanzar en sus propias legislaciones y presentó ejemplos para ilustrar que tampoco implica un deterioro en el empleo y la actividad económica. Se refirió a la armonización del modelo de perfil de nutrientes de OPS con los lineamientos establecidos en las Guías Alimentarias para la Población Argentina y explicó que no entran en contradicción. Al respectó dijo que “la guía recomienda lácteos pero en ningún momento dice que para consumir lácteos debe hacerse con exceso de azúcares, por ejemplo. Es una preocupación que entiendo que es genuina pero dentro de las variedades de lácteos existen productos sin exceso de estos nutrientes críticos y otros que son mínimamente procesados como la leche fluida que nunca tendrían sellos de advertencias de acuerdo con el modelo de perfil de nutrientes de la OPS”.

En términos generales, los expositores mayoritariamente manifestaron su apoyo a la nueva normativa. En algunos casos se presentaron algunos reparos respecto de determinados puntos del documento en función de las particularidades de cada sector.

Junto con la Representación en Argentina de la OPS/ OMS, las instituciones representadas en la reunión informativa fueron la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO),  la Unión de la Industria Cárnica Argentina, el Centro de la Industria Lechera, la Federación Argentina de Licenciados en Nutrición (FAGRAN), la organización socio-ambiental de juventudes Consciente Colectivo, la Asociación Internacional de Marcas (INTA), el Ministerio de Desarrollo Productivo de Tucumán, Federación Nacional de Operadores de Mercados Frutihortícolas de la República Argentina (FENAOMFRA), la organización SANAR y  Asociación Argentina de Tecnólogos Alimentarios.